Crecimiento vital

El día de ayer el diario Perú21 publicó un muy corto comentario del crítico Emilio Tarazona sobre el año que pasó en materia de artes visuales. Creo que sí conviene pensar sobre lo que ha sucedido ya que, al parecer, ha sido un año donde se han consolidado grandes cosas pero al mismo se ha mostrado el punto más débil y delicado de muchas otras. Incluso pensaría que este fin de año de exposiciones en galerías resulta bastante decepcionante -salvo por algunas excepciones-. Espero pronto sentarme a soltar algunas ideas al respecto. Copio íntegro el comentario de Tarazona.
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Crecimiento vital
por Emilio Tarazona

En 2007 han surgido muchas ideas y nuevas perspectivas en nuestra escena, pero en direcciones múltiples y no necesariamente compatibles. Destacaría la presencia de Tony Cragg y la muestra dedicada a Anni y a Josef Albers, entre las exposiciones que nos han visitado, así como la exhibición de adquisiciones y donaciones, todas estas en el Museo de Arte de Lima (MALI).

Aun cuando me vea involucrado en ella, señalo también la muestra titulada La persistencia de lo efímero, en el Centro Cultural de España, entre marzo y abril: el primer recorrido visualmente documentado por el primer no-objetualismo peruano de los años 60 y 70. Entre las muestras individuales: XXXIII, de Christian Bendayán, en Arequipa y en la Sala Luis Miró Quesada, así como la exposición Solo para I(nn)iciados, de Alfredo Márquez, en la galería 80m2. De las colectivas me quedo con la exposición documental de El Codo, colectivo de arte callejero, en el Peruano Británico.

Los Portafolios, en La Culpable, se han hecho una plataforma singular para presentar o ventilar la actividad de muchos artistas locales a ojos y juicio del público. A pesar de esta experiencia, el año que acaba nos propone consolidar espacios no solo expositivos (como ocurrió en 2006) sino reflexivos, abiertos al diálogo y a la crítica. Con desiguales alcances, algunas publicaciones anuncian esta vía mostrando un amplio abanico de enfoques (Illapa nº4, o Artmotiv y Juanacha).

Salvo la muestra curada por Rodrigo Quijano para el MALI (Popular/pop), la secuencia expositiva de Coca, Velaochaga y la dupla Andrade y Macchiavello, en la galería Vértice, acusa que la tendencia ha llegado a aguas mansas, por no decir simpáticas y complacientes.

La censura sobre la muestra de Piero Quijano expuso que el veto es una estrategia para silenciar la opinión en lo que a cultura se refiere. Finalmente, adquiere velocidad una carrera de museos de arte contemporáneo (MAC Lima, MALI contemporáneo y Micromuseo). El resultado apunta a afirmar un interés por el arte de la mano con el auge de un mercado con muchos nortes.