viernes, marzo 02, 2007

La persistencia de lo efímero

Bueno, ya que estamos en el clima perfecto entre reconstrucciones de ambientaciones y obras efímeras de los sesenta en adelante en México, y de las futuras revisiones del concepualismo en Colombia y la edición de las actas del I Coloquio de No-objetualismo de Medellín, pues creo que es el momento preciso para anunciar la exposición La persistencia de lo efímero. orígenes del no-objetualismo peruano: ambientaciones / happenings / arte conceptual (1965-1975) que estoy co-curando con Emilio Tarazona y que se inaugura el próximo 15 de marzo en las salas del Centro Cultural de España.


La persistencia de lo efímero... es un intento de volver a mirar la llamada vanguardia peruana a través de sus experiencias más furtivas e inmateriales, las cuales irrumpirán en la escena limeña a mediados de los años Sesenta para el desconcierto de muchos y para el entusiasmo de muy pocos. Juan Acha -uno de esos pocos- sería desde entonces el acompañante teórico ideal, capaz de impulsar críticamente las incursiones más audaces y de señalar el camino de una práctica artística que, desde sus ojos, debería convertirse paulatinamente en una herramienta de transformación de la propia sociedad, capaz de constrarrestrar los efectos más nocivos de la sociedad de consumo.

Este no-objetualismo aludido es, para Acha, no una oposición a los 'objetos' propiamente, sino una afrenta a la fetichización del objeto y sus soportes renancentistas. Estas prácticas artísticas no-objetualistas, abiertamente críticas de los habituales sistemas de representacion, intentaban horadar el sentido de trascendencia y unicidad de la obra de arte tradicional, poniendo en abismo el sentido de su propia existencia y canalizando toda su energía en un momento singular: el acto, y del cual muchas veces no quedarían ni los más mínimos rastros. Y aunque si bien el término fuera acuñado a mediados de los años Setenta en México, en plena efervescencia de los llamados 'grupos' de la escena de vanguardia mexicana, sus líneas argumentales y conceptuales parecen poder ser rastreadas de sus escritos de mediados de los años Sesenta en Lima.

Así, tempranas ambientaciones, happenings, acciones corporales, obras lumínicas, registros fotográficos y obras conceptuales en fotocopias, textos y situaciones, se erigen ahora como uno de los vestigios más fascinantes de una práctica crítica disidente que vio necesario replantear los términos acostumbrados de lo artístico en aquellas décadas de abstracción lírica y conservadurismo estético.

La puesta en escena de estos documentos, registros fotográficos, obras en papel y reconstrucciones -parciales y completas- de ambientaciones y tempranas instalaciones rearticulan momentaneamente, para nuestra mirada, una escena hasta hoy prácticamente invisible. Y cuyo examen debería servir no sólo para añadir nuevas coordenadas de lectura al experimentalismo plástico local tal como lo conocemos (habitualmente anclado en E.P.S. Huayco como punto de partida), sino además para interrogarnos sobre los modos en que determinadas prácticas son inscritas o no, dentro de la historia del arte.

Sobre lo primero pues recuerdo ahora un texto de Herbert Rodríguez (ex-integrante de E.P.S. Huayco) donde afirma que la alfombra de latas de leche Gloria con la imagen de Sarita Colonia es "el acto fundacional del no-objetualismo peruano" (1). Una aseveración que sorprende y evidencia el olvido, frontal o involuntario, de las experiencias experimentales emergentes y consolidadas generadas en los años Sesenta y Setenta; desplazando así también una interrogante para mí fundamental y que tiene que ver con los posibles (o imposibles) hilos o conexiones entre una escena de experimentalismo Sesentero y quizá, lo que podría llamarse, su asentamiento crítico-ideológico a través de E.P.S. Huayco (1980-1981) y otras experiencias de no-objetualismo ya durante los Ochentas.

En cualquier caso estoy absolutamente contento de que finalmente se realice esta exposición. Y aunque todavía nos quedan 13 días sumamente difíciles -y muy pocas horas para dormir- quiero desde ya preparar motores ya que este es sólo el primer paso de un proceso de recuperación, reinserción y discusión sobre el no-objetualismo y los orígenes del arte conceptual peruano que, esperamos, nos de para largo. Por lo pronto la exposición trae sorpresas, y varias. Mis preferidas son definitivamente varias de las reconstrucciones de obras conceptuales de los sesenta y setenta. Y aunque no adelantaré mucho aún, intentaré ir subiendo en los próximos días algo de información sobre el tema.

Adelanto también que en el marco de esta exposición vamos a estimular la discusión sobre el asunto, prepárense! Y adicionalmente esperamos presentar la tercera semana de abril un libro que recopila las actas del encuentro realizado en octubre del año pasado por los 40 Años de la exposición del grupo Arte Nuevo en El Ombligo de Adán, con los textos leídos entonces por los miembros del grupo de vanguardia, fotografías de las obras de la exposición, documentos y manifiestos anexos de aquel 1966 alrededor de la exposición y la polémica, y el ensayo introductorio que Emilio Tarazona y yo leyéramos aquella oportunidad. (aquí un texto publicado luego del encuentro)

Así esperamos ir complementando las recuperaciones del no-objetualismo y conceptualismo peruano, con la circulación y difusión crítica de fuentes y documentos históricos que permitan nuevas entradas sobre nuestra tan olvidada y radical década de los Sesentas. Y pronto más sorpresas aún!! El trabajo continúa y estamos muy contentos por ello.


(1) Rodríguez, Herbert. Una opinión sobre la Exposición "Huayco". Lima, mayo de 2004.

[imagen: Portada de Agenda de marzo del CCE / Obra en carátula: Emilio Hernández Saavedra, Museo de Arte Borrado, 1970, fotografía intervenida]

2 comentarios:

Max dijo...

Ando espantosamente ocupado, así que apenas tengo tiempo para comentar: felicitaciones por el proyecto.
Un abrazo.

Herbert Rodríguez dijo...

Es verdad, desconocía esta escena hasta vuestra investigación... me surge la reflexión sobre la falta de ganas de protagonistas de la época por crear puentes generacionales, varios veteranos eran amigos de Huayco y nada, no contaron su experiencia, parece que se perdió la voluntad de intervenir para cambiar algo. Luego, y no lo creo matiz pendex para obviar mi omisión, si se viene dando una continuidad de Huayco hasta hoy en la línea del arte alternativo, reconociendo el antecedente de ambientaciones / happenings / arte conceptual de1 1965-1975.