domingo, junio 20, 2010

Vergonzosa, grosera y torpe censura de Fundación Telefónica a exposición de Eduardo Villanes

Reproduzco un post que ha publicado el artista peruano Eduardo Villanes en su blog en torno a una digamos peculiar, pero no por ellos menos triste y deplorable, (auto)censura de la institución Centro Fundación Telefónica de Lima que había invitado al artista para una exposición individual en la Sala Plasma. Una 'autocensura' que implicó el borrado del nombre de la institución (Fundación Telefónica), la dirección y los horarios de visita del catálogo impreso. El comentario de Villanes explica las razones de aquella decisión y su decisión comprensible de suspender la exposición. Tal actitud, por demás grosera y torpe, no sólo pone en serio entredicho la seriedad, responsabilidad y capacidad ética de tal institución para asumir las dimensiones críticas de la producción cultural, cuyo papel --de la producción artística, así como de toda manifestación estética-- es precisamente poner en agenda pública una serie de cuestiones que nos competen a todos como sociedad civil; sino adicionalmente deja en evidencia que para esta institución el responder a las lógicas e intereses corporativos ya impuestos son mucho más importantes que asumir su papel como mediador público de un debate tan urgente y necesario en el cual estamos todos involucrados. Es realmente lamentable y vergonzoso.
.......

Saturday, 19 June 2010

CENSURAN EXHIBICION EN FUNDACION TELEFONICA (LIMA)

El 10 de junio del 2010 se inauguró mi exhibición "La Extinción del Maíz" en la Sala Plasma de la Fundación Telefónica.

El catálogo de la exhibición llegó de imprenta recién la noche de la apertura. Para sorpresa de los asistentes, el catálogo no contenía ninguna información sobre la muestra: nombre de la sala, direccion ni horarios.

La historia que llevó a Telefónica a imprimir un catálogo anónimo es la siguiente: El 1ro de junio envié a Telefónica mi texto para el catálogo, recibiendo en respuesta un email solicitándome que retire la última frase, por considerarla peligrosa. Respondí que nó y sugerí que agreguen “Telefónica no comparte necesariamente las opiniones del artista” al final de mi texto.

Dos días antes de inaugurarse la exhibición me escribieron que mi texto finalmente recibió el visto bueno. Me enviaron la prueba de imprenta para mi aprobación.

El catálogo entregado por telefónica la noche de la inauguración era distinto a la prueba de imprenta. Mi texto estaba completo pero faltaba la información básica de la muestra. Recibí una llamada de Telefónica informándome que hubo una decision de ultimo minuto y el catálogo se entregaría únicamente en la galería, no sería difundido externamente, por ello borraron el nombre, ubicación de la sala y cualquier mención a Telefónica.

A raíz de esta censura les informé que cancelaba mi exhibición y retiraba las piezas. A continuación mi texto introductorio:


La Extinción del Maíz

Hay Quienes no Consideran a los Integrantes no Humanos de la Familia Planetaria como Formas de Vida Equivalentes a la Nuestra.

George Naytowhowcon vivió en una reservación india por dos décadas hasta que se mudó a un pueblo en el norte del estado de NY, donde lo conocí. Entre los temas de interés que compartimos están la textilería con chaquiras y la contaminación ambiental. Para dar una idea de la personalidad de George mencionaré que durante el derrame del petrolero Exxon Valdez, él fue a Alaska a bañar focas con un shampoo especial cuya formula inventó.

George me informó sobre varias formas de contaminación desconocidas para mí. En nuestras caminatas por el campo acostumbra señalar en el cielo ciertas estelas sospechosas, algo distintas a las que dejan los jets; en realidad son químicos rociados para manipular el clima del planeta, aquí los llaman chemtrails. En estas conversaciones también me enteré, por primera vez, sobre el tema de la contaminación transgénica que afecta al maíz y otras plantas. A partir de entonces tuve la idea de dedicar mi textilería con chaquiras a la reproducción y almacenamiento de códigos genéticos.

George ha llegado a la terrible conclusión que la contaminación no es un hecho accidental, sino que es un acto deliberado. Existe el plan de contaminar la naturaleza hasta destruirla y luego sustituirla con formas de vida artificial de propiedad de las multinacionales, como los transgénicos, por ejemplo.

George me presto un ejemplar del libro “Otros Concilios De Fuego Hubo Aquí Antes Que El Nuestro” de Twyla Nitsch, shamán de la reservación india donde él vivió. “Hay quienes no consideran a los integrantes no humanos de la familia planetaria como formas de vida equivalentes a la nuestra” es una frase que encontré en este libro, hace referencia a la arrogancia que no nos permite comunicarnos con los lenguajes empleados por nuestras contrapartes planetarias.

Al leer a Twyla me sorprendió encontrar varias referencias al ADN, como en el siguiente pasaje sobre el origen de la Tierra: “Un Gran Misterio habló a nuestros corazones y decretó que la Tierra sería la madre de incontables formas de vida que se manifestarían físicamente cuando les llegara su momento…Cada una de las combinaciones de luces coloreadas que habitan en el interior del cuerpo de la Tierra, son futuras manifestaciones que viven como pensamientos, hasta el tiempo de su nacimiento a la fisicalidad.”

Prefiero esta definición del ADN a aquella que usa la ciencia y las multinacionales que actualmente la financian. Me gusta pensar que fui creado a partir de instrucciones almacenadas dentro de una clave de espectros de luz, y no dentro de algo parecido al software de una computadora.

Thomas, un amigo que me presentó George, fue asesinado el año pasado por oponerse a la introducción de una empresa de casinos en su reservación, historia parecida a lo que sucede en la selva peruana. George dice que si un día vienen por él, no se dejará llevar, los esperará con la escopeta cargada.

Eduardo Villanes, 2010

catálogo

prueba de imprenta

Vista de la Sala Plasma durante el montaje de "La Extinción del Maíz"

3 comentarios:

marcelo expósito dijo...

se diría que la responsabilidad que tienen en la destrucción del planeta y en la implantación de modelos económicos neocoloniales en áreas del planeta como américa latina es el límite frente al que se detiene la libertad de expresión en las fundaciones patrocinadas por multinacionales como telefónica. en el año 2000 fui invitado a escribir un texto para el catálogo de la exposición de un amigo artista, que habría de tener lugar en la fundación telefónica de madrid. titulé mi texto "Arte, sistemas, subjetividad. Algunas consideraciones sobre arte, ecologismo y (otras formas de hacer) política". incluía una nota al pie mencionando a telefónica entre los artífices del expansionismo neocolonial capitalista español, y criticaba duramente el proyecto antiecológico del intocable escultor eduardo chillida para las islas canarias, respaldado por grandes instituciones y confrontado valientemente por pequeñas organizaciones ecologístas locales. (valga decir que chillida es de los nombres estrella de la colección de arte de telefónica, o al menos lo era en aquel momento). por supuesto se me exigió retirar dichas afirmaciones de mi texto para que pudiera ser publicado, y por supuesto que me negué, y no fue publicado. dos meses después ganó uno de los premios de la asociación de críticos de arte de catalunya a los mejores ensayos del año. cabe también decir que la exposición de mi amigo trataba de temas... ecológicos. pero una cosa es mostrar el negro como metáfora de la contaminación, y otra bien diferente es escrachar a los responsables con nombre de esa contaminación, algunos de los cuales incluso patrocinan mensajes pseudoecologistas. un abrazo solidario, por tanto, desde acá.

marcelo expósito dijo...

postdata: releo mi comentario anterior para comprobar si está todo bien, y observo que, por no cargar las tintas, me quedé corto. mejor llamemos a las cosas por su nombre y apellidos completo. donde dije modelos económicos neocoloniales, falta el segundo apellido: modelos económicos neoliberales asesinos, responsables de genocidio. las celebraciones abstractas de la fogosidad de la vida en el planeta que se pueden permitir las multinacionales a través de sus fundaciones son incompatibles con el desvelamiento exacto de su responsabilidad en múltiples formas de crímenes contra la vida en el planeta, incluyendo (pero no sólo) la vida de la humanidad. el burócrata responsable de la fundación telefónica de madrid que quiso "negociar" (por teléfono de telefónica, por cierto) sobre mi texto, primero de buenas maneras, intimidando después, se desesperó ante mi tozudez, y acabó espetándome: "que sepas que si yo quiero puedo llegar a ser en mi vida tan anarquista como tú, pero prefiero ser responsable". He ahí la doble condición de tantos amables gestores culturales de las fundaciones que dependen de multinacionales asesinas: joven alma libertaria, madura manu economicus militari.

pero pido por favor que no nos dejemos enredar ni llevar por el ombliguismo característico de la condición de artista: el problema principal no es la censura; el problema es la verdad que se oculta tras el hecho censurado: en última instancia, el carácter asesino de este sistema dominante. lo que hemos de reivindicar en último término no es la libertad de expresión, sino la urgencia de suspender la vigencia de un sistema global genocida. no lo perdamos nunca de vista.

Luis Alva Roda dijo...

Valiente la obra, el texto y la decisión del artista.


Ojalá se exponga en otra sala.