"En cultura somos un mendigo sentado en un banco de oro"
Por Francisco Tumi Guzmán
La directora del MALI exhorta a invertir en un ámbito que, aparte de servir a los peruanos, aumentaría el potencial turístico de Lima
¿Será el MALI comparable a museos de Europa o Nueva York?
Por supuesto que sí. Tenemos la colección más completa de arte peruano, unas diez mil obras de todas las épocas, y el esfuerzo que se ha hecho este año por consolidar la colección contemporánea no tiene paralelo en la región. Sin embargo, creo que este logro del MALI no debería considerarse como el final del camino, sino el comienzo de un nuevo camino que hay que empezar a recorrer.
¿Se refiere a rescatar más museos?
Me refiero a poner la cultura en la agenda nacional. Esta gran noticia que tenemos en el MALI pone en evidencia una problemática que nadie ha mirado en los últimos tiempos ni ha discutido lo suficiente, pues es una problemática de país que no está en la agenda del debate público: no le interesa al Gobierno, no le interesa al sector privado y no le interesa a la prensa.
¿Alude al abandono del que es objeto la cultura?
Así es. En el Perú no hay un fondo de apoyo a la creación contemporánea de artes plásticas; no hay, como en otros países, una ley de exoneraciones tributarias para la cultura; no existe siquiera una buena ley de fundaciones; no hay prácticamente ninguna vía para financiar la cultura, para no hablar de las bibliotecas públicas o de la investigación; no hay tampoco tradición filantrópica. En los últimos años, además, se ha venido generalizando la peligrosa idea de que la cultura es solo para una élite, lo cual es terrible, pues lo único que hace es contribuir a que esa idea se convierta en realidad.
Siempre se va a decir que hay prioridades...
Yo entiendo que hay prioridades. Pero el hecho de que un país como el Perú --que tiene en la educación una de sus mayores debilidades y en el sector turismo, uno de los puntales de su economía-- no vea el potencial que tiene la cultura no solo es terrible, sino que pone de manifiesto una ceguera de grandes proporciones.
Pues la cultura es aprovechable incluso desde una perspectiva utilitaria.
Sobre todo desde una perspectiva utilitaria. Los museos conservan un patrimonio y lo hacen público. Si nosotros no fortalecemos nuestros museos, les estamos limitando a todos los peruanos el acceso a la cultura y al patrimonio peruano. Si esa no es la base fundamental de una política educativa y de inclusión social en asuntos culturales, yo ya no sé qué lo es.
¿Cómo convence a un político de que la cultura puede beneficiarlo?
Desde el MALI hemos tenido algunas conversaciones con Prom-Perú y con el Mincetur y vemos que, por lo menos en este gobierno, hay una clarísima comprensión del potencial de este asunto, que creo que es evidente para todos. ¿Cuál es, por ejemplo, el verdadero potencial turístico de Lima?
Que se pondrá de manifiesto el próximo año en las citas mundiales que tendremos aquí.
Lima no tiene grandes sitios arqueológicos, aparte de Pachacámac, que tampoco es fácil de apreciar. El gran capital, el gran activo que tiene Lima son sus museos, sus colecciones públicas. No hay en América Latina otra capital con colecciones comparables.
Sin embargo, el 'boom' de la gastronomía ha convencido a muchos de que la comida es el gran atractivo turístico.
El asunto de la comida ha demostrado que es posible generar consensos, que es posible armar y consolidar industrias en torno a algo que podría parecer intangible o incluso accesorio. Sin embargo, yo dudo mucho de que alguien se vaya a quedar un día más en Lima para comer. En cambio, estoy convencida de que si tuviéramos en Lima tres o cuatro grandes museos --que los podemos tener--, el panorama cambiaría por completo.
Del mismo modo que el Louvre, por ejemplo, articula una visita a París.
Por supuesto. Lima tiene el potencial para construir, en torno a sus colecciones, una verdadera industria, que además sería una extraordinaria inversión, pues no solo se construiría un espacio que serviría a la industria turística de una forma muy directa, sino que se estaría creando una infraestructura cultural para servir a la población local. Recordemos que Lima tiene ocho millones de habitantes.
Que prácticamente no reciben ninguna oferta cultural.
