miércoles, febrero 06, 2008

Continúa Controversia MAC-LIMA en Barranco

La situación respecto al MAC-LIMA (Barranco) sigue más o menos en las mismas. Conociendo la actitud, maneras y "argumentos" de la Municipalidad suponemos que en lo que resta de mandato del actual alcalde no van a haber cambios siginificativos al respecto. Es por eso que nos gustaría que el debate iniciado en este blog si bien no llegue a conciliar a algunas de las partes enfrentadas -algunos vecinos por un lado y el IAC y parte de la comunidad artística local por otro- por lo menos sirva para que se conozcan más argumentos, ideas y soluciones. Ojalá se deje de reflexionar en base a tópicos, estereotipos, rumores y razonamientos erróneos. Así a lo mejor sucede algo novedoso e interesante para ambas partes.

El MAC-LIMA está demorado en la cuestión básica y vital de explicar con todas las letras qué supone su proyecto a los vecinos -a los de su área más próxima por lo menos-. Lo que cuesta, lo que significa y sus posibles beneficios. Y debería despejar toda las dudas que sobre su gestación y relaciones con las diferentes municipalidades todavía despiertan en algunos. (Parece bien necesaria una presentación cara a cara con los vecinos con el mismo grado de atención y detalles como las que ha recibido la comunidad artística hasta el momento). Y a largo plazo debería aprovechar la oportunidad que le brindan las circunstancias, esto es trabajar en la creación de lazos con un público con el que parece nunca habían contado.

El MAC-LIMA en mi opinión tiene un proyecto museístico para un país que no existe en la actualidad. Un país donde existen semáforos, los conductores respetan a los peatones, los policías no son coimeables, los políticos gestionan con toda su gama de grises y mantienen la corrupción en su justa medida y los diferentes grupos sociales no tienen los grandes déficits de representación política, cultural y simbólica y de consenso social tan acuciantes como los del Perú de hoy. En ese país ideal el MAC-LIMA ya estaría funcionando hace rato. Si se quiere funcionar en el país real se debería tener en cuenta su peculiar contexto y no pensar que el único problema es que los demás no entienden unos supuestos beneficios y que "qué vaina con ese alcalde".Y si hay cosas que no funcionan, modelos, ideales de funcionamiento, estereotipos clasistas e imaginarios "no contaminados" más valdría dejarlos de lado.
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(*)Respecto a la actual exposición que haciendo honor a su nombre debiera "construir el lugar común", si se exceptuan los trabajos de Randall y Luna, y sin haber visto los performances ni haber encontrado en funcionamiento la pieza de sonido, los demás artistas y los curadores parecen haber caido en similares niveles de autismo. Y lo que tampoco se necesitan son planteamientos a lo buen samaritano, no es eso).

Salvando las distancias -y permítaseme la exageración- el dilema que enfrenta la relación política-cultura en este país es comparable al que enfrentó la izquierda en la guerra civil española. Por un lado los partidarios de hacer la revolución para ganar la guerra y por otro los que consideraban prioritario ganar la guerra para después ponerse en pensar en revoluciones. El resultado es por todos conocido ni lo uno ni lo otro. La enseñanza a sacar acá sería que no es posible un trabajo cultural sin que a la vez haya un esfuerzo similar en el campo político. Y si el MAC-LIMA no quiere enfrentarse a ese nivel con el alcalde (lógico y no es porque en el fondo no lo quieran, imagino que piensan que es mejor actuar lo más prudentemente posible) debería llegar a algún punto de encuentro con los vecinos y reconocerlos y ese sí es un asunto político urgente.

Insisto en que lo que este grupo de vecinos está brindando, sin saberlo, es la oportunidad para pensar otro tipo de relaciones institución - públicos y la posibilidad de una nueva política. La pregunta subsiguiente es si hay artistas, gestores, vecinos, esto es ciudadanos todos, capaces de aceptar el reto. Ver más arriba
(*)

Respecto al grupo de vecinos opositores y entre ellos los agrupados en playasdebarranco.blogspot.com creo que el problema de fondo no está donde ellos
dicen que está y les cito: (esto es que el Museo) "No tiene estacionamiento, licencia de funcionamiento, certificado de inspeccion de indeci y finalmente conformidad de obra."

Si uno visita su blog encontrará un trabajo más que meritorio, vital, de denuncia de las nefastas y corruptas políticas de la actual y pasadas administraciones con respecto a la Costa Verde. Trabajo de denuncia del que, todo hay que decirlo, la comunidad artística ha estado
mayoritariamente bien desentendido. Considero que su activismo ciudadano por el cambio de Barranco está mucho más cerca del esfuerzo del Museo de Arte Contemporáneo que lo que ellos podrían estar pensando. ¿No sería mejor buscar aliados en la lucha por una ciudad mejor y no esconder resentimientos sociales tras cuestiones burocráticas? ¿No ofrece el IAC más posibilidades reales de diálogo que las muy habitualmente corruptas administraciones locales? ¿Hay algún grupo de vecinos organizado y representativo? Si en el Perú hay una posibilidad de futuro diferente esta deberá pasar por acuerdos directos entre los diversos grupos en conflicto ya que los políticos no están por la labor.

En las manos de estos vecinos también está -porque exijan ser tenidos en cuenta- que el supuesto robo del parque por parte del MAC-LIMA se convierta en una experiencia de inclusión donde ambas partes dejen algo de lado para ganar en conjunto. En manos del MAC-LIMA está hacer entender con hechos que el de la cultura puede ser un ámbito de coexistencia de diferencias. Nadie habla de cuentos de hadas ni de finales felices pero por lo menos debería intentarse. Un Museo sobre todo en este contexto es una de las últimas posibilidades de civilidad y por fortuna y aunque algunos no lo crean no es un negocio. Para nada.

9 comentarios:

victor castro 1974 dijo...

Rai
no comparto tu punto de vista sobre las piezas presentadas en la muestra, creo que todos los trabajos, gracias al trabajo de curaduría, dialogan con la situación del museo. en lo que a mi pieza se refiere "estructura" no podría la situacón social que se vive, reforzarla más, parece que se va a caer, si no es que alguien primero llega y la tumba... como al museo.
un abrazo

Raimond Chaves dijo...

Si, tienes razón, los trabajos dialogan con la situación del museo y en ese sentido la muestra es correcta pero el problema en mi opinión es que ese dialogo -como casi siempre- se hace desde adentro y entre ellos y para esta ocasión se hacía necesario otro tipo de planteamiento. Los trabajos que destaco creo que saben abrirse, relativizar la propia posición y aspiran a dirigirse a una esfera más amplia. Más que "autoretratos" el Museo necesita incoroporar otro tipo de miradas.

Roberto dijo...

bueno, el tema del museo se planteó hace mucho tiempo. en fin, no voy a poner aquí más enlaces.

un comentario solamente. estoy de acuerdo, la actitud de mezarina es totalmente prepotente y no abre espacio al diálogo.

lo que sí me preocupa es ese discurso paternalista con respecto a los que defienden el proyecto del museo y que se podría resumir en "¿qué más quieren los barranquinos que exista un museo así en su distrito?". lo cual, siendo sinceros con un escenario viciado desde el inicio, no contribuye al diálogo. discurso que se asemeja al de las mineras en la sierra peruana.

a mi la verdad me gustaría poder entrevistar a giuliana borea, conversar con ella y ver no solamente su punto de vista, sino también poner sobre el tapete otros puntos de vista que existen.

saludos

Max dijo...

Ciertamente la posición paternalista es cuestionable. Pero creo que en esta lectura que hace de esa posición se cae, nuevamente, en el error de base (incluso en el error de base de la posición paternalista): constituir bandos en relaciones de antagonismo. En este caso “los barranquinos” y los otros (pro museo/artistas/elites culturales-económicas o como se les llame). No hay bandos configurados tan simplistamente (ni serían tan cohesionados).

De hecho, el problema es que si acaso se ha llegado al punto de preguntarse “qué más se quisiera que un museo en el propio distrito” es porque la labor de difusión del sentido y el valor de un museo no fue eficiente.

Anónimo dijo...

Me parece siempre revelador de esa "alma de minera" que tienen nuestras comunidades artísticas (mirar sólo hacia su ganancia y encima creer que con ella ganan todos los "tontos" que no la entienden) el apasionado silencio en el debate frente a temas que no las tocan directamente; llámese Museo, llámese Bienal... llámese censura a un artista amigo; en fin.

Probemos primero que nuestro trabajo sirve a la comunidad (preguntémonos en serio "cómo", sin darlo por hecho a priori, como siempre), y luego pretendamos "hacerles entender" a los vecinos el asunto. La mirada al ombligo y las actitudes pseudo intelectuales de nuestro medio artístico -curadores, críticos, comentaristas, artistas, docentes y promotores de arte, todos- deben terminar antes de realmente podernos abrir a un diálogo verdaderamente constructivo en el que no existan "partes" de conflicto.

Roberto dijo...

disculpa max, pero ese es el discurso que se propala en todos sitios. ese "antagonismo" no lo he inventado yo.

tan es así, que perú21, al comentar sobre la intervención habló de un grupo conformado por "un alcalde sin sentido común, vecinos malinformados y promotores malintencionados". se entiende que hay otro grupo de gente que tiene la razón.

ahora, yo no estoy en contra del museo. pero que se haga bien. que expliquen cómo se lanzaron a hacer algo sin contar con financimiento. etc.

Max dijo...

La analogía de la minera creo que es errónea: una minera es un negocio y punto (y tiene relave), un museo no. El tema es demasiado complejo como para recurrir a tales facilismos. De hecho, el hablar de un “alma” de minería da cuenta del trasfondo casi religioso en juego y, nuevamente, de una división de bandos, pero en este caso no socio-económica sino moral (“mirar sólo hacia su ganancia”). Por ello se reclama una demostración del valor comunitario de una obra de arte: ¿acaso cuán “bueno” (de bondad) es un artista y su obra? Pero no hay buenos y malos aquí. Lo que es claro es que la mentalidad de bandos reaparece una y otra vez, siempre amparada en criterios dudosos.
Y si bien es crucial la auto-reflexión sobre la práctica artística y su sentido, la pregunta por la utilidad social del arte no puede hacerse literalmente (¿hemos de esperar una respuesta cuantificable por trabajadores sociales?), porque se corre el riesgo de avalar un tipo de arte literalmente “comprometido” con el cambio social (y eso para no preguntar acerca del sentido/necesidad del cambio, que es el a priori no cuestionado acá).
No olvidar el presupuesto democrático ligado a la libertad de expresión del arte: poder decir y dejar de decir lo que a uno se le venga en gana (y aquí aparece una de sus “utilidades sociales” pero de manera implícita).
En todo caso, sí creo necesario, tal como se indica, abrir un diálogo verdaderamente constructivo.

Roberto dijo...

por eso prefiero hablar de discurso: una actividad X en la que hay un grupo de personas que sienten que esta actividad es el "progreso/desarrollo/lo más más para la población" y un conjunto de pobladores (no creo que todos) que se oponen y que para el primer grupo responden a la lógica del "perro del hortelano".

Rosa dijo...

Tal vez la pregunta no debiera ser como acercar el museo a la ciudad ("enseñarles") sino como acercar la ciudad al museo (que el museo aprenda de la ciudad). Todo edificio o intervención pienso que se debe hacer a partir de unas preexistencias, activar la relación con la comunidad no sólo parte de actividades interactivas, es todo un proceso donde también se juega la flexibilidad que tenga el proyecto o "museo" de transformarse o dejarse "infectar" por la comunidad y la urbe.
Los proyectos con mayor éxito han partido de lugares ya apropiados por la ciudad (como el caso de la contracultura y el Pompidou de Francia).
Yo creo qeu no sólo el edificio como realidad construida es autista (espacialmente, simbólicamente y hasta en la forma en la que tienes que llegar) sino también la gente que actualmente se ha apropiado del arte contemporáneo en Lima.
Y si creo que el arte contemporáneo en Lima se maneja entre cierto grupo urbano que maneja cierto concepto de arte, y no creo qeu este mal, asi como los grupos contraculturales, los emergentes o etc manejan sus propios espacios... si todos fueramos iguales que aburrido seria! pero también creo que por ser heterogeneos no necesariamente debemos ser guettos... que eso se pueda hacer con un proyecto....pues es largo pero si el arte piensa que lo puede hacer todo o que la política o que la arquitectura o que el urbanismo, pues creo que no se llegará a ningún lugar.
La reflexión es importante pero también es necesario actuar, es un proceso complicado pero qeu vale la pena.