El detalle: en la inauguración del MALI el actual presidente Alan García, invitado a la ceremonia, intentó 'vandalizar' la escultura poniendo una estrella (en representación del APRA, su partido político) sobre la escultura del Ministerio de Educación, y la imagen de un corazón rojo sobre Palacio de Gobierno. Con todas las cámaras de televisión sobre él, el gesto intentó legitimar y limpiar públicamente su política de Estado. El signo, sin embargo, fue rápidamente cubierto con una inscripción que tachó su famosa estrella con la palabra 'LACRA'. El hecho fue captado por las cámaras de televisión del canal 2 y difundido por televisión nacional (ver video abajo).
El debate se armó de inmediato. La escultura de Martinat evidentemente se construye como espacio de opinión y protesta pública sobre las 'arquitecturas' del Estado al interior del MALI. Luego del incidente los comentarios se interrogaban si efectivamente el poder Estatal, investido por el presidente, se 'apropió' o no de la dimensión crítica de la pieza al poner su firma como primera marca en la escultura. Yo opinaría lo contario. Es significativo que sea precisamente la marca del presidente (su propia firma devenida propaganda populista) la que se 'estrella' estrepitosamente contra un anónimo que sin demasiados esfuerzos nos recuerda que el gesto arrogante del poder es susceptible de ser abiertamente impugnado. Se podría pensar que la presencia del presidente como primer 'vándalo' (de juguete) de la obra anula efectivamente cualquier capacidad disidente posterior, pero yo intuyo que la figura es inversa, ya que allí el simulacro de la estrella del APRA --que el presidente pretende engrandecer-- se revela en su condición limitada y quebradiza. Me animo a pensar que si algo ha significado verdaderamente esa acción captada por las cámaras no tiene tanto que ver con la pregunta por la aparente pulcritud ideológica o de 'corrección política' de la instalación (si fue o no fue apropiada por el aparente 'poder' como si aquella 'pertenencia' o 'identificación' pudiera ser legislada), sino con lo que la circulación pública del propio gesto permite y lo que de discusión e imaginación política allí se despierta (ver por ejemplo imagen a la derecha realizada por Álvaro Portales y colgada hace poco en su blog). Que esa triste marca presidencial esté allí es profundamente simbólico ya que ha permite tirar abajo el consenso populista y falaz del autoritarismo que la sociedad civil desbarata en directo para la televisión nacional con el rápido movimiento de una mano.
Aun cuando la situación haya sido difícilmente prevista por Martinat, la instalación interroga el papel y el poder de las representaciones en la construcción de lo que podemos denominar lo público, y cómo esas marcas constituyen una pelea posible al nivel del imaginario colectivo. Al ofrecerse como espacio de 'vandalización' potencial sobre los símbolos del Estado la interrogante se extiende también sobre cómo se pueden configurar (o no) otras representaciones frente al poder hegemónico y si eso permite ensanchar los contornos de lo que parece posible de ser dicho o pensado en una situación determinada. En este caso el presidente la puso en bandeja. Es significativo como incluso en los momentos de mayor control a la presunción le puede salir el tiro errado.
Adicionalmente al video circulado por canal 2 (Frecuencia Latina) donde se recogen algunos comentrarios del presidente --quien actualmente tiene una moción de vacancia presidencial por incapacidad moral-- y su graffiteada, coloco abajo algunas imágenes de la instalación de Martinat en el MALI tomadas del blog de Pablo Leon de la Barra, y cómo informó hoy el diario Peru21 la noticia.
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Arruinan 'graffiti' que hizo Alan García
Un invitado escribió con spray “lacra” sobre la estrella del Apra que el presidente dibujó en la ceremonia de reapertura del MALI.
La reapertura del renovado Museo de Arte de Lima, que se inauguró con tres muestras, entre ellas Portraits, del afamado fotógrafo peruano Mario Testino, estuvo marcada por un hecho singular.
En la ceremonia, el presidente Alan García pintó una estrella del Apra en la muestra “Monumentos vandalizables III”, obra de José Carlos Martinat que permite a los visitantes convertirse en grafiteros por un rato y pintar las edificaciones que representan el poder en el Perú.
Sin embargo, poco después, uno de los invitados a la reapertura del MALI se acercó al graffiti que el jefe de Estado había realizado y lo tachó inscribiendo sobre el dibujo la palabra “lacra”, hecho que fue captado por las cámaras de Frecuencia Latina que cubrían la ceremonia.
Durante esta actividad, García también se refirió al pedido de vacancia en su contra que planteó la bancada nacionalista, y respondió que si esta pretensión prosperara –lo que es altamente improbable– le harían un gran favor porque podría postular en el 2011.
10 comentarios:
Es realmente formidable que la intervención incluso promovida en la propuesta de JC Martinat haya cortado la protagónica pinta inaugural de García como el limón a la leche. La espectacularidad de esta reapertura -claramente visible en la elección de Testino para el estreno- me recuerda la frase de la directora del museo que afirma que estos son una "carretera" para el turismo, ya que sabemos que el estado vende hoy la idea que el turismo es la vía más ancha que tenemos para generar desarrollo en el Perú :P. Parece que el MALI baila çon el estado -como Toledo "bailaba" con Bush en la foto célebre de María Inés Menacho en 2002. Confiamos, sin embargo, que generar turismo no sea la prioridad que haga que el MALI termine diluyendo una necesaria voluntad crítica ante el presente, que es finalmente una tarea primordial.
mi me sorpende más la sintonía de todo el mundillo del arte que se dice "comprometido" social e intelectualmente y que se nutre del Perú para elaborar sus obras, quienes pretenden criticar el poder siendo ellos mismos el poder en persona a escalas distintas según el caso pero esencialmente más llevadas por el propio ego carrerista que por amor al Perú o al arte. El que se haya dado inicio a la intervención/ "vandalización" de los símbolos de poder del estado en la noche reservada a los invitados es un ejemplo del absurdo de esta maquinaria. Le quita el sentido y la palabra otorgada a quien tenga ese -algo que decir potencial- al proyecto de Martinat poniendo a los -invitados- interventores de la noche en una situación de "fiesta de las pintas". Que diferente hubiera sido que en la apertura del museo al publico general esas maquetas hubiesen estado blancas pulcras para ser realmente intervenidas con y por las ganas. La motivación creo hubiera sido otra... por otro lado tampoco entiendo que hace Mario Testino en el Mali al lado de este tipo de instalación será que no he entendido la gran apertura de mente que tenemos en nuestra capital, y sus políticas culturales INCLUSIVAS ?
emilio es interesante lo que dices pero yo creo que esas geografías del amigo-enemigo son siempre difíciles y más engañosas de figurar. que el MALI baila con el Estado es evidente desde que el MINCETUR (Ministerio de Comercio Exterior y Turismo) financió cerca de 6 millones del costo de reconstrucción, eso no sorprende a nadie. pero ese financiamiento no me parece equivocado, de hecho es casi un logro en tanto tenemos un Estado que prácticamente nunca ha concebido importante invertir tanto dinero en potenciar cultura (a no ser que se trate de momias y huacas), y ese punto me parece un supremo triunfo.
que Alan García y sus políticas sean profundamente autoritarias y coloniales (por decirlo elegantemente) y que el aparato de gobierno que tenemos sea en su mayoría un mecanismo corrupto y completamente sordo a las demandas sociales, no quiere decir que el dinero del Estado (que es, por ende, de todos) no deba ser destinado a la reconstrucción de un edificio que debería permitir la puesta en discusión pública de un legado material y un acervo cultural de gran importancia.
yo creo que el debate sobre los lineamientos curatoriales o editoriales del Museo es una discusión distinta, y que puede existir precisamente ahora que están poniendo sobre la mesa sus mejores cartas. por ello va a ser muy interesante ver qué procesos y discursos son lo que se ponen en juego, y creo que precisamente nos compete a todos poder incorporar posiciones críticas en ese debate.
para mi lo interesante de la situación tiene que ver con lo imprevisible. aun cuando uno pueda proyectar el mayor pesimismo sobre las alianzas económicas allí inscritas, es interesante pensar cómo ese gesto del tachado de la estrella de Alan es tal que precisamente rebasa los controles de la administración. lo que ese tachado puso simbólicamente en circulación pública es inmanejable, ya alimentó la imaginación política colectiva.
o si quieres ponerlo en tus términos: más allá de la propaganda del 'turismo' (y el glamour, y lo fashion, etc) yo pensaría que lo que triunfó esa noche fue el gesto de la desobediencia. y eso también hay que celebrarlo.
como diría Don Mario, Testino por supuesto, "que dificil debe ser no ser peruano"
Aplaudo la decisión del MINCETUR y la gestión del MALI, reconozco la necesaria presencia del presidente en una ceremonia de reapertura en la que el presupuesto del Estado ha contribuido (como siempre debería ser, no importa si a través o no el MINCETUR). tenemos la mala costumbre de sentirnos bendecidos por el gobierno cuando hace lo que debe hacer). Pero concederle la "pinta inaugural" de la obra de Martinat (!), además con el sígno de su partido (!!!). Es allí donde el baile me parece cortesano y patético. De no ser por la pinta que se le terminó superponiendo, ese proyecto hubiera sido un desatino desde el comienzo que anulaba la fuerza acaso posible de cualquier otra vandalización posterior, haciéndola absolutamente superficial. Bravo por el "Lacra".
¿ Acaso en este espacio solo dialoga la gente conocida ?
hola spatialgang, si lo dices porque no comenté tu post, lo siento, es que no tenía una opinión condicente a la tuya en los aspectos que señalas, aun cuando me parecen importantes de mencionar.
me parece interesante tu sugerencia de que las pintas se inicien un día después de la inauguración. yo personalmente no lo pondría de ese modo ya que podría equivaler a decir que efectivamente hay un grupo de gente que es más 'adecuada' para intervenir qué otra, lo cual incluso puede sonar involuntariamente paternalista (como si el derecho a la opinión fuera un 'beneficio' a otorgar). tampoco creo que tal situación le quite ese algo-que decir-potencial a los que intervengan en todos los instantes posteriores. me parece que hay una idelización de la "blanqueza y pulcritud" en tu comentario. lo que me parece interesante precisamente es que la diferencia emerja (la pintada 'LACRA' por ejemplo) en los momentos menos previsibles, desacomodando las distribuciones predeterminadas de lo social.
es decir antes de asumir que hay un grupo de personas que efectivamente sí son el 'sujeto político' objetivo de la obra, lo que me parece interesante es que la disidencia surja aún a pesar nuestro. y esa cuestión en términos políticos (o en términos de reflexión política) me parece muy importante de considerar.
Disculpa que comente aún esta entrada pero
Uy ! Acabo de pasar por acá después de ese día. Que miedo me dan algunas de tus interpretaciones y agregados así cómo ciertas postura-s -política- s. Parece haber un abismo entre lo que describes en palabras y lo que sucede efectivamente. Pero creo que tu te crees tu propio cuento pues estás insertado en una maquina más grande y no bailas sólo. Es un tipo de desvarío colectivo y duradero. La pregunta sería hasta cuando van a seguir desvariando...Me vence el sueño esta noche pero el tema me parece importante y si no te molesta voy a tomar los comentarios y el artículo en cuestión para la elaboración de un pequeño ensayo.
¿ Si la opinión es un derecho, cómo podría ser este otorgado en beneficio ?
leyendo los comments, los miles de comments a la obra de JC Martinat "Monumentos Vandalizables", estoy de acuerdo con que la voz de protesta no se somete ni se dosifica, tampoco se paga para difundirla, la voz de protesta debe estar visible en lo público creando conmoción. Pero la voz de protesta ha sido históricamente ... marginal, como otras modalidades de arte urbano, o tal vez todas.
Lo que el artista propone es llevar el arte urbano a un espacio donde público que jamás leería ni atendería a protestas lo haga aunque sea por estar en en museo de moda y por ser una obra de un artista de moda, eso no importa.
Lo que importa es que los grupos y mensajes marginales destinados a ser escuchados y respetados solamente por grupos que defendemos lo nuestro y que vamos en contra de esos poderes, están entrando en espacios, se imponen como la realidad.
Nos guste el espacio, o no nos guste ...
Y, si me lo permiten, tal vez sea lo que para el imaginario colectivo significa el MALI lo que le está dando el valor a la obra, e impide verla con el zoom puesto.
Que a nadie le obstruya la vista, ni ofenda, el haberlo inaugurado con tantos "flashes".
Contribuyamos a darle al arte urbano un lugar preferente, el resentimiento de lo marginal, por adolorido de tan golpeado, ni funciona ni avanza.
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