Como se ve claramente es una de mis revistas favoritas. Ha significado además para mí un modelo muy significativo de discusión teórica y crítica que combina de manera de fabulosa la seriedad con el humor y la informalidad, desde textos y reseñas cortas, hasta conversaciones (des)grabadas, polémicas, dossiers, recuperaciones históricas, así como ensayos largos y rigurosos. Algo como lo que siempre he tenido ganas de poner en práctica en Lima, aunque la ausencia de debate y de interlocutores suficientes por momentos hace que la tarea parezca utópica. ¿Será posible? Espero que el próximo lanzamiento de Juanacha, desde La Culpable, permita paliar, en parte, la ausencia de producción escrita.
Copio por lo pronto aquí la nota de Ramona.
En ramona 73 publicamos la primera entrega de un trabajo de investigacion y reflexion de distintos investigadores y activistas de Argentina y América Latina que explora desde distintas aristas las relaciones entre arte y política, no pensándolas en tanto suma sino como reconexión e intersección, en sus mutuas imbricaciones y desbordes.
El material reunido es tan vasto que ocupará dos números sucesivos, en los meses de agosto y septiembre.
En esta primera ocasión, presentamos dos cuadernos: el primero reune una serie de ensayos que parten de la pregunta "es arte, es política?" para pensar justamente la imposibilidad de definir límites o pertenencias precisas entre esferas autónomas. El segundo dossier, escrito en su mayor parte por integrantes de distintos colectivos de arte activista dispersos por países de América Latina, busca mostrar en un rápido paneo la diversidad de prácticas y experiencias que están actualmente en curso.
En la próxima entrega (ramona 74), el abordaje se centrará en experiencias visuales y comunicativas activistas dentro de Argentina, ofrecerá un analisis de las encrucijadas actuales del arte activista, y también un estudio acerca de los encuentros y desencuentros entre los artistas y el Partido Comunista Argentino en dos coyunturas historicas precisas: los años veinte y los cuarenta. Más allá de las distancias y especificidades de cada coyuntura histórica y de cada país, los dilemas que enfrentan estas prácticas suelen tener mucho en común.
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