martes, enero 20, 2009

Repolitizar la educación, repolitizar las prácticas visuales

A propósito de mi post anterior en torno a la publicación de Nelly Richard, Dimo Java-Lee García me hizo ayer un comentario en torno a por qué hablaba de politizar la educación o las prácticas visuales. Aprovecho la situación para colgar su comentario y mi respuesta (en el primer link pueden ver el contexto completo y un reciente comentario de Dimo). Vuelvo a publicar esto porque creo que mi respuesta puede contextualizar mejor algunas de mis apuestas políticas personales y los sentidos críticos que articulan también el contenido de este blog.
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Blogger Dimo Java-Lee Garcia dijo...

Hola Miguel, no deja de sorprenderme la gran cantidad de información actual que publicas sobre la producción de pensamiento crítico, he leído algunos textos de Ticio Escobar, me comunique con él alguna vez pienso que es una persona con un trabajo serio.
De otra parte no estoy de acuerdo con el cuento de que se deba politizar la educación artística, eso solo produce sectarismos y pensamiento poco objetivo en la investigación académica. Mientras tu buscas la politización critica otros buscamos lo contrario, precisamente cuando la atmosfera del academicismo neoconceptual a viciado las posibilidades de un nuevo pensamiento pictórico.
Hace poco hablaba con un crítico que se rasgaba las vestiduras llamando atrocidad el hecho de que yo considerara que el arte no tenía que ver con rupturas. Hay producción para todos los gustos, lo mejor es que esto lo dirija el mercado intelectual, o sea la calidad.

5:11 PM, enero 19, 2009

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Blogger Miguel López dijo...

Hola Dimo, gracias por escribir. Entiendo muy bien lo que dices pero creo que malentiendes totalmente mi posición. Cuando yo hablo de política no estoy hablando en ningún caso de 'arte conceptual', ni de 'neoconceptualismo', ni nada de eso, ni siquiera hablo de una forma artística (que en el fondo muy poco me importa).

Yo hablo de política como el ejercicio del disenso, como la posibilidad de impugnar el orden en el cual nuestros cuerpos han sido asignados. Hablo de política como la posibilidad de imaginar otro estado de las cosas, otros modos de construir lo real. Hablo de política como la necesidad de reestablecer el lugar de la diferencia, como el ejercicio de repensar la distribución de los sujetos y de sus representaciones.
Cuando hablo de politizar la educación no estoy hablando de gramáticas (ni de conceptual, ni de neoconceptual, ni de cubismo, ni de surrealismo ni nada que tenga que ver con anodinas etiquetas que me importan demasiado poco). Yo hablo de politizar la educación en el sentido de que la educación debe servir para construir un sujeto ético y político, es decir, un sujeto con capacidad crítica que le permita reñir con los acuerdos de lo común y redefinir constantemente su lugar en esa estructura. Es decir, un sujeto que se entienda como una persona capaz de incidir en la esfera pública.
Hablo de repolitizar la educación como una manera de responder a estos modelos pedagógicos neoliberales que adormecen y anestesian la capacidad de pensamiento, con modelos de mercado y falsas progresiones de éxito.

Creo que es un error confundir lo que yo llamo política con 'arte conceptual' o epítetos similares. De hecho de un tiempo a esta parte el arte conceptual es una de las formas de producción visual más despolitizadas que pueden existir. A mi me importan poco las formas, lo que me interesa es lo que eso -sea lo que sea- es capaz de hacer en el presente, qué efectos queremos imprimirle a nuestros actos y palabras. Mi pelea no es por el arte, es por la vida, y si me permito trabajar en la estética es porque considero que hay allí un campo desde donde aún se hace posible redefinir radicalmente los modos de imaginar la realidad.

Yo no busco la 'politización crítica', porque la crítica es en sí misma política. Es esa relación diferencial con el 'orden' lo que define la crítica, ese tomar distancia de las cosas para reintroducir formas nuevas de disociación de lo que se creía ya naturalmente dado.

No puedo no apostar por una educación política porque eso implicaría dejar de creer en la educación como un espacio desde donde intervenir y transformar el presente. No puedo no querer politizar las prácticas estéticas porque ello implicaría ignorar el lugar que la propia estética (los modos de visibilidad y las formas de representación de los sujetos) cumple en la estructura del orden dominante. Y no puedo dejar de pensar en política asociada al arte porque ello significaría ignorar el rol que la imagen cumple en el momento actual.

Creo que estamos en posiciones muy distintas, pero mi idea de política no tiene nada que ver con gramáticas o formalismos. Y creo en la dimensión política del arte porque creo en qué éste tiene aún un papel público importante que debemos continuamente redefinir.

9:23 PM, enero 19, 2009

29 comentarios:

Anónimo dijo...

"considero que hay allí un campo desde donde aún se hace posible redefinir radicalmente los modos de imaginar la realidad."


JAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA

dijo...

Vale la pena indicar que en la entrado original yo amplié luego mi punto de vista.

En Apuntes Crîticos tambien pasé hoy un enlace a otro debate que de pronto te interesa, pasate por la pàgina.

D.

Anónimo dijo...

hay dos ecuaciones en la formulación de dimo jave-lee que resultan elocuentes:

1) politización = pensamiento poco objetivo,

de lo cual se deduce que pensamiento objetivo = pensamiento "sin politizar"

2) mercado intelectual = regulador de la calidad.

El establecimiento de esas dos ecuaciones conlleva de por sí un punto de vista político.

En lo que a mí se refiere, tengo que decir que considero que hay allí --en la estética-- un campo desde donde aún se hace posible redefinir radicalmente los modos de imaginar la realidad (sic).

A quien le dé risa, que se joda.

dijo...

No hablo de un pensamiento “objetivo” como sinónimo de la verdad. Hablo de objetividad como un fin que se debe buscar en el trabajo de creación de conocimiento, así este no se alcance nunca del todo. El trabajo de creación de conocimiento supone tener en cuenta los diferentes aspectos de una situación para estudiarla y producir pensamiento que modifique la realidad.
Creo que en el trabajo de creación de conocimiento que parte de un punto de vista ideológico, impide aproximarse con un mínimo de neutralidad a estudiar una situación bajo las bases de las ciencias humanas y es por ello parcial al dar soluciones y lecturas demasiado subjetivas de las mismas. Esa es la diferencia entre un pensamiento especulativo sin bases solidas (casi siempre volcado hacia juegos retóricos de lenguaje) y una investigación solida (en cualquier dominio, donde se busca la claridad de las ideas).
Los dos puntos que Marcelo considera políticos buscan poner en evidencia una incoherencia donde no la hay. En cualquier actividad debe haber normas, y en este caso un mínimo de reglas que permitan la construcción coherente del discurso. Pero claro que cualquier acción puede ser considerada un acto político. Lo que pasa es que yo no considero políticas esas bases, las considero simplemente éticas.

dijo...

sobre lo ùltimo frase que se refiere a los campos donde se redefine la realidad, estoy totalmente de acuerdo que es una labor prioritaria del arte, mâs no de la éstetica como rama del conocimiento.

Unknown dijo...

querido dimo: gracias por tus respuestas a mis comentarios. me resulta chocante encontrarme en la posición de un europeo que discute con un latinoamericano que defiende a capa y espada la actualidad de un tipo de racionalismo científico de base ilustrada; el racionalismo que ha dado lugar a la concepción de los derechos humanos y las libertades, tanto como al expolio colonial y a auschwitz. el problema del tipo del tipo de racionalidad objetiva que postulas como base para la creación de conocimiento, se observa claramente en el modo mismo en que tú la defiendes: todo puede ser discutido, pero siempre de acuerdo con *sus* criterios de objetividad, con *sus* protocolos, con *sus* modos y *sus* procedimientos; los únicos que un tipo determinado de racionalismo considera legítimos. El resto existe, de acuerdo, y puede incluso aceptarse su derecho a existir: pero es desterrado al ámbito de la religión, del subjetivismo, del misticismo, de la irracionalidad, o... de la ideología.

La incapacidad que el racionalismo científico muestra para reconocer su propia condición de constructo histórico, ideológica y políticamente sustentado: es ahí donde estriba su absolutismo; absolutamente político, puesto que su forma de proceder, históricamente, ha contribuido a producir no sólo conocimiento, sino también un modelo de sociedad, un modelo de política, formas específicas de relacionarse con el otro y con la diferencia; ha producido, tautológicamente, de acuerdo con sus propios criterios autoproclamados neutrales y objetidos, qué se considera adecuado y qué no lo es, desde el punto de vista de la producción "aceptable" de conocimiento también "aceptable".

mal que te pese, querido dimo, hay formas también sistemáticas, rigurosas, estrictas, de aproximarse al análisis de la realidad que *se niegan* a esconder o a renunciar a su condición política, partidaria, situada, circunscrita, subjetiva.

sobre tu último comentario: como mínimo en la historia de una parte de las vanguardias se ha demostrado *mediante los hechos* superada esa distinción formal entre "la estética" como una "rama del conocimiento", y el objeto al que se dedica a estudiar, "el arte". el arte actúa y la estética lo piensa. no existe esa distinción en una parte importante de las rupturas epistemológicas (que no sólo formales o estéticas) producidas en los últimos cien años. afortunadamente: porque esas rupturas han servido para poder destruir las jerarquías y las formas de división del trabajo que se derivan, en el seno de la institución artística, de esa visión idealista de la relación entre estética y arte que me parece que sostienes.

con un abrazo,
marcelo.

dijo...

Discúlpeme, pero: que tiene ver en al discusión el ser o no ser europeo o el ser latinoamericano y porqué comienza con ese tema en una discusión que busca, a través de la razón, reflexionar con argumentos?

“Mis” criterios, no son míos son los criterios académicos en ciencias humanas, que cualquier docente, con un mínimo de ética, le puede explicar si aun no ha entendido esto; eso claro está, si usted decide bajar de las especulaciones “anti hegemónicas” y darle un sustento sincero a sus tesis, sometiéndose, a la instrucción de una comunidad académica.

Recuerde que es en las universidades donde, de común acuerdo, en las sociedades contemporáneas se genera lo que se considera como conocimiento. Y hace mucho tiempo ese acuerdo dejo atrás las ideas del siglo de las luces, sobre las cuales su reflexión pretende circunscribirme, de una manera digamos, bastante fácil.

No creo en esas formas “sistemáticas”, “rigurosas” de aproximarse al análisis de la realidad si el resultado es producir ideas basadas en largas y confusas palabrería doctas y sin sentido, tan comunes en la filosofía del arte actual.

También dice “mediante los hechos” ¿Cuales hechos? Por favor, la norma que cualquier persona conoce es que para poder discutir si sus reflexiones no están sustentadas con ejemplos o referencias claras sus argumentos siguen siendo débiles.

A mi tambien me resulta chocante discutir con un ibérico (?) que pretende que ser o no ser latinoamericano importa para una conversación como esta. ¿A que viene ese punto? No me diga que considera la nacionalidad como un factor relevante para argumentar.

No siendo mâs me despido, no sin antes invitandolo a pasarse por Apuntes Criticos, donde tratamos temas sobre teorîa contemporanea, con una perspectiva completamente diferente de lo que creemos que es el arte contemporaneo. Tal vez aprenda algo.
http://www.javaleegarcia.blogspot.com/

Miguel López dijo...

Hola, yo creo que a lo que se refiere Marcelo es a la necesidad de poner en duda la dimensión académica -a la cual tú dices, Dimo, que uno debería "someterse"- y al proyecto racionalista que ésta defiende.

Ese "común acuerdo" al cual te refieres, Dimo, al mencionar tan tajantemente que 'es' en las universidades donde se genera 'el conocimiento' es una derivación del pensamiento ilustrado occidentalista neocolonial, y que responde a una construcción histórica e ideológica determinada -y política obviamente-, aunque queramos pensar que esta 'construcción de conocimiento' y/o academia es siempre neutral.

No es necesario ser demasiado inteligente para darse cuenta que el peligro es que la academia y sus normas, en tanto proyecto ideológico, aparezcan ya en estas "sociedades contemporáneas" -siguiendo tu retórica- de una forma casi naturalizada y con demasiado pocos puntos de inflexión crítica. El problema no es la academia en sí misma -decir eso sería esencialista-, sino ese 'sometimiento' que defiendes frente al racionalismo ilustrado, y al cual toda forma de pensar debe aparentemente 'someterse'.

Las referencias geográficas del comentario de Marcelo no me parecen menores, él intenta hacer evidente la dimensión geopolítica del discurso. Es decir, desde donde hablamos, qué decimos y para quién lo decimos. Lo cual es fundamental porque es allí donde está en permanente pugna los sentidos (estéticos, éticos, políticos) entre los cuales nos desenvolvemos cotidianamente, y más aún cuando lo que se debate es qué tipo de proyecto racionalista, universalista, moderno, se intenta poner en juego.

El peligro está en creernos el cuento de la ahistoricidad de este tipo de racionalismo (o su derivado académico). Y es evidente que hay también un proyecto académico en lo que Marcelo señala -o quizá contra-académico-, pero se trata de la necesidad de entender la producción de conocimientoo como un espacio de experimentación y desmontaje de la presunta neutralidad de ciertos discursos hegemónicos que se asientan en su aparente transparencia y la ingenuidad -o la cómplice astucia- de determinados espacios de enseñanza que adormecen la dimensión política del sujeto.

Podría quizá incluso resultar más clara la enfática respuesta de Marcelo (Expósito) sabiendo que, además de las innumerables proyectos de exposición, libros, revistas e investigaciones históricas que ha dirigido, es uno de los impulsadores de la Univesidad Nómada, sin duda uno de los proyectos de educación radical más potentes del momento presente (http://www.universidadnomada.net/).

¿Qué es la Univesidad Nómada? Es precisamente todo lo contrario a ese ese racionalismo ilustrado y a ese "sometimiendo" a la academia que defiendes Dimo, ya que se trata de intentar volver a un modelo de universidad en tanto proyecto político, que devuelvan a los sujetos su capacidad de incidir en la esfera púbica, en la toma de decisión sobre lo común.

Y realmente todo esto poco o nada tiene que ver con el 'arte', como esa categoría burguesa que defiendes Dimo, y que adquiere ya una dimensión reaccionaria -ya que estás intentando legislar 'qué es' y 'qué no es' como ciertos discursos positivistas del S. XIX-. Lo que se discute aquí tiene que ver pensar la estética como una posibilidad desde donde inventar otras formas de construir la realidad, de impugnar los órdenes sociales establecidos, injustos y desiguales, y de generar sujetos éticos, políticamente concientes de su lugar en este mundo.

Miguel.

.....

copio un fragmento de info tomado de la web de la Universidad Nómada:

"La Universidad Nómada es un laboratorio anticapitalista, antirracista, decolonial y feminista de producción teórica e intelectual y una agencia de intervención política posnacional y posteuropea de las nuevas fuerzas de trabajo globales y transnacionales que han emergido tras el ciclo de luchas de los movimientos antisistémicos históricos, los recientes procesos de reestructuración de la economía-mundo capitalista llevados a cabo desde finales de la década de 1970 y la explosión de las nuevas formas de subjetividad y existencia y constitución social de los nuevos sujetos productivos presentes en las actuales sociedades capitalistas de nuestros días."

dijo...

Que bien, por fin una respuesta argumentada.

Creo que estamos aquí – a menos que alguien quiera demostrar lo contrario – utilizando un aparato entre muchos otros de aproximación al análisis de los fenómenos, que es el razonamiento y por lo tanto si hemos escogido ese sistema de comunicación, el mismo tiene ciertas reglas.

Que existen otro tipo de formas de cognición y otras posibilidades de relación y de expresión del ser humano, nadie lo pone en duda y menos aun un artista que trabaja con lo irracional.

Lo que me molesta del tipo de discurso que manejas Miguel, y también Marcelo es que pretenden reiteradamente NO someterse a la “forma ilustrada del racionalismo” y sin embargo muchos textos utilizan una APARIENCIA racional para esconder discursos irracionales en el sentido de que son muy poco sustentables en el plano de la razón.

El punto es que si uno es artista y está interesado en eso, es decir en realizar un discurso irracional, lo asume y trabaja en un lenguaje artístico (por ejemplo puede uno escribir una novela de ciencia ficción y poner allí a un científico que habla de hegemonías).

Con este ejemplo quiero dar a entender que lo que puede resultar molesto de este énfasis de las prácticas “políticas” del arte es que en la mayoría de los casos son prácticas que dan la apariencia de ser bastante estériles al nivel de la imaginación y de la producción de imágenes.

Se que puedo estar exagerando, y tal vez sea solo una cuestión de que, como pintor y escritor de ficción, veo esta esterilidad como nociva para lo que considero que podría ser la función psicológica y social del trabajo creativo.

Viviendo en Europa desde hace’ diez años (y no en un país de habla hispana), últimamente veo con desaliento todo este auge de lo político en Latinoamérica y lo único que siento es impotencia, porque me parece que todo hace parte de una gran confusión de valores y criterios. Mas cuando nada parece contribuir a hacer de las imágenes un espacio para generar bienestar humano sino que al contrario, todo da para pensar que muchos artistas desean solo azuzar y escandalizar a través de la confusión reinante de lo que son las artes plásticas. Podría darte muchos ejemplos pero creo que entiendes a que me refiero.

Igualmente no considero que el arte sea una categoría burguesa, el arte es una necesidad humana de expresión que lleva a que los hombres creen imágenes. Así ha sido siempre, desde las cuevas de Altamira hasta nuestros días.

Comparto completamente la indignacion que produce el racismo, la xenofobia, las segregaciones y la injusticia social. Lo que pasa es que como artista que intenta sobrevivir con su trabajo, creo que el arte poco o nada puede hacer en esos terrenos. Incluso como dice el pintor Luis Caballero, con esos sentimientos de indignaciôn pintar es muy dificil.

Gracias por tu atenciôn.
D.

Unknown dijo...

Miguel ha compensado mi cierta vagancia ;-) escribiendo una respuesta al hilo de la mía, que suscribo punto por punto.

Dimo, gracias por tu aleccionamiento. Así que los artistas trabajan con lo irracional. Así que todo aquello que no se somete a unas normas que la "academia", la "razón", etcétera, ha impuesto de forma autolegitimada, redundante, autorreferencial, es irracional, o está fuera de la razón. Esa forma de pensar es histórica y ha tenido efectos políticos: la discriminación, la subalternización, la minorización, la exclusión, e incluso el exterminio, de todos aquellos "otros" que el sistema normativo que tú sigues defendiendo ha declarado "extramuros" él mismo.

Por acabar en la cosa del arte: la historia del arte de vanguardia, afortunadamente, tiene una larga lista de artistas y prácticas que refutan absolutamente la visión que tú tienes del arte como algo ligado a lo "irracional". Rodchenko, Popova, Stepanova, Heartfield, Renau, Grosz, Eisenstein, Vertov, Brecht... por remitirme solamente a unos pocos conocidos y europeos, sencillamente, son una diferencia irreconciliable con tu forma de ver el arte. Si buscas sectarismo en las posiciones, mira hacia las tuyas: la historia del arte politizado tiene al menos la virtud de no esconder sus posiciones bajo las coartadas de lo "natural", de lo que "es así porque es así", y lo que no es así, es que no quiere argumentar o no sabe hacerlo. (Ya se sabe, es irracional).

Finalmente: yo saludo entusiásticamente una hipotética nueva oleada de politización del arte en América latina, que en absoluto puede leerse en desconexión de la nueva oleada de politicidad y de deseo profundo de cambio que atraviesa el conjunto del continente. Ojalá que de verdad las prácticas del arte, la teoría, la crítica, la historiografía artísticas, sepan también estar a la altura de los deseos colectivos de emancipación. Toc toc toc: una vez más, la historia toca a la puerta de la torre de marfil de los artistas.

Abrazos a todos.

dijo...

Marcelo:

Lo que tu dices de los defensores de que el arte no es irracional, puede que estes en lo correcto, tocarîa ver lo que estos artistas definen como irracional, y porque sus obras no las consideran bajo tal definiciôn. Pero en ese caso se trata de un asunto de definiciôn no de otra cosa.

Yo solo respondo, defendiendo lo que yo he vivido como investigador en arte, y desde lo que he aprendido que es investigación durante el pregrado, la maestría y el doctorado en arte en la academia francesa.

De resto, siento que la academia, como espacio donde prima el humanismo y los valores êticos, en lo personal no me ha impuesto nunca la forma "autolegitimada" y "redundante" del uso de la racionalidad, que tu pretendes ver. Sino simplemente no hubiera seguido por esa vîa. Seguramente tu si viste eso y por eso no te interesa la academia, o luchas contra ella, segun entiendo.

Saludos.

dijo...

Antes de abandonar esta discusión que ha perdido su sentido para mi al volverse una guerra de creencias sin bases racionales, lo que desearía que Marcelo y Miguel entendieran es que existimos personas de carne y hueso, que pensamos e investigamos sobre el arte y que creemos que la creación artística es otra cosa a lo que ustedes y muchos predican buscando la politización del arte y de su investigación.

Es sorprendente ver que la noción de arte es actualmente instrumentalizada de esa forma para hacer CREER que su fin último es volverse un objeto personal de reacción a luchas sociales, negando todas las otras dimensiones que tiene la creación artística para el ser humano.

Algunos como yo, estudiamos arte sintiendo en el trabajo creativo la oportunidad de desarrollar nuestro espíritu.

Que no existe el espíritu? Eso es otra discusión que sería mucho más interesante.

Pero cada quien con sus ideales y con lo que quiere defender según lo que considera justo para la humanidad. Hasta una próxima oportunidad.

Miguel López dijo...

hola, pues a mi me parece bien que cada uno asuma la producción visual/estética/artística, etc, como mejor le plazca. no me opongo en lo absoluto. si alguien quiere asumir el trabajo pictórico para ensalzar su espíritu está muy bien! cada uno tiene derecho a hacer lo que desea.

yo no "niego" todas las otras dimensiones del arte en el ser humano, creo sin duda que el arte tiene por ejemplo una dimensión sicológica y clínica importante en el sujeto, sin duda, entre miles de otras cosas. yo no defiendo un único lugar, sino que simplemente este blog está dedicado a pensar prácticas estéticas contemporáneas críticas que asumen su lugar como un espacio de lucha y confrontación política. yo reconozco las múltiples dimensiones de la producción visual Dimo, el que quiere instalar un único paradigma que desvincule por completo arte y política eres tú, intentando defender -incluso involuntariamente- una noción muy reaccionaria y burguesa de el arte.

si tu consideras que es importante para tí pintar para desarrollar tu espíritu, me parece espléndido! pero eso no deja de lado que existan también personas que asumen legítimamente la comunicación estética como un lugar desde donde reestablecer el disenso, y que sí, efectivamente, asumen también el arte como un lugar de pugna social. lo peligroso para mí es la forma en que menosprecias eso, existimos muchas otras personas que, a diferencia de la idea de Luis Caballero -que además conozco su trabajo y no considero en lo absoluto que sea una producción despolitizada- asumen la indignación como uno de sus motores más honestos de producción.

en relación a lo que mencionabas sobre la racionalidad creo que no me has entendido en lo absoluto, ya que nunca he hablado de lo "irracionalidad" como opuesto a lo racional. todo lo contrario, me refiero a procesos de modernidad complejos, a otros modernidades que no responden únicamente al modelo colonial e ilustrado (que seamos concientes de la construcción política de nuestros propios modelos). es evidente que mi formación deviene de ello, y por eso mismo asumo mis opiniones también como estructuras políticas e ideológicas contingentes, para poder deconstruirlas. pero en ningún momento hablé de lo "irracional", menos aún vinculado al arte. pero no tiene sentido desarrollar eso aquí porque otras personas como Immanuel Wallerstein, Nestor García Canclini, Anibal Quijano, entre varios otros, ya han ahondado en la necesidad de pensar esos procesos de modernidad desde un punto de vista decolonial.

como verás no intento descalificar el hecho de que pintes para ensalzar tu espíritu, todo lo contrario, me parece necesario que rspondamos a nuestros deseos. yo no cierro ninguna posibilidad al momento de pensar la producción artística, como creo sí lo haces tú al negar tajantemente la conjunción entre arte y política.

este blog lo que intenta es poner en común ideas, materiales, textos, actividades, etc., que permitan construir un sujeto crítico. un sujeto capaz de asumirse como una persona que tiene el deber y el derecho de tomar posición en el momento presente, sea pintor, médico, veterinario, albañil, actor, me da lo mismo. lo que me importa es apuntar a la construcción de un sujeto político, es decir capaz de reñir con los consensos. si hace 'arte' o no hace 'arte', honestamente, me da lo mismo.

Anónimo dijo...

Que el arte tenga una dimension politica es una verdad de perogrullo. Que tipo de creacion humana no tiene una "dimension politica"? Hacer la afirmacion no aporta nada nuevo.

Lo que se critica es hacer uso de esa verdad de perogrullo para imponer la interpretacion politica como un criterio imprecindible (incluso el mas importante, cuando no el unico) a la hora de juzgar una obra artistica.

Se esta exagerando? Los esperpentos que se presentan hoy en dia como "obras de arte" y que no le dicen nada al publico habrian sido posibles en otras epocas en las que no se agitaba tanto este tipo de ideas?

Es curioso como un discurso que en apariencia pretende poner el arte al servicio de la liberacion y la resistencia ante la dominacion y la hegemonia ideologica, lo que hace en realidad es poner el arte bajo el yugo de los comisarios politicos que dominen la escena artistica del momento.

Miguel López dijo...

estoy de acuerdo en que un problema muy grave es esta nueva noción enlatada de 'arte político', cuya categoría en sí mismo ya es una vuelta al orden y quizá el marco más efectivo de despolitización. yo no insto a nadie a hacer exposiciones del mal llamado 'arte político' ni nada de eso. la práctica crítica se ejerce, al margen de cualquier comisario o curador. el espacio crítico se construye, y no necesariamente en los territorios artísticos y las expectativas de visibilidad institucional habitualmente dadas. a mi me da lo mismo los comistarios que curan 'arte político' -es decir, me importan muy poco-. realmente no me vienen a la cabeza más que cuatro o cinco nombres que realmente considere que asumen el espacio de exposición como un dispositivo de subjetivación -lo cual es muy distinto a hacer exposiciones de 'arte político'-.

el primer argumento me parece más bien falaz, porque el hecho que existan esperpentos -que quizá sea un gran porcentaje de las propuestas en el momento presente- no implica descalificar por completo la producción crítica contemporánea. es como que me lea cinco novelas malas y diga que toda la literatura es una mierda! es una tonteria, y peor aún es uno de las falacias más tendenciosas y más comunes al momento de pensar el arte contemporáneo. yo también soy muy crítico con la producción actual -en tanto me atañe como artista e historiador-, pero me esfuerzo en elaborar argumentos más inteligente que ese tipo de generalidades. es decir, relatos capaces de dar cuenta de la dimensión problemática de cada producción en sus distintos contextos.

dijo...

En ningún momento he negado la dimensión política del arte, la comprendo tal como la define Márquez con su comentario esplendido y lucido, que vale la pena citar en alguna parte.

Miguel, disculpa que te lo diga pero para mi el ingenuo eres tu por dos razones. La primera es por defender este matrimonio entre arte y política a capa y espada, como si esa fuera la única forma de ver el arte. Respeto tu espacio por que veo y entiendo que tu realmente SI crees de manera sincera en todo lo que dices, pero me extraña entonces que aclares ahora que tu espacio es SOLO de practicas políticas siendo que arriba dice que es de arte contemporáneo en general.

Y en el arte contemporáneo las practicas que tratan la relación entre arte y política y la dimensión critica del arte tal como tu la defines son solo una parte entre la extensa producción actual.

Segundo creo que eres ingenuo también al pensar que dedicarse a pensar el arte desde el trabajo pictórico es tomar una posición política de tipo “burgués”, para “ensalzar el espíritu”.

Por favor, eso si es una falacia. Entonces llamemos burgués a la actividad del pintor del paleolítico, a la del pintor de los sarcófagos egipcios, a la del monje bizantino.

Aplicas clasificaciones que no tienen nada que ver con la práctica de la pintura y con la teoría sobre la creación pictórica. Creo que como historiador no debías cometer ese tipo de errores.

Pero dejemos que prime la tolerancia, cosa que no es lo usual de parte de muchos artistas "políticos" que pretendiendo ser críticos crean obras (Márquez lo define como esperpentos creo que tiene razón) que muchas veces no solo se proclaman como una burla misma a la propia actividad artística, sino que además en ellas se percibe una intolerancia a la pintura – recordemos que todo estas practicas "criticas" derivan del arte conceptual – y finalmente un deseo de destruirlo todo, pasando por encima de la sociedad.

Pienso que los pintores también merecemos respeto y que se nos de el espacio justo en el arte contemporáneo. Cosa que no sucede, hemos sido segregados, llamados “burgueses”.

Por eso es que pienso que tu, a quienes EN REALIDAD defiende es a la hegemonía actual, sin ser del todo consciente claro està.

Miguel López dijo...

querido Dimo, me aclaro de nuevo, en relación a lo primero -y como mencioné en mi post último- creo verdaderamente que existe una multiplicidad légitima de prácticas artísticas y que, como dice Márquez, todas en sí mismas ya son políticas porque asumen -voluntaria o involuntariamente- un posición en relación con el sistema, y con eso estoy completamente de acuerdo. y he dicho -me reitero- que todo ello es verdaderamente legítimo, no juzgo al arte únicamente a través de la forma!

Y -en segundo lugar- menos aún he dicho que pintar me parezca burgués!! (como lo habría de decir si yo me he formado en una escuela de arte, comento sobre trabajo pictórico en este blog y trabajo al mismo tiempo con muchos artistas pintores)
Lo que dije que me parecía burgués era denostar tajantemente la dimensión política del arte, divorciar por completo una posible alianza entre prácticas visuales y movimiento social (que no es una invención mía! si queremos hacer historia solo basta remitirnos a Gustave Courbet y el nacimiento del realismo vinculado precisamente a la Revolución de 1848 y su participación en la Comuna de París), y en eso sí me reafirmo. Es decir, no digo que sea la única vía de construcción del discurso artístico, de ninguna manera!, pero negar que existe ello y decir que es una invención estricta del momento presente me parece profundamente burgués (además de ahistórico y reaccionario), ya que no da espacio a esas otras formas de pensar.

Yo respeto el comentario de Márquez, me parece importante y precisamente por ello le contesté de forma tan específica. Me molesta mucho (realmente me enfada) esta especie de especularización de lo político a través de comisarios y exposiciones, y en donde precisamente la categoría 'arte político' se convierte en una etiqueta vacía y superflua (esto que Ana Longoni alguna vez definió como 'turismo piquetero' para referirse a los 'críticos' y 'curadores' que ahora visitan Argentina en busca de 'arte activista' para sus Binales). Pero quiero pensar que yo no hablo desde allí, ya que mi pelea es contra ellos radical y abiertamente. No estoy buscando la formalización del mal llamado 'arte político'! Todo lo contrario, me interesa un pepino tanta banalidad artística! Lo que me parece necesario es construir SUJETOS POLÍTICOS!!! No se realmente si puedo ser más claro al respecto.

Unknown dijo...

tres contrapuntos:

1 - las prácticas "críticas" no vienen del arte conceptual, sino de la pintura: fundamentalmente, del desbordamiento de la pintura (y tb de la escultura) que se produce en las vanguardias históricas desde el constructivismo o desde el dadaísmo, o desde otros ismos. los antecedentes históricos de la crítica o del análisis institucional se pueden encontrar en marcel duchamp o en la radicalización de la escultura de rodchenko, por poner dos casos; los orígenes de cierta politizacióin del arte, en el tránsito que se da de la pintura al collage y de ahí al fotomontaje en el dadaísmo alemán de entreguerras; etc etc. - hay que estar mejor informados.

2 - decir que "el arte tiene una dimensión política, es una obviedad", es también, en sí mismo, una obviedad. la cuestión no es si cualquier práctica humana o cualquier forma de producción social tiene por definición, "por sí misma", una dimensión política. de lo que se trata es de cómo una práctica o una forma de producción asume *su condición* política y qué tipo de metodologías, de procedimientos, de protocolos... produce *en consecuencia*. es el viejo debate benjaminiano --inspirado a su vez por las discusiones sobre "el arte de la producción" en la unión soviética--: no se trata de cómo una obra de arte "refleja" las condiciones sociales o políticas; se trata más bien de cómo el/la artista inserta su práctica *en* el interior de esas condicione, cómo interviene en el estado de los modos de producción que le son contemporáneos.

dicha discusión no tiene *nada* que ver con los soportes o con los "estilos". nada que ver. no es una oposición entre "conceptualismos" y "pintura". por favor.

3 - en español castizo decimos: "uno sólo se acuerda de santa bárbara cuando truena" - uno sólo se ve obligado a defender la "legitimidad" de la pintura y de las prácticas "tradicionales", y a reclamar pluralismo, cuando hay corrientes o prácticas que ponen fuertemente en cuestión la hegemonía y el dominio *permanentes* de la visión idealista del arte, sostenida históricamente por una serie de estructuras institucionales poderosas, por un mercado omnipresente en su dominio de cómo se definen las grandes corrientes del arte en cada momento contemporáneo, y por lo relatos siempre dominantes sobre la historia del arte en las escuelas, en las academias, en las universidades.

la visión idealista del arte es la visión siempre hegemónica, dominante, excluyente, muchas veces exclusiva. las visiones críticas del arte no quieren "convivir" con ella; quieren atacarla, revocarla, destruirla, hacerla desaparecer. la política es eso: conflicto de hegemonías, lucha por definir cómo y por qué medios se construye el tiempo presente.

no confundamos eso con argumentos ad hominen ni con intentos de imponer lo que cada cual tiene que hacer. si alguien piensa que los blancos tienen que mandar sobre los negros, que los hombres tienen que mandar sobre las mujeres, que el primer mundo tiene que mandar sobre el tercer mundo, etc, puede pensar lo que quiera: tiene derecho a su pensamiento y a expresarlo. pero a la hora de definir cómo se construye el mundo, no hay pluralismo que valga: o gobierna la dominación o gobierna la emancipación.

todo el mundo es libre de sostener, en consecuencia, la visión del arte que quiera; de hacer el tipo de arte que quiera. hasta ahí, todo bien. pero en el plano de las discusiones, y en el plano de la pelea por definir las hegemonías en el campo artístico y cultural, no hay pluralismo que valga: el pluralismo facilita la reproducción del orden, y el orden, en la historia del arte y en el arte contemporáneo actual, no es el "arte político" ni el arte crítico.

3 - estoy de acuerdo con que hay mucho "arte político" bochornoso. seguramente porque no es político en absoluto, entre otras cosas, o lo es de una manera equivocada, o errónea, o interesada, u oportunista, o mal ejecutada. pero ese argumento no sirve absolutamente para nada, como bien lo explica miguel. también puede suceder que algunos estén equivocados al leer algunas cosas como "arte político", por desinformación, por errores de lectura, o por el interés de construirse un enemigo fácilmente atacable.

de nuevo, abrazos.

dijo...

Este hombre confunde todo con todo.

Pero bueno, en lo personal especialmente las intervenciones hechas por Miguel, y en menor medida las de los demás, me han aportado y permitido llegar a la siguiente conclusión:

-Apuesto por la creación de imaginarios y pienso hacer de la imaginación y del misticismo las principales fuentes del papel político que defiendo para el trabajo artístico.

(Esto por lo que decía que a mí como pintor me interesa más la dimensión espiritual que la dimensión política en el arte.)

Un saludo grande.

http://javaleegarcia.blogspot.com/2009/01/ego-y-narciso-el-comienzo-de-la-pintura.html

Unknown dijo...

Yo también me voy despidiendo.

Verdaderamente, Dimo: comenzar un debate por tu defensa de la racionalidad en la argumentación en el espacio público, y de la academia como garantía en la producción de conocimiento riguroso, exigiendo a los demás argumentación à la Habermas, para acabar postulando el espiritualismo y el misticismo artístico como caminos hacia la política, se las trae.

Haber comenzado por ahí y nos hubiéramos ahorrado unos cuantos posts.

Gracias Miguel por sostener el blog :-) y los hilos de discusión en él. Haces un trabajo fabuloso.

Hasta la próxima.

dijo...

Volviendo a leer, pienso que es una comprension bastante tenebrosa la que tiene Marcelo de lo que él cree que es el arte. Lo mejor del racionalismo y de la espiritualidad no se oponen, las buenas cosas para el ser humano, eso es el arte.

Anónimo dijo...

Marcelo, eso de que "el racionalismo que ha dado lugar a la concepción de los derechos humanos y las libertades, tanto como al expolio colonial y a auschwitz." me hace pensar en una critica que hace Chomsky a esa linea de pensamiento. Me permito copiar aqui un aparte de este articulo de Noam Chomsky criticando a los que critican lo que ellos hegemonia del racionalismo, o en el caso del que habla chomsky, la ciencia supuestamente "masculina y de raza blanca" (white male science). Lo copio porque la descripcion que hace Chomsky de esos argumentos a los que el se opone es casi calcada de tus intervenciones:

Notese que Chomsy llama aqui 'X' eso que tu llamas "racionalismo", pero que el no acepta que tenga nada que ver ni con pensamiento racional ni con ciencia, salvo como una caricatura:

'[De acuerdo con los criticos del 'racionalismo'] X is dominated by "the white male gender." It is "limited by cultural, racial and gender biases," and "establishes and perpetuates social organization [with] hidden political, social and economic purposes." "The majority in the South has waited for the last four hundred years for compassionate humane uses of X," which is "outside and above the democratic process." X is "thoroughly embedded in capitalist colonialism," and doesn't "end racism or disrupt the patriarchy." X has been invoked by Soviet commissars to bring people to "embrace regimentation, murderous collectivization, and worse"; though no one mentions it, X has been used by Nazi ideologists for the same ends. X's dominance "has gone unchallenged." It has been "used to create new forms of control mediated through political and economic power." Ludicrous claims about X have been made by "state systems" which "used X for astoundingly destructive purposes...to create new forms of control mediated through political and economic power as it emerged in each system."

'Furthermore, X "claims to a monopoly of knowledge." It thus denies, say, that I know how to tie my shoes, or know that the sky is dark at night or that walking in the woods is enjoyable, or know the names of my children and something about their concerns, etc.; all such aspects of my (intuitive) knowledge are far beyond what can be "obtained by logical deduction from firmly established first principles," indeed well beyond the reach of rational inquiry now and perhaps ever, and is therefore mere "superstition, belief, prejudice," according to advocates of X. Or if not denying such knowledge outright, X "marginalizes and denigrates" it. X postulates dogmatically that "a predictable end point can be known in advance as an expression of X-achieved truth," and insists upon "grounding values in [this] objective truth." It denies the "provisional and subjective foundations" of agreement in human life and action, and considers itself "the ultimate organizing principle and source of legitimacy in the modern society," a doctrine to which X assigns "axiomatic status." X is "arrogant" and "absolutist." What doesn't fall "within the terms of its hegemony...--anger, desire, pleasure, and pain, for example--becomes a site for disciplinary action." The varieties of X are presented as "charms to get us through the dark of a complex world," providing a "resting place" that offers a "sure way of `knowing' the world or one's position in it." The practitioner of X "screens out feeling, recreating the Other as object to be manipulated," a procedure "made easier because the subjective is described as irrelevant or un-X." "To feel was to be anti-X." "By mid twentieth century the phrase `it works' came to be enough for X-ists," who no longer care "why it worked," and lost interest in "what its implications" are. And so on.'

I quite agree that X should be consigned to the flames. But what that has to do with our topic escapes me, given that these attributions scarcely rise to the level of a caricature of rational inquiry (science, etc.), at least as I'm familiar with it."

El articulo completo esta aca:

http://www.chomsky.info/articles/1995----02.htm

Unknown dijo...

gracias márquez;

sí, tienes razón: esa crítica de chomsky ha de ser asumida, en la medida en que la crítica al racionallismo que él describe, es profundamente contradictoria, porque de alguna manera es inmanente al desarrollo histórico de la propia razón universal, es decir, no deja de ser en muchos aspectos, a su manera, un efecto de la propia racionalidad universalista de base ilustrada - traer a chomsky a colación y ese texto, es un buen punto por tu parte.

pero en gran medida, la crítica que (torpemente, quizá) yo intento expresar, no tiene tanto que ver con la emitida por cierto multiculturalismo o por las políticas de la identidad (por decirlo con dos descripciones muy genéricas), que son más bien, en ese texto, las dianas contra las que dispara chomsky. mis ideas tienen más que ver con la herencia de la escuela de frankfurt, fundamentalmente con la "dialéctica de la ilustración" de adorno y horkheimer, uno de mis libros de cabecera de toda la vida - ese libro expresa un ataque, como sabrás, implacable a los efectos contradictorios de la razón instrumental, en el sentido de revelar qué oculta ésta bajo su pretendido universalismo y cuáles son los dobleces, también negados, de su proyecto de racionalidad emancipatoria.

sinceramente, pienso que la situación de crisis histórica que obligó a adorno y horkheimer a escribir ese libro --en su exilio estadounidense, comprobando que la totalización de la social que se escondía por debajo del sistema eeuu tenía bases comunes con el totalitarismo nacionalsocialista del que escapaban--, no era menos acuciante que la que hoy vivimos.

entiendo muy bien los motivos por los que chomsky se aferra, a pesar de todo, contra viento y marea, por ejemplo, a la ideología de los "derechos humanos". pero también me parece que pierde de vista las implicaciones históricas del antihumanismo de foucault, de deleuze y guattari, de muchos otros en la estela de eso que se llama muy genéricamente "postestructuralismo". esas críticas al humanismo nos han situado, me parece a mí, en un punto de no retorno en el campo intelectual: no es posible volver a vindicar intelectualmente, como chomsky muchas veces hace, con inocencia, ese humanismo de pretensiones universalistas y su racionalismo tout court.

pero también es verdad que, en un mundo tan extremadamente dominado por la violencia irracional del aparato de estado, o por la sutilidad del totalitarismo permisivo de la sociedad de control, es necesario a veces, contradictoriamente, volver a recurrir a la ideología de los derechos humanos y apelar a una cierta racionalidad en las relaciones sociales, bien que sea de forma táctica.

contradicción? – sin duda :-) no menos que la de foucault, el gran azote del humanismo, cuando en su "¿qué es la ilustración?" se declaró... ¡ilustrado! – paradoja que me parece que resuelve acertadamente judith butler (con su característica vena elíptica ;-) en un texto que tuve el placer de traducir a castellano (te lo cambio por el de chomsky ;-) http://eipcp.net/transversal/0806/butler/es

finalmente: cuando el "humanismo" y el "antihumanismo" chocan ciegamente, como quizá está sucediendo aquí, de manera un tanto pedestre si quieres ;-)) sacan --como dice paolo virno a propósito del famosísimo debate televisivo en directo entre chomsky y foucault-- lo peor de sí mismos :-DDDDD

asunto aparte es cómo se aplica todo esto a la cosa del arte y a la educación... que en parte hemos perdido el origen de este hilo de discusión! ;-) a mi modo de ver, la cuestión estriba en lo siguiente: es *absolutamente imprescindible* desbaratar la vieja lógica ilustrada que otorga a "la razón" (con sus ramificaciones en términos de aparato de estado, de aparato académico, etc.) el usufructo y el monopolio de "la cultura", desterrando todo lo "irracional" (al "otro" en general, sean "los enfermos", "las mujeres"... ¡"el arte"!) al campo de lo no-político. es una ideología maligna, dañina: hay que acabar con ella a patadas. Nos objetualiza a los artistas, alineándonos en una secuencia de "otros", de tal manera que aliena nuestra práctica, nos hace asumir un rol contradictoriamente de élite y al mismo tiempo impotente. Yo deseo que el arte sea potencia, potencia de cambio *real*, no un cabeceo ceñudo ante la tragedia del mundo, convertida en mera "materia" o "tema" de lo que hacemos.

de nuevo, abrazos.

Anónimo dijo...

Glorioso despilfarro de tópicos engranados los unos a los otros en una melaza de ideas brumosas que pretende mostrar una gran erudición.

No solo en tres párrafos este señor despacha a Foucault, sino también pasa por la escuela de Frankfurt, Adorno y horkheimer,por Deleuze y Guatari, judith Butler, que mas pedimos?

Con razón que Chomsky dice que cuando lee a alguno de los anteriores citados, mira de reojo a ver si no encuentra alguna idea clara en medio de tanta estupidez.

A proposito, ¿que tiene que ver el arte con todo eso? Nada. Claro siempre ha habido buitres que desde la filosofía intentan usufructuar la carroña de las artes. Garcia tiene razon al llamar todo esto un pensamiento sumamente tenebroso.

Como profesor de pintura, desde Chile manifiesto tambien mi indignacion a que las artes plásticas y su enseñanza definitivamente tengan que ser politicas!

y si usted no cree en la razón, ni en la modernidad, hombre: simplemente: ¡no vuelva a coger un avión!, ¡no utilice teléfonos, ni vaya al médico!

Sea un poco más coherente y no tan hipócrita con su posición,que es la de hacer critica y a la vez beneficiar de los derechos que el arte y de la modernidad le han dado para pensar libremente.

Definitivamente por este tipo de “arte crítico” el arte contemporáneo está como está.

Adelante la pintura!

Miguel López dijo...

qué más decir, quizá hasta suene banal o tonto señalar que hay puntos donde la comunicación se pierde por completo en este intercambio.

en relación al último comentario:

esta defensa por la 'despolitización' de la educación de las prácticas estéticas me recuerda la actitud de gran parte de los profesores de las Escuelas en Lima a las cuales siempre fui tan reacio, y que forman estudiantes completamente de espaldas a la realidad en que se vive (quizá porque ellos también viven de espaldas a la realidad, de alguna manera estudiar 'arte' en LIma es casi un privilegio de las clases medias y altas). de esta forma pueden pasar dictaduras, golpes de estado, crisis, autoritarismos en el exterior pero nosotros seguiremos rindiéndole culto al hedonismo desde nuestras aulas.

ya en este pusto hasta hablar de arte, parece inútil, porque el compromiso ético y político es lo que me parece define el lugar del sujeto en su sociedad. ¿estamos dispuestos a renunciar a la construcción de un estudiante conciente, crítico, con capacidad de reaccionar a su contexto, con los ojos puestos en su presente (al margen de cualquier anodina discusión de soportes)? Ok, quizá sí, se ve que estamos dispuestos a vivir y formar gente para que continúe de espaldas al pensamiento, asumiendo -espero- todas las consecuencias que ello comporta.
pero bueno, yo no podré estar dispuesto a ello nunca, y esto poco tiene que ver con la pintura, escultura, video, performance y esa sarta de menudas etiquetas que no sirven para nada. pero aquí parece importar más la discusión por si es paleta de colores o proyector de video, que la necesidad de formar sujetos emancipados y críticos capaces de interpelar el presente.

Anónimo dijo...

querido andrés: gracias por tus comentarios. he tenido que leer tu post cuatro o cinco veces para convencerme de que ibas en serio.

ni en las peores pesadillas de la razón, pudiera alguna vez haberse considerado la posibilidad de que alguien confundiera la crítica de la modernidad con la negativa a montar en avión, cepillarse los dientes o lavarse los calcetines. ¡cráneo privilegiado! - (esta cita es de valle inclán, ¿entra tb en el listado de tópicos que me adjudicas, o para éste me concedes tu gracioso beneplácito?).

que san foucault, santa judith butler, santo chomsky, san horkheimer y san adorno todos juntos se apiaden de tus alumnos de pintura. ¿ya les enseñas rodchenko, stepanova, lissitzsky, ad reinhardt, barnet newman? - y después de explicárselos adecuadamente y de escucharte eructar como imagino que haces en clase, a tenor de como te expresas en público, ¿todavía tienen ganas de, como se dice en castellano castizo, seguir pintando monas?

ahora sí que me retiro de este hilo de discusión, pase lo que pase. gracias y hasta la próxima, ha sido un placer.

Anónimo dijo...

En el post anterior aparecí como anónimo. Obviamente, soy Marcelo. Hasta la vista.

dijo...

Hola Miguel, en Colombia actualmente también se forman estudiantes completamente de espaldas a la realidad, como dices que ocurre en las academias en Lima.

Pienso que debe haber un compromiso ético y político (si se quiere llamar así) en la formación de los estudiantes de arte y en la educación en general.

El problema es confundir formación política con enseñanza ideológica.
Creo que el trabajo artístico no puede limitarse a ser analizado y entendido solamente a partir de un esquema de lucha de clases, de géneros, de colores etc.

Ya tenemos suficiente de eso en el periódico, ?no será que algunos artistas tenemos derecho a pensar nuestro arte ligado a otras cosas más tranquilizadoras?

Sobre el desarrollo de la profesión habría mucho por hacer para ir hacia una prosperidad social en donde la actividad artística sea entendida por la totalidad de la cultura como una dimensión fundamental del ser humano.

Pero, en lo personal, no creo que la solución sea la politización de la educación.

Desde mi punto de vista (uno entre muchos otros) lo que se debe buscar es fortalecer los saberes y los oficios que existen en las carreras de arte (pintar, esculpir, hacer video, comics, escribir, etc), así como fortalecer toda la infraestructura en la que esos oficios se inscriben como participes de la vida social, económica, psicológica y publica de la sociedad (generación de empleo, desarrollo de proyectos sociales desarrollo de los mercados artísticos, etc.)

Lo que pasa es que la inscripción del artista en lo social es completamente difusa actualmente en países como Colombia o Perú, porque, dado el tipo de educación actual, el estudiante de arte sale con mas incertidumbres que con las que entró a la universidad.
Y casi siempre sin saber bien hacer ningún oficio concreto, que pueda interesar a los demás: pintar, hacer video o escribir bien etc.

Vuelvo a repetir que la creación artística tiene que ver con trabajar con la forma y para eso uno escoge los medios que más son acordes con sus capacidades e intereses. Me parece que debes revisar ese asunto de despreciar “lo formal” como tú lo llamas.

Obviamente el artista o estudiante debe preocuparse por cultivar su mente para que la actividad artística que desarrolla no se vuelva algo vacio o a la moda del momento.

Saludes,
D;

Anónimo dijo...

Si los argumentos de Marcelo son cosas como:

"escucharte eructar como imagino que haces en clase"

"es una ideología maligna, dañina: hay que acabar con ella a patadas."

ya entedemos mejor el tipo de pensamiento para el arte que defiende.