Entre otras actividades significativas, se inauguró con gran éxito la exposición retrospectiva -casi 25 años de trabajo- de la escultora Alina Canziani en las salas del ICPNA de Miraflores, de la cual voy a comentar en extenso en los próximos días. Una exposición sorprendente no sólo porque se trata de un cuerpo de trabajo rara vez visto durante la última década, sino además por la audaz museografía que trastoca el espacio, transformando parte de la sala en una zona donde lo inórganico parece diluir sus límites con lo natural (como el pasto aludido o el musgo), en una especie de vértigo impreciso que cada escultura sugiere. Es definitivamente la exposición antológica más arriesgada que se ha presentado en esas salas durante los últimos años, y merece ser vista con mucha paciencia (y de preferencia con el espacio a solas), recorriendo el lugar de forma minuciosa y dejando que cada pieza se interponga, a su extraña manera, con el cuerpo del espectador. La exposición al ser una experiencia espacial bastante cuidada potencia de forma sorprendente la extrañeza que la obra de Canziani desplaza. Como verán mi opinión es bastante positiva y entusiasta y realmente me gustaría escuchar todos los comentarios posibles al respecto.
Por otro lado, se ha presentado hace ya varios días el libro Frases sin palabras ni letras que digan una cosa, del artista conceptual Alfredo Covarrubias (a.k.a. Alberto Casari et alt.) en el Centro Cultural de San Marcos y con la presencia del poeta Víctor Coral y el crítico de arte Jorge Villacorta. No puedo dar una opinión crítica aún del libro puesto que no lo he leído con detenimiento -espero poder hacerlo pronto-, pero lo comento porque en el blog Luz de Limbo, Coral ha colgado recientemente un texto preparado para la ocasión y en el cual, haciendo eco del sentido lúdico de Casari, se apropia del propio Covarrubias en una suerte de 'entrevista' que resulta 'trascendente' (ja).
Y si no tienen ni idea de quien es Covarrubias o Casari, en el siguiente post estaré colgando una entrevista aparecida hace poco más de un mes en el boletín semanal del Centro Cultural de San Marcos -en el marco de su exposición La apertura de los ojos-, con la intención de aclarar en algo (en algo nomás) este aparente enredo.
Y por último, aprovechando una invitación del Centro Fundación Teléfonica quienes en el marco de la exposición del artista conceptual On Kawara han decidido organizar en Mayo una semana de actividades titulada Algo está pasando, arte conceptual desde Perú, y a la cual me han invitado junto a otros artistas y curadores a reflexionar sobre el conceptualismo desde diferentes perspectivas, espero ordenar una serie de ideas en relación a algunas experiencias esencialmente norteamericanas y europeas de los años 70's centradas en la crítica institucional, las cuales colgaré aquí oportunamente además de alguna referencia al conceptualismo peruano. Ya de por sí el título de todo el encuentro se me hace bastante sugestivo: 'Algo está pasando' parece hacer un sutil eco de una las obras más significativas y referidas del artista peruano Juan Javier Salazar (de quien se ha clausurado hace poco su muestra antológica) titulada Algo va' pasar, quien es casualmente el primer invitado de esta serie de conversatorios junto al curador Emilio Tarazona.
Algo debe estar pasando verdaderamente para que se haya organizando una serie de conversaciones en relación al arte conceptual en Lima, no recuerdo ningún antecedente cercano.
[foto 1: Alina Canziani. Dador. Plomo y mármol. 70 x 60 x 60 cm. 1989. fotografía de Juan Pablo Murrugarra y Alfonso Vargas / foto 2: Juan Javier Salazar. Algo va' pasar. Serigrafía sobre papel. 69.5 x 100 cm. 1980.]
3 comentarios:
nunca posteaste el comentario de la exhibicion de canziani.. me gustaria leerlo.. algunas cosas ke escribes son muy interesantes.
es cierto, no pude, tiempo y otras, pero lo colgaré pronto -tan pronto lo escriba, claro-, te respondo en otro post.
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