Estamos hablando de enriquecer la calidad de vida. ¿Qué hace un limeño un fin de semana? ¿Qué opciones tiene, aparte de irse a un centro comercial o a un cine? Un museo sirve al público en general, a las familias, a los visitantes, a los peruanos que vienen a Lima, a los limeños, al sector educativo y potencialmente a los más de 14 mil colegios de la ciudad. Y sirve, además, al millón y medio de turistas que vienen al Perú hoy y que se supone van a ser muchos más.
Esto parece muy claro, pero...
No hay discusión sobre la importancia de esa inversión, como tampoco hay discusión sobre la importancia de elevar el nivel de vida de todos los peruanos a través de servicios públicos de primer nivel. A lo mejor una exposición de arte contemporáneo no va a ser el éxito de masas que es el partido Perú-Paraguay, pero tampoco se trata de eso. Lo que sí importa es que se le ofrezca al público algo de primer nivel. Un museo, un centro cultural, una universidad tiene que promover la excelencia.
¿Quiénes constituyen el público principal del Museo de Arte?
El museo ha servido tradicionalmente a los sectores emergentes, sobre todo de los conos y del área en que nos ubicamos, que es La Victoria, el Cercado, Santa Beatriz. Queremos no solo que esto siga siendo así, sino que podamos atender a mucha más gente. Sin duda hay un apoyo importantísimo al museo de parte de la empresa privada y del sector A, pero el mayor usuario del MALI es el sector C. El museo es sostenido económicamente, en lo fundamental, por los sectores C y D. Estos son los sectores que le dan viabilidad y sostenibilidad al museo como misión y también financieramente.
¿Financieramente?
Es que el 65 por ciento de nuestros gastos operativos es cubierto por los cursos que dictamos. El funcionamiento del museo --sin contar publicaciones y adquisiciones y sin hacer ninguna inversión, es decir, solo abriendo la puerta-- cuesta un millón doscientos mil dólares al año. Recordemos que el museo no recibe un centavo ni del Estado ni de la municipalidad. Entonces año a año tenemos que producir ese monto con un enorme esfuerzo. Y si queremos hacer adquisiciones, mejoras, ampliaciones, pues...
¿Cuánto se necesitaría para construir esos tres o cuatro grandes museos de los que habla?
En realidad, la pregunta es: ¿Qué vamos a hacer como país? ¿Cuáles son los objetivos que nos vamos a fijar? ¿Es menos relevante la cultura que la defensa del país? Yo no creo. Sin embargo, le acaban de dar 600 millones de dólares a Defensa para comprar armas en los próximos 5 años. Yo te aseguro que no se han invertido 600 millones de dólares en cultura en toda la historia del Perú. ¿Por qué no es posible conseguir el 10 por ciento de eso para llenar vacíos históricos de una negligencia de 200 años en la atención de la cultura del Perú, que es nuestra mayor riqueza?
¿Percibes algún cambio en esta actitud?
Recién ahora hemos visto un interés por parte del gobierno de prestar su apoyo. El Mincetur, por ejemplo, ha mostrado interés por apoyar el proyecto de renovación del acondicionamiento turístico del primer piso del Museo de Arte para recibir mejor a los visitantes extranjeros y a los visitantes locales.
¿Qué podríamos ofrecer?
Lima tiene un enorme potencial en sus museos y en sus centros culturales. Podríamos tener teatros. El presidente García ha anunciado un teatro nacional. Espero también que la municipalidad termine el proyecto del Teatro Municipal. Es una vergüenza que Lima, con ocho millones de habitantes, no tenga un teatro digno de ese nombre. Por otra parte, tenemos edificios históricos inutilizados que podrían servir para guardar algunas de las fantásticas colecciones que tenemos. La ciudad tiene colecciones y potencial para constituir colecciones.
¿Te refieres a las que están encajonadas y abandonadas?
O inadecuadamente exhibidas. Hablo de colecciones públicas y privadas, pero sobre todo de colecciones públicas, por cuya conservación o mejoramiento no se ha hecho nada en décadas. Por eso decía que el MALI debe ser visto apenas como un primer paso. El Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, que queda en Pueblo Libre, debería ser el gran proyecto del país. Si lográramos en los próximos 5 años producir un proyecto de carácter internacional para su renovación, reubicación o lo que se decida hacer con él, habríamos avanzado como nunca. Esa debería ser nuestra prioridad: producir un proyecto.
¿Podría también convertirse en un museo de categoría internacional?
Ese museo tiene una de las colecciones más fantásticas de América del Sur. No es que haya tres colecciones iguales. Es única. ¿Qué vamos a hacer con ella? También debería actualizarse el Museo de la Cultura Peruana, ubicado en la avenida Alfonso Ugarte. Es un museo fundado y fomentado por Arguedas y Sabogal y que durante mucho tiempo fue también postergado. Tengo entendido que la actual gestión del INC hace esfuerzos en esa dirección, pero creo que estos asuntos deben ponerse en la agenda pública.
Eso conduce otra vez al financiamiento y a las prioridades políticas.
Deberíamos tener un fondo que permita que anualmente se pueda hacer una inversión en cultura, sobre todo en creación contemporánea, en conservación de patrimonio, en investigación y en humanidades. Esto involucra sumas relativamente reducidas, pero es clave para el fortalecimiento de la educación en el país y puede ser, además, el comienzo de una industria que pagaría con creces. Calculemos: si del millón y medio de turistas que llegan al Perú cada año, solo el 10 por ciento se queda un día más en Lima, estamos hablando de 150 mil personas. Y si cada uno deja en los circuitos culturales 100 dólares por ese día extra, ¿de cuánto estamos hablando?
Eso debería al menos abrirles los ojos a las autoridades.
Pero toda la problemática de la cultura no está siendo ni debatida ni pensada. ¿Alguien se ha puesto a pensar en las industrias culturales en serio? Somos un país donde más del 80 % de los visitantes corresponde a turistas culturales, pero no invertimos un sol en conservación del patrimonio. El patrimonio es fundamental, pues es la gallina de los huevos de oro. Sin embargo, hemos llegado al año 2007 y el Perú no tiene un registro nacional de patrimonio. Es vergonzoso. Es decir, si hay un tema en el que el Perú puede decir que es como un mendigo sentado sobre un banco de oro, es el tema de la cultura.
La situación de los museos es penosa y viene la reunión del APEC
Las autoridades están pensando en las grandes reuniones que habrá en Lima el próximo año. ¿Hay tiempo para organizar una oferta cultural apropiada para esos visitantes de primer nivel?
Creo que estamos un poco tarde. Hay asuntos de infraestructura que no se pueden resolver en un año. En el MALI, una parte de la obra sí se podría hacer en ese plazo, pero no conozco la situación del resto de los museos.
¿Qué recomendaría hacer en los meses que quedan?
Poner el énfasis en, por lo menos, informar adecuadamente, es decir, en un sistema de señalización y de información sobre los museos --mal que bien, tienen colecciones importantes-- y los sitios históricos, arqueológicos y culturales de Lima. Incluso con lo que hay ahora, Lima sigue siendo una oferta cultural relativamente interesante.
¿Cuál es esa oferta?
El Centro Histórico es fundamental, y ahí sí se pueden perfectamente hacer cosas en un año. Tengo entendido, además, que el Gobierno va a hacer un aporte muy importante a la municipalidad para que pueda hacer obras. Se ha hablado del parchado de pistas, pero imagino que se harán obras de restauración y de mejora del Centro Histórico.
¿Qué puede hacerse en materia de museos?
No conozco los proyectos de todos los museos, pero sí sé que hacer un proyecto y ejecutarlo no es tan fácil ni inmediato. Tengo entendido que el Museo de la Nación está haciendo un esfuerzo por renovar de manera significativa su museografía, lo cual me parece muy importante. Pero lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo: la situación de los museos peruanos es penosa. En realidad, tenemos que pensar en que quizá pasen 5 o 10 años antes de que venga otra reunión como la del APEC y que tenemos que prever eso desde ahora, para tener qué ofrecer.
LA FICHA
Nombre: Natalia María Majluf Brahim.
Nacimiento: Lima, 12 de febrero de 1967.
Estudios: Historia del Arte en la Universidad de Boston. Maestría y doctorado en la misma especialidad en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Texas, respectivamente.
Trayectoria: Antes de convertirse en el 2002 en directora del Museo de Arte, fue la curadora en jefe del mismo desde 1995.
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