jueves, mayo 31, 2007

Charapa Pop

En la edición electrónica del último número de la revista caretas Caretas aparece esta entrevista con Christian Bendayán sobre su última exposición en Arequipa.
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Christian Bendayán en nueva muestra que promete calentar las frías noches arequipeñas.

Charapa Pop

Christian Bendayán vuelve para irse. La muestra titulada “Bendayán XXXIII” marca el cierre de una etapa del artista iquiteño acostumbrado a retratar la vida tal cual es, multicolor y con cantos de sirenas. Con una vocecita que contrasta con la estridencia de sus cuadros, Bendayán explica que esta individual, posible gracias al esfuerzo del Centro Cultural Peruano Norteamericano de Arequipa, pone un punto final a una etapa en la que sus cuadros no pararon de exudar su obsesión por el cristianismo y un mundo mágico cargado de mitos y sexualidad.

–¿Por qué pintar una sirena vieja, como la de La Madre del Lago?
–Porque siempre he relacionado a las sirenas con la vitalidad de los adolescentes, pero en un momento en que surgieron noticias tristes decidí hacer esta sirena vieja. Se me ocurrió estando al borde de una laguna antigua, cuando me dijeron que la sirena que la habitaba debía ser una sirena madre.

–¿Y, además de las sirenas, cuáles dirías que son los elementos recurrentes en tu obra?
–Bueno, está bien clara la presencia de elementos religiosos y del paisaje amazónico, de una decoración cargada de flores que concuerda con la estética burguesa de la edad del caucho, y en esta exposición también está presente el agua.

–También sueles tratar el tema de la maternidad.
–Porque trabajo a partir de los valores o conceptos populares más marcados, y creo que el amor a la madre y el amor a dios son cosas que están muy marcadas en la vida cotidiana de los pueblos peruanos.

–Y curiosamente se te ve como trasgresor.
–Pero nunca lo he sido. Siempre he mostrado las conductas del ser amazónico común y corriente, que en algún momento se trataron de negar. Y, bueno, tengo una obsesión con la idea del retrato a partir de la fotografía antigua, y esta muestra parte de una visita a la Biblioteca Amazónica, donde están los primeros álbumes familiares de Iquitos.

–¿Dirías que tu obra tiene una estética chicha?
–A ver… me parece más pop que chicha, más rock que chicha. Creo que el término chicha como corriente cultural no está muy bien definido. Si la vamos a calificar a partir de la estética musical diría que es más cumbia.

–¿Una estética cumbiambera?
–Sí, porque creo que la chicha tiene más influencia andina.

–¿Y por qué el predominio del rosado?
–Porque tiene tanto una intensidad que puede lastimar la vista, como también llegar a ser un color delicado y sutil. Y porque siempre estoy buscando temas que tengan que ver con la vida apasionada, y me parece que el fucsia es más intenso que el rojo.

–En tu obra también está siempre la temática gay.
–Es que he sido testigo de la lucha de los travestis en Iquitos para tener una aceptación de su opción. Ahora han tomado la ciudad y he seguido su historia en mi obra. Además, creo que lo más importante dentro de mi proceso creativo es dormir, porque en los sueños encuentro mis obsesiones. Es el caso del cuadro “Gracias”, una versión amazónica de “Las Tres Gracias” de Rubens. Un día desperté y sabía que no podían ser otras que las bailarinas del grupo Explosión, idolatradas por los charapas. Diría que la mía es básicamente una obra dramática, y con esta exposición cierro una etapa pictórica que comenzó en el 99, y que no quiero terminar sabiendo qué viene después. Si vuelves a ver pintura mía no creo que se parezca en nada a lo que he hecho hasta aquí. (Maribel De Paz)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bendayán es un grande. después de polanco, es el maestro más joven que tenemos.

Iván
www.artmajeur.com/ivanfernandezdavila

Anónimo dijo...

Bendayán es un grande. Después de Polanco, es el maestro más joven que tenemos.
Iván
www.artmajeur.com/ivanfernandezdavila

Anónimo dijo...

Fetiche. La nueva religión.

El fetichismo es un delirio colectivo. Pasó a constituir una
realidad -común- sistemática en casi todas las sociedades. Entonces,
equivale a un delirio compartido por la mayoría, que son débiles mentales
empedernidos. Constituye la creencia esencial de la debilidad mental que ha imperado hasta la fecha. Dr. Carlos Norberto Mugrabi.