lunes, marzo 05, 2007

De efectos (y afectos)

Montaje, producción, escritura, retoque, supervisión, pruebas, llamadas. Y plazos inamovibles. Las cosas avanzan pero se complican también, difícil calcular cuantas ideas tengo flotando alrededor y cuantas tareas he incumplido ya, y es que ante la avalancha inverosímil de labores prácticamente no vale la pena pensar que fue lo que no se hizo sino simplemente hacer y hacer. Confío en que habrá algún momento donde aquello olvidado volverá a mi mente y podrá ser resuelto. Así que los próximos 10 días o entro a este blog para dar noticias de actividades y eventos a suceder o lo utilizo de momentaneo desahogo de quehaceres imposibles. Parece pesimismo pero es simple cansancio, nada que el entusiasmo interno de continua búsqueda y recuperación de material no aplaque. Felizmente lo ya resuelto está espectacular, y no hay mayor satisfacción personal que ver en óptimo estado aquello que quieres. De pronto he recordado camino a casa esa frase de Harald Szeemann: "la curaduría es un acto de amor", la cual nunca he dejado de suscribir. No sólo tiene que ver con la ascendencia etimológica del término 'curator', que más allá de sus connotaciones legales bien podría resumirse como 'poner al cuidado'. En Szeemann hay un algo más, que creo tiene ver con ese acento en la especial relación afectiva que desarrollas con lo 'curado'. Eso que impulsa que aquello que te importa no sólo deba tener las condiciones más adecuadas para que sea apreciado como debería y merece, sino además proveer las circunstancias para que otros puedan ver a través de tus entusiastas ojos, y conjugar con complejidad crítica y rigor el entramado de sentidos que allí se pone en juego. No estoy hablando de una apropiación semántica por parte del tejido curatorial, sino justamente la posibilidad de devolverle algo de sentido a estos registros, objetos, textos y acciones absolutamente extraviadas y que carecen totalmente de soporte interpretativo alguno. Un segmento de memoria cancelada y flotante. Nosotros esperamos sinceramente que este primer asentamiento expositivo sirva para incitar nuevas y heterogeneas incursiones cada vez más críticas y agudas, diferentes miradas que re-signifiquen lo expuesto y que puedan contravenir reflexivamente lo por nosotros suscrito. No se trata solamente de reconstruir una escena, sino de volver a traerla y con ese procedimiento alterar -incluso mínimamente- el curso de nuestras observaciones actuales, la manera en la cual miramos el arte contemporáneo local, sus modelos y ficciones discursivas, y sus tantos vacíos inexplorados y desatendidos. No quisiera desde hoy pensar únicamente en la historia de sus orígenes, sino especial -y ulteriormente- en la historia de sus efectos.

5 comentarios:

Max dijo...

Acto de amor sin duda el que propones, porque esa historia de los efectos sugiere coquetear con una genealogía-por-venir. Eso es algo que me ha interesado de la propuesta, que apunta a trazar una historia de un pasado que escriba el futuro. Por eso pongo el énfasis en el amor, porque el amor es uno de esos eventos que hace que uno revise la propia historia de maneras radicales, cosa literalizada en los clichés más telenovelescos, pero no por ello vividos con menos intensidad; desde el “no puedo concebir mi vida sin ti” hasta el (melodramático) “antes de ti no era nada.”
Feliz San Valentín.

Enrique Aguerre dijo...

Un posteo brillante, Miguel y a no recaer que quedan muchísimas cosas por hacer y esto recién empieza!

Anónimo dijo...

Vamos Miguel, tu puedes!

Anónimo dijo...

Hey miguel!!!
que paja lo que has escrito!, aunque tus posteos sean siempre interesantes, este me ha parecido especialmente "hermozo" porque me ha parecido mas personal.
te quiero mucho!!!
todo va a salir un exito!!!

Miguel López dijo...

Hey! muy interesante tu lectura Max, no lo había visto de esa manera, definitivamente ese aspecto de revisar las cosas de maneras radicales me interesa mucho.

Y gracias Enrique, Gloria y N. por los saludos y las energías. Todo va bien felizmente, con sus contratiempos y preocupaciones que nunca faltan (y hasta a veces se hacen necesarias). Pero nada, la expo se va 'materializando' poco a poco y eso entusiasma cada vez más. Eso sí, la celebración tiene que ser bien grande!!

Aprovecho además para agradecer a un grupo valiosísimo de personas, sin quienes no sería físicamente posible esta exhibición: Eddie, Arturo, Claudia, Kiko y Juan, además del apoyo infinito de los artistas. Gran esfuerzo amigos! no me alcanzan las palabras para agradecerles. Estoy seguro que al final quedarán tan satisfechos como nosotros.