El crítico Gustavo Buntinx se pronuncia en la bitácora de Micromuseo por la absurda e inconcebible censura por parte de la Municipalidad de San Isidro sobre la galería Vértice. Aquí pueden ver además el comunicado de la galería frente a este hecho denigrante.
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Otra estúpida, contraproducente censura
Escribo en la madrugada y casi dormido, ante la urgencia de no guardar silencio. La Municipalidad de San Isidro ha clausurado la Galería Vértice, donde culminaba ya la muestra en que Cristina Planas ensaya ciertas parodias de algunos íconos católicos (o casi: entre ellos se encuentra Sarita Colonia). Aunque la autoridad –llamémosla así– pretexta problemas de licencias, resulta flagrante la sumisión edil a imposiciones de minorías ínfimas y fanatizadas que con su intolerancia denigran a los propios valores religiosos que dicen defender.
Se trata, en realidad, de una comedia de equivocaciones donde todos pierden. Perdemos, claro, quienes aspirábamos a una discusión reflexiva y crítica de las obras en exposición, ahora imposibles de analizar desde otra perspectiva que no sea la de la ineludible lucha por la libertad de expresión. (Recuérdese el antecedente de otra pieza de Planas, retirada de la Bienal de Lima a fines de la década de 1990 por incluir una representación de Abimael Guzmán: un trabajo para siempre opacado por su circunstancia). Pero pierde también el concejo distrital al revelarse como un mecanismo represor al servicio de las ideologías más oscurantistas y trasnochadas. Y pierden los propios fundamentalistas, al dejar en evidencia cómo el único poder de sus creencias es el de la coerción.
Un poder contraproducente y estúpido: lo único que lograrán es la difusión mayor de aquello que intentan silenciar. Hasta el punto que los maliciosos querrán ver como ganadora única de esta batalla estéril a la artífice victimizada: en nuestra era tecnológica de la hipercomunicación, no hay consagración mayor que la de ser (inútilmente) censurad@. Sin embargo, es probable que no sea éste el tipo de éxito al que Planas aspira.
Quedan por lo menos dos preocupaciones finales. Por un lado, el destino puntual de la Galería Vértice, que en tan poco tiempo había logrado definir cierta refrescante línea de audacias críticas. Pero también el destino general de una escena crecientemente amenazada por arrebatos autoritarios que se creían derrotados tras la fuga de Fujimori y Montesinos. Recuérdese tan sólo la aún reciente censura de las caricaturas de Piero Quijano. Tiempos ominosos los nuestros.
(Gustavo Buntinx)
De Miguel Zegarra:
ResponderBorrarMiguel muchas gracias por tu recopilación precisa de toda la información con respecto de la Censura de la exposición de Cristina Planas y Vértice. y también el destacar tu posición al respecto y el desarrollo que has hecho de ella.Mañana sábado será un día de importantes decisiones. Te mantengo al tanto de noticias
un abrazo
Miguel
P.D. muchas gracias por postear el proyecto en Kiosko! te mando pronto imagenes de registro de la exposición.
hola miguel,
ResponderBorrarte agradeceré mantenerme informado sobre lo que pase. desde la distancia es difícil con presteza los incidentes, pero ojalá esto se solucