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viernes, enero 15, 2010

Manifiesto Ecuatoriano del Octubre Trans

A propósito del manifiesto que hice circular en el post anterior mi amiga la crítica ecuatoriana María Fernanda Cartagena me hizo llegar otro potentísimo manifiesto del Proyecto Transgénero en Ecuador enunciado en el marco del Octubre Trans. Reproduzco aquí el documento.
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Manifiesto Ecuatoriano del Octubre Trans

Atuntaqui, Ecuador, 4 de Octubre de 2009

En el Ecuador cada vez más personas y colectivos nos nombramos transgéneros, travestis, transexuales, intersex, bigéneros, andrógin@s, trans en el cuerpo, trans en el género y, sobretodo, “trans en la cabeza”[1]. Desde antes de que usáramos estas palabras, y en lugares periféricos como la costa rural, o la calle, también nos habíamos nombrado, y nos seguimos nombrando, machonas, pirobos, hombradas, karishinas, machis, y con tantos otros términos que – aunque desconocidos por la cultura oficial – hablan de nuestros cuerpos-género

Quizá en las sociedades del norte en las que ha nacido la campaña Stop Trans Pathologization 2012, la transfobia asume expresiones más institucionalizadas que en nuestro lado del mundo. Pero, institucionalizada o no, explícita o sutil, por acción o por omisión del Estado, la descalificación y la violencia sobre los cuerpos distintos es un común denominador que denunciamos en cuantas ciudades y países participamos de este Octubre Trans.

Con estos antecedentes, reunid@s en Atuntaqui, provincia de Imbabura, en la sierra norte del Ecuador, personas y colectivos trans y transfeministas de Azuay, El Oro, Imbabura, Los Ríos, Manabí, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas,

AFIRMAMOS:

Que la descalificación de todo y tod@s l@s que ocupam@s “los lugares femeninos” de la sociedad nos incluye a las mujeres, a l@s femenin@s, a l@s feminizad@s, a "los" que osan emascularse, a "las" que osan masculinizarse, a los “mandarinas”, a otros "hombres no tan hombres", a las mujeres-machas, a los hombres-hembros, a las personas con cuerpos intermedios, o con géneros intermedios, o con actitudes intermedias; y, en definitiva, a las personas de cualquier condición sexo-genérica que con nuestros tránsitos, ambigüedades y transgresiones más o menos conscientes, cuestionamos lo estático, lo unívoco y lo jerárquico del orden patriarcal.

Que la patologización es uno de los modos históricos de descalificación de las existencias femeninas y trans, y de afirmación – y recuperación – del orden patriarcal.

Que la patologización se articula en espacios informales y formales y, por lo tanto, se expresa en prácticas en ocasiones ilegales y en ocasiones revestidas de legalidad y legitimidad científica. Arraigada en instituciones pero también, y tal vez más peligrosamente, “en el sentido común”[2]; la patologización termina reforzando o justificando otras prácticas transfóbicas, como la violencia y la exclusión. Por eso,

DENUNCIAMOS:

Que en las calles de Quito en que nos manifestamos este 17 de Octubre; en la Michelena, en la Mariscal, en la Plaza del Teatro o en “La Y”, la transfobia se expresa en insultos, botellazos, balines de goma, huevos y crímenes de odio que buscan “borrar lo trans”, aniquilando a comunidades culturales visibles, como lo son las familias de trabajadoras sexuales callejeras.

Que la privación histórica en el acceso a la vivienda, al empleo, a la educación y a la salud nos ha confinado a una supervivencia en guetos socio-culturales y económicos y que esta existencia paralela o “coexistencia de espaldas”[3] también borra lo trans.

Que la discriminación en el acceso al espacio público es una de las prácticas más violentas sobre los cuerpos y estéticas distintas en la ciudad, y que las batidas policiales que limpian las calles de específicos colectivos que las ocupamos “sin objeto plausible alguno”[4] hacen parte de esa práctica.

Que, en Ecuador, las personas que nacemos en biologías femeninas, sufrimos de cargas laborales más pesadas, una peor calidad de vida, peor nutrición en relación con los hombres biológicos, y un control más cerrado por parte de nuestras familias sobre nuestras vidas y decisiones sexuales. En la privación del ocio y, por tanto, del “lugar en el que se reinventan las cosas”[5], los transgéneros masculinos, al igual que las mujeres, nos vemos privad@s de la posibilidad de reinventar nuestro propio cuerpo.

Que en Manabí –provincia con cierta prevalencia de nacimientos intersex – a l@s “indefinid@s” se nos obliga a vivir como varones. Mientras, en otros lugares, el criterio quirúrgico se inclina hacia la feminización como una opción más fácil de “normalización” de “genitales ambiguos”, aquí se prefiere la “equivocación” hacia el lado masculino. Y, aunque escapar del bisturí constituye tal vez una “ventaja de la desventaja” propia de nuestra realidad, todavía estamos lejos, en todas partes, de escapar de la tiranía de tener que sobrevivir en un orden binario de cuerpos-géneros en el que de partida no encajamos.

Que en provincias como Guayas y Pichincha, existen clínicas privadas de rehabilitación que ofrecen tratamientos psicológicos para “curar” la homosexualidad femenina y la transexualidad[6]; y que la existencia de estas clínicas evidencia esa patologización grosera y abiertamente ilegal que, no obstante, encuentra la complicidad de familias enteras y la negligencia del Estado ecuatoriano; cuando, cinco años de denuncias, no han sido suficientes para clausurar definitivamente estos establecimientos, o evitar que reabran con facilidad.

Que, en nuestra cultura blanco-mestiza predominante, heredera de un Derecho occidental, la enfermedad mental ha ido de la mano de una de las instituciones jurídicas más determinantes de la vida civil – la “capacidad” – que designa la facultad de l@s sujetos de representar sus “propios y personales derechos” o, alternativamente, requerir el tutelaje de tercer@s o el del Estado mismo; y que, en el saco de l@s “incapaces” hemos estado, históricamente, las personas que ocupamos los lugares femeninos de la sociedad.

Que, a treinta años de que en el Ecuador la mujer casada haya dejado de necesitar la ratificación marital de sus actos civiles[7] y el permiso marital para ejercer su libertad de tránsito, la tutela patriarcal sobre los cuerpos femeninos y trans permanece, en cambio, básicamente incuestionada.

Que la tutela patriarcal se expresa, en el peor de los casos, en un sistema penal que castiga los actos de disposición sobre el propio cuerpo; y, en el mejor de los casos, en un sistema de salud negligente que condena a las personas a intervenirse corporalmente sin asistencia alguna y por propia cuenta y riesgo, desestimando las prácticas identitarias como actos caprichosos de estética. De ahí el fenómeno común de la auto-cirugía, la auto-hormonización, y la utilización de sucedáneos peligrosos del silicón quirúrgico, como la inyección directa de aceite de avión y otras sustancias, que cobran cientos de vidas trans cotidianamente.

Que, en sociedades del norte que, a diferencia de la nuestra, han aprobado legislaciones y servicios de salud específicos “en beneficio” de la población trans, la tutela patriarcal también permanece incuestionada, sólo que se expresa, más sofisticadamente, en el diagnóstico psiquiátrico de “disforia de identidad de género” que re-edita aquella antigua conexión entre enfermedad mental e incapacidad que históricamente ha pesado sobre las mujeres y otr@s femenin@s.

Que el aparataje psiquiátrico y médico que en esas sociedades se pone al servicio de una reasignación binaria de sexos-géneros también borra lo trans, pues condena a las personas trans a existir únicamente en dos planos, a saber: como anhelos fallidos de “mujer” u “hombre” en tanto disfóric@s diagnosticad@s, o, como “hombres” o “mujeres” post-transexuales en tanto disfóric@s tratad@s.

Que la reasignación binaria de sexos-géneros, además de transfóbica, es una práctica racista y colonial, que corrige, reasigna y construye a est@s hombres y mujeres post-transexuales con base en canones eurocéntricos de masculinidad y feminidad. A pesar de todo esto, desde la resistencia corporal, la conciencia transfeminista, y la intención política de “subvertir desde dentro”,

CELEBRAMOS:

Que sumarnos a esta Campaña Internacional de Pare a la Patologización de la Transexualidad nos involucra a tod@s en un diálogo intercultural que matiza nuestras respectivas comprensiones de la causa trans en el mundo, porque nos permite desenmascarar formas de transfobia con las que acaso convivimos sin darnos cuenta; y prevenir que otras podrían introducirse en nuestro entorno, o hasta “importarse” deliberadamente.

Que la diversidad trans existe a pesar de los intentos institucionales por borrarla y a pesar de las marginaciones históricas de nuestra experiencia; y que es una diversidad que se desborda en una multiplicidad de expresiones culturales, instituciones propias, lenguajes propios e identidades colectivas que no dependen del canon civilizatorio oficial, ni del sistema jurídico formal, ni de las instituciones oficiales para existir. Por eso tenemos nombres culturales, y apellidos culturales, y familias culturales y géneros reales, más allá de los nombres, apellidos, parentescos y sexos legales. Y por eso, ni la androginia de la costa, ni el travestismo de la sierra, ni el fenómeno extendido de la maternidad transmasculina en Ecuador pasan por el bisturí, por la tecnología, por el dictamen estético o por el diagnóstico psiquiátrico de la cultura dominante.

Que, gracias a la alianza transfeminista que sostuvo una “presencia incómoda”[8] en la Asamblea Nacional Constituyente de Montecristi-2008, tenemos una Constitución que enuncia expresamente la no discriminación por identidad de género, la libertad estética, el derecho a la identidad, el reconocimiento a la diversidad familiar y cultural, y una acción de protección que se inscribe en la tendencia de un neo-constitucionalismo latinoamericano de avanzada.

Que, bajo ese marco constitucional, en la afortunada ausencia de una legislación patologizante, y gracias al activismo judicial alternativo, en el Ecuador son posibles, en la cédula de identidad, combinaciones discordantes entre imagen y nombre, y entre nombre y sexo, y, desde el 2007, son posibles los cambios de nombre, y han sido posibles, incluso, los cambios judiciales de sexo, sin prerrequisito de tutela psiquiátrica ni tratamiento alguno de normalización corporal.

Con este balance de adversidades y oportunidades, y en solidaridad con realidades similares y distintas del resto del mundo,

EXIGIMOS:

La retirada de la “disforia de identidad de género”, o “trastorno de identidad de género” de los catálogos de la Asociación Americana de Psiquiatría y de la Organización Mundial de la Salud.

La supresión del sexo legal de los documentos que atañen a la vida civil. La correcta ubicación jurídica del sexo biológico, la identidad de género y las variantes corporales como factores no susceptibles de discriminación.

El derecho a la imagen y al nombre libremente escogidos y sin condicionamientos.

El respeto a las formas de identificación alternativa de diversos colectivos culturales y su convalidación legal, en caso de ser necesaria.

La supresión de la tutela psiquiátrica sobre los actos de disposición sobre el propio cuerpo y como pre-requisito de ciudadanía.

El derecho a la intervención corporal libre de riesgos y la correcta ubicación de la intervención médica, como garante del derecho a la vida y a la salud, previo consentimiento informado.

El cese a las prácticas de mutilación genital e intervención corporal no consentida en personas intersex.

La concepción de un sistema de salud, entendido, como lo recoge la actual Constitución ecuatoriana, como parte del alli kawsay o “buen vivir”, y de cuyos servicios no tienen derecho a beneficiarse sólo las personas enfermas, sino también las personas sanas con necesidades específicas.

La implementación de políticas anti-discriminación y políticas de interculturalidad que propicien la convivencia cotidiana, entre quienes hemos “coexistido de espaldas”.

¡PARE! La transexualidad no es enfermedad

¡PARE! La identidad no se diagnostica

¡PARE! No a la obligación de escoger entre identidad y salud o entre identidad y cualquier derecho

¡PARE! No a las prácticas de normalización intersex

¡PARE! No a las prácticas que borran lo trans


[1] Recogiendo un aporte de Ana Almeida, del Proyecto Transgénero. [2] Recogiendo un aporte de Andrea Aguirre, de las Mujeres de Frente, Casa Feminista de Rosa. [3] Como diría Boaventura de Souza Santos. [4] Usando el lenguaje textual del artículo 612 del Código Penal ecuatoriano, que todavía se usa para reprimir a trabajadoras sexuales trans y otr@s “sospechos@s” en el espacio público. [5] Recogiendo un aporte de Pablo Mogrovejo, de la Coalición Ecuatoriana para la Diversidad Cultural. [6] Como lo han venido documentando Tatiana Cordero, Taller de Comunicación Mujer, y Fundación Causana. [7] Nos referimos a la reforma en la legislación civil de 1979. [8] Así se denominó a la alianza entre el Proyecto Transgénero, Confetrans, Coalición por la Despenalización del Aborto, Mujeres de Frente, Casa Feminista de Rosa, Causana y otros colectivos feministas durante la Asamblea Constituyente.

jueves, enero 14, 2010

MANIFIESTO PARA LA INSURRECCIÓN TRANSFEMINISTA - Red PutaBolloNegraTransFeminista

Hablando de redes, manifiestos y cambios de año vía el blog de Beatriz Preciado --cuyos textos y entrevistas seguirán circulando por estas páginas-- me encuentro con el reciente manifiesto que hace circular desde España la Red PutaBolloNegraTransFeminista (The WhoreDykeBlackTransFeminist Network). Lo reproduzco íntegro, y con su versión en inglés. No hace falta decir que este blog también transfeminista suscribe cada una de sus letras y todos sus deseos insurrectos (incluso los que aún no han sido imaginados).
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Combatientes cubanos conocidos como “los barbudos” bajaron de las montañas y el 1º de enero de 1959 tomaron La Habana acabando con la dictadura bananera de Fulgencio Batista que había convertido Cuba en el “casino” de EEUU, y en eso: llegó Fidel y el triunfo de la revolución socialista cubana.

35 años más tarde, el 1º de enero de 1994, campesinos indígenas pertenecientes al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional también bajaron de las montañas. Comenzando por San Cristobal de las Casas ocuparon muchas poblaciones del Estado mejicano de Chiapas coincidiendo con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Mexico y Canadá que condenaba a una mayor pobreza a las poblaciones indígenas. Bajaron del monte, tomaron sus objetivos y desencadenaron una de las revoluciones con mayor trascendencia de las últimas décadas del siglo XX. Hoy, 1º de enero de 2010, desde diferentes barrios, ciudades, culturas y mundos hacemos un llamamiento a la lucha transfeminista, a la conformación de manadas como unidades básicas de convivencia y organización y a la rebelión en las calles, en las casas y en los pueblos. Desde nuestras aceras y con toda nuestra pasión proclamamos a los 4 vientos el siguiente :


MANIFIESTO PARA LA INSURRECCIÓN TRANSFEMINISTA

Hacemos un llamamiento a la insurrección TransFeminista:

Venimos del feminismo radical, somos las bolleras, las putas, lxs trans, las inmigrantes, las negras, las heterodisidentes… somos la rabia de la revolución feminista, y queremos enseñar los dientes; salir de los despachos del género y de las políticas correctas, y que nuestro deseo nos guíe siendo políticamente incorrectas, molestando, repensando y resignificando nuestras mutaciones. Ya no nos vale con ser sólo mujeres. El sujeto político del feminismo “mujeres” se nos ha quedado pequeño, es excluyente por sí mismo, se deja fuera a las bolleras, a lxs trans, a las putas, a las del velo, a las que ganan poco y no van a la uni, a las que gritan, a las sin papeles, a la marikas…

Dinamitemos el binomio género y sexo como práctica política. Sigamos el camino que empezamos, “no se nace mujer, se llega a serlo”, continuemos desenmascarando las estructuras de poder, la división y jerarquización. Si no aprendemos que la diferencia hombre mujer, es una producción cultural, al igual que lo es la estructura jerárquica que nos oprime, reforzaremos la estructura que nos tiraniza: las fronteras hombre/mujer. Todas las personas producimos genero, produzcamos libertad. Argumentemos con infinitos géneros…

Llamamos a la reinvención desde el deseo, a la lucha con nuestros cuerpos ante cualquier régimen totalitario. ¡Nuestros cuerpos son nuestros!, al igual que lo son sus límites, mutaciones, colores, y transacciones. No necesitamos protección sobre las decisiones que tomamos en nuestros cuerpos, transmutamos de género, somos lo que nos apetece, travestis, bollos, superfem, buch, putas, trans, llevamos velo y hablamos wolof; somos red: manada furiosa.

Llamamos a la insurrección, a la ocupación de las calles, a los blogs, a la desobediencia, a no pedir permiso, a generar alianzas y estructuras propias: no nos defendamos, ¡hagamos que nos teman!

Somos una realidad, operamos en diferentes ciudades y contextos, estamos conectadxs, tenemos objetivos comunes y ya no nos calláis. El feminismo será transfronterizo, transformador transgénero o no será, el feminismo será TransFeminista o no será…

Os Keremos.

Red PutaBolloNegraTransFeminista


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Cuban fighters known as “the bearded ones” descended from the mountains and on the January 1st 1959 seized Havana ending Fulgencio Batista’s banana dictatorship that had turned Cuba into the U.S.’s “casino”, and with it: came Fidel and the triumph of the Cuban socialist revolution.

35 years later, January 1st 1994, agrarian peoples of indigenous origin members of the Zapatista Army of National Liberation also descended from the mountains. Starting with San Cristobal de las Casas they occupied many of the towns of the Mexican territory of Chiapas coinciding with the coming into effect of the North American Free Trade Agreement between the U.S., Mexico and Canada which condemned to even greater poverty the indigenous populations. They came down from the mountains, took their objectives and triggered one of the most significant revolutions of the XX century.

Today , January 1st 2010, from different neighborhoods, cities, cultures and worlds we call for a trans-feminist struggle, to the formation of packs as bacic units for coexistance and organization and rebellion in the streets, in homes and towns. From our sidewalks and with all of our passion we proclaim to the four winds the following:



MANIFESTO FOR THE TRANS-FEMINIST INSURRECTION

We call for trans-feminist insurrection:

We come from radical feminism, we are the dykes, the whores, the trans, the immigrants, the blacks, the hetero dissidents… we are the rage of the feminist revolution and we want to bear our teeth; out of the offices of gender and politically correct, and that our desire guides us continuing to be politically incorrect, bothering, rethinking and changing the signification of our mutations. Being just women isn’t enough anymore. We have outgrown “Women” as the political subject of feminism, and it is in itself exclusive, it leaves out the dykes, trans, the whores, the one who wear veils, the ones who earn little and don’t go to the university, the ones who yell, the immigrants without legal resident papers, the fags.

Let’s dynamite the sex and gender binominal as a political practice. Let’s follow the path that we began, “one is not born a woman but becomes one”, let’s continue unmasking the power structure, the division and hierarchy. If we can’t learn that the man/woman difference is a cultural product, just as the hierarchal structure that oppresses us, we reinforce the structure that tyrannizes us: the “man/woman” borders. Everyone produces gender, we produce freedom. Arguments with countless genders…

We call for reinvention based on desire, the fight with our bodies before any totalitarian regime. Our bodies are ours!, as well as their limits, mutations, colors and transactions. We don’t need protection over the decisions our bodies, we transmute our genders, we are what we want to be, transvestites, dykes, super-fems, butches, whores, transgenders, we wear veils and speak Wolof; we are network: furious pack.

We call for insurrection, for the occupation of the streets, to the blogs, to disobedience, to not ask for permission, to generate alliances and structures of our own: let’s not defend ourselves, make them fear us!

We are a reality, we operate in different cities and contexts, we are connected we have common objectives and we won’t be silenced now. Feminism will be trans-feminist or not at all…

We luv you.

The WhoreDykeBlackTransFeminist Network



Medeak, Garaipen, La Acera Del Frente, Itziar Ziga, Lolito Power, Las Chulazas, Diana J. Torres AKA Pornoterrorista, Parole de Queer, Post_op, Las maribolheras precarias, Miguel Misse, Beatriz Preciado, Virginie Despentes, Katalli, MDM, Coletivo TransGaliza, Laura Bugalho, EHGAM, NacionScratchs, IdeaDestroyingMuros, Sayak Valencia, TransFusión, Stonewall, Astrid Suess, Alira Araneta Zinkunegi, Juana Ramos, 7menos20, Kim Pérez (Cofunder of Conjuntos Difusos), d-generadas, las del 8 y et al, Beatriz Espejo, Xarxa d’Acció Trans-Intersex de Barcelona, Guerrilla Travolaka, Towanda,Ciclobollos, O.R.G.I.A, Panteras Rosas, Trans Tornados, Bizigay, Pol Galofre, No Te Prives, CGB, Juanita Márkez Quimera Rosa, Miriam Solà, Ningún Lugar, Generatech, Sr. y Sñra. Woolman, Marianissima Airlines, As dúas, Oquenossaedacona, Go Fist Foundation, Heroína de lo periférico, Lola Clavo, Panaderas Sin Moldes, Señorita Griffin, Impacto Nipón, Las Mozas de KNY, Kabaret Lliure de Mediona, Teresa Matilla

miércoles, enero 21, 2009

Exceso (in)visible: tráfico y pospornografía

Del lunes 26 de enero al jueves 29 de enero se realizará en México D.F. el Sexto Coloquio Exceso (in)visible: tráfico y pospornografía organizado por 17, Instituto de Estudios Críticos. El Coloquio parece prometedor, y es una excelente oportunidad para ampliar la discusión sobre la pospornografía como espacio de producción de contradiscursos críticos en torno a las formas heteronormativas de representación de la sexualidad. Gran parte de los discursos pospornográficos recientes han permitido repensar las formas de relación y los modos de representación de la pornografía, desmontando sus formas de construcción normalizada de realidad, las cuales se ven invertidas o desmanteladas. Y para sorpresa y entusiasmo de muchos en este Coloquio estará Annie Sprinkle!, actriz de innumerables películas porno, ex prostituta, y sin duda una de las activistas y productoras visuales feministas más rabiosamente políticas de las últimas dos décadas. Su trabajo ha sido uno de los primeros en criticar abiertamente las formas de representación estereotipadas de la mujer, de su cuerpo y de sus formas de obtención de placer, desde la propia construcción pornográfica, apropiándose de sus modos de producción y formas de circulación, y mezclándolo con acciones y performances de diverso tipo, lo cual es sin duda el principal detonante para la revisión subversiva que hoy llamamos pospornografía. Si asumimos que la sexualidad es un régimen político, y el género no es una dimensión inherente del sujeto sino que se 'construye' como efecto de su dimensión performativa cotidiana -como bien señala Judith Butler-, la pospornografía exige la observación e intervención en ese horizonte político de la pornografía como un dispositivo productor de subjetividades.

Reproduzco la información del Coloquio en México, y que me encuentra con un entusiasmo particular ya que -coincidentemente- la próxima semana comienza también el Seminario 'El arte después de los feminismos' que hemos coordinado y organizado colectivamente -con mis compañeros de estudios del PEI- en el MACBA, como parte del trabajo de investigación que estamos realizando sobre los discursos e historiografías queer y feministas en el Estado Español, y sobre lo cual comentaré en un post aparte. Por ahora la información del Coloquio que pueden ver con más referencias aquí.
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17, Instituto de Estudios Críticos

convoca a su 6º coloquio

Exceso (in)visible: tráfico y pospornografía

que se llevará a cabo del lunes 26 de enero al jueves 29 de enero

con la participación de:

Annie Sprinkle (artista independiente, California E.U.A),
Elizabeth Stephens (Universidad de California–Santa Cruz),
Kelly Dennis (Universidad de Connecticut),
Marisa Belausteguigoitia (PUEG, UNAM),
Fabián Giménez Gatto (Universidad Autónoma de Querétaro),
Mónica Mayer (artista independiente, México D.F.),
Elsa Muñiz (Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco)
Lorena Wolffer (artista independiente en México, D.F.)

entre otros...


El propósito es comprender la pospornografía como una vertiente contemporánea singular de lo pornográfico, una manifestación que va más allá de sí misma, no tan sólo al modo de un género o subgénero cinematográfico o editorial, sino como una producción simbólica descentrada, que evoca diversas miradas y manifestaciones capaces de develar aspectos fundamentales de nuestra actual realidad social, cultural y estética.

Pretendemos pensar a la pornografía desde el ángulo especial que nos brinda la pospornografía, que es una pornografía no falocéntrica, una pornografía descentrada de sus usuales derroteros masculinos y femeninos; una manifestación desconstruida, generadora a su vez de nuevas desconstrucciones; una reflexión sobre lo (aparentemente) visible y explícito que da paso al abordaje más hondo del cuerpo imaginario mediante una perspectiva que se resiste a las visualizaciones monocordes y estatuidas… y que va siempre en dirección de su propia interrogación. En suma, un fenómeno límite cuyas consecuencias son tan significativas para lo personal como para lo colectivo.

Planteamos así una reflexión y una invitación al debate en torno a la hipervisivilidad pero también en torno a la invisibilidad contemporánea, a lo explícito y a lo oculto de las retóricas públicas e íntimas de nuestro tiempo. Referirse a lo pospornográfico es hablar de lo erótico y lo obsceno (lo fuera-de-escena), lo real y lo irreal, el deseo y la fantasía.

Imprescindible para re-crear nuestra condición en el presente, la pospornografía nos permite abordar los claroscuros que nos constituyen, donde lo evidente puede permanecer a la sombra y lo oculto puede aparecer con toda su fuerza (por ejemplo, a través de una imagen sin censuras).

Por su parte, la escritura sobre lo pornográfico también puede asumir nuevas formas y contornos, donde convivan el cuerpo y lo incorpóreo, y donde la imagen y la representación instituida que de él tenemos pueda desvanecerse a fin de dar lugar a nuevas articulaciones: nuevas miradas, heterogéneas con respecto a la mirada clásica, voyeur y no, que innoven; que nos permiten repensar lo que vemos, pero también lo que narramos y escuchamos narrar.

Nuestra revisión de lo pospornográfico tiene, en suma, el sentido de brindar un acceso fresco a una reflexión “descarnada” de la naturaleza del lazo social contemporáneo, así como de algunas de sus más complejas y sutiles aristas y estéticas.

Lunes 26 de enero 2009

17:00 - 19:00 h
Conferencia magistral: "Cartografías de la escena pospornográfica", Fabián Giménez Gatto
19:00 - 19:30 h
Receso
19:30 - 21:30 h
Mesa redonda “Pornografía, arte y género”
Mónica Mayer, Lorena Wolffer y Marisa Belausteguigoitia


Martes 27 de enero 2008


17:00 - 19:00 h
Conferencia magistral I Kelly Dennis
19:00 - 19:30 h
Receso
19:30 - 21:30 h Discusión del filme “Herstory of Porn” (dir.
Annie Sprinkle & Scarlot Harlot, 1998, 69 minutos, en inglés).


Miércoles 28 de enero 2008

17:00 - 19:00 h Conferencia magistral I Elizabeth Stephens (con Annie Sprinkle)
19:00 - 19:30 h Receso

19:30 - 21:30 h
Conferencia magistral I Annie Sprinkle


Jueves 29 de enero 2008

16:30 - 18:30 h Conferencia Magistral II Kelly Dennis
18:30 - 20:00 h
Receso
20:00 - 22:00 h
Performance de Annie Sprinkle y Elizabeth Stephens
22:00 h Brindis

Informes y costos

Dirigido a:
quienes se interesan por el arte, los estudios visuales, los estudios de género, el pensamiento político, la filosofía y los lazos sociales contemporáneos.
Duración: 16 horas en 4 días
Traducción: porciones significativas del coloquio transcurrirán en inglés pero contaremos con traducción simultánea al español.

Costo por cada tarde de las conferencias y mesas sobre la pospornografía: $ 300 pesos m.n.
Costo por las cuatro tardes: $ 1,100 pesos m.n.
Se otorgará constancia curricular a quienes cumplan con el 80% de las asistencias.

Contacto: info@17.edu.mx, naraiza@17.edu.mx

Página web: http://17.edu.mx/

http://www.17.edu.mx/index.php?cont=113
Teléfonos: 5511 4488 y 5208 8597
Sede: 17, Instituto de Estudios Críticos
Colima# 166, entre Orizaba y Córdoba
Colonia Roma
Ciudad de México

sábado, agosto 09, 2008

La pornografía es una noción política

Hace un mes se realizó el seminario FeminismoPornoPunk, un programa de discusión y producción que vinculó desde teóricos, activistas, investigadores hasta productores visuales, organizado por la filósofa Beatriz Preciado en Arteleku (San Sebastian, España). Yo tenía todas las ganas de ir pero se me cruzó con un viaje, y ahora estoy demasiado arrepentido ya que creo que me perdí algo buenísimo. Esta semana anduve revisando algunos comentarios de asistentes y participantes y aquí comparto un fragmento de una reciente entrevista -publicada en el diario Diagonal- a Preciado en torno al tema. Quizá no haga falta decir que el desarrollo teórico y crítico de Beatriz alrededor del discurso queer es NO-TA-BLE, y creo que esta entrevista en pdf, realizada por crítico y curador Jesús Carrillo, es una buena introducción sobre sus ideas y su trabajo de actual producción filosófica. Intentaré colgar pronto otros post sobre el asunto.

Copio también algunos segmentos del discurso de Beatriz sobre el Seminario en Arteleku. Pueden encontrar el programa del Seminario y su boletín en pdf aquí.
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FeminismoPornoPunk

FeminismoPornoPunk es un programa estructurado en torno a la investigación y la producción postpornográfica, la crítica de los códigos tradicionales de representación de la sexualidad y la representación multimedia de los cuerpos y las sexualidades subalternas.

Superando la oposición feminismo anti-porno/pro-porno y siguiendo los trabajos de Michel Foucault, Judith Butler y Linda Williams, este proyecto explora la pornografía como una de las tecnologías biopolíticas de producción y normalización del cuerpo, del género, de la sexualidad y del placer en las sociedades postindustriales. Este encuentro toma el dispositivo pornográfico como lugar de entrecruzamiento de tres espacios políticos y de crítica cultural, al mismo tiempo conectados y discontinuos: el feminismo como lenguaje y práctica de ampliación del horizonte de la esfera pública a partir de una crítica de la opresión de género; el movimiento queer de minorías sexuales disidentes y crítica de la normalización heterosexual y el Punk como práctica de invención de nuevas técnicas baratas de intervención crítica (“doityourself”, “become the media”), apelando a su dimensión políticamente incorrecta, sucia e irrecuperable.

Se trata de dar visibilidad a las prácticas y los discursos de reapropiación del dispositivo pornográfico como máquina de subjetivación disidente que surgen en las culturas femininistas y queer. Nos interesan las representaciones pornográficas subalternas y su capacidad para funcionar como espacios críticos y de contestación en los que redefinir las identidades sexuales y de género.

Beatriz Preciado

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"La pornografía es una noción política"


JUNE FERNÁNDEZ

El filósofo y activista queer Beatriz Preciado, autor del ‘Manifiesto contra-sexual’, ha dirigido diversos proyectos sobre la representación del sexo.

En su último libro, Testo yonqui (Espasa Calpe, 2008), describe un nuevo capitalismo farmacopornográfico, a la vez que relata su experimentación con la testosterona. Su próximo trabajo será una relectura filosófica de la historia de la pornografía, “un prisma extraordinario para entender la construcción del cuerpo, del placer y de la identidad sexual”.

DIAGONAL : ¿Qué querías abordar con el cocktail de conceptos Feminismopornopunk ?

BEATRIZ PRECIADO : Me interesaba hacer resonar el punk y el porno contra la noción de feminismo, que por una mezcla de desinformación y garrulismo machista, se piensa a menudo como una teoría política antipornográfica, asexual y gazmoña. El feminismo postporno y el movimiento punk comparten un cierto gusto por el feísmo, una estética barata y anticonsumista, y la conciencia de que buena parte de la batalla política se libra en el cuerpo. Son dos de los movimientos más radicales y lúcidos de la segunda mitad del siglo XX. Quería generar redes de intercambio entre las nuevas generaciones y los activistas internacionales creadores del movimiento. El reto era abrir un diálogo desde la pluralidad, la contaminación entre gays, lesbianas y trans ; drag kings y superféminas ; lo global y lo local...
(...)

D. : ¿Qué es el postporno ?

B.P. : Es el efecto del devenir sujeto de aquellos cuerpos y subjetividades que hasta ahora sólo habían podido ser objetos abyectos de la representación pornográfica. A finales de los ‘80, en plena crisis del sida, las mujeres y las minorías se reapropian del dispositivo pornográfico y reclaman otras representaciones y otros placeres que cuestionan la mirada del gran eyaculador blanco heterosexual. El movimiento postporno nos enseña que la pornografía es una noción esencialmente política : no existe sin leyes y técnicas que definan los límites de lo públicamente visible, restrinjan su distribución y recepción, y regulen la mirada. Estas leyes y técnicas privilegian el placer masculino heterosexual y normalizan los modos de hacer sexo. El movimiento postporno propone una ampliación de la esfera pública pornográfica que permita miradas críticas y disidentes.

D : ¿Es necesariamente LGTB ?

B.P. : En absoluto. Cuestiona las dicotomías tradicionales, por lo que es crítico también con la representación normativa de las sexualidades lesbianas, gays o trans. Este trabajo crítico es más intenso en el movimiento queer, debido al trabajo asociativo y de lucha política, pero afecta también a la heterosexualidad : no hay más que ver el trabajo de directoras como Erika Lust, Sandra Uve o María Llopis. Shar Rednour o Tristan Taormino enseñan a las mujeres heterosexales en sus películas a penetrar analmente a sus amantes masculinos, rompiendo una de las normas fundacionales de la heterosexualidad : la impenetrabilidad de los hombres.

D. : ¿No se queda en la élite o en las minorías ?

B.P. : No es elitista sino profundamente corporal y político. Se trata de un espacio de experimentación y de crítica en el que inventar nuevos imaginarios y crear representaciones que cuestionen el modo habitual de mirar y de sentir. Debemos dejar de considerar al consumidor de pornografía como si fuera un ojo siempre estúpido y acrítico. Ahora existe un masturbador informado que sabe dónde buscar representaciones alternativas a la pornografía tradicional.


[imagen: "The Breast Cancer Ballet", Annie Sprinkle and Elizabeth Stephens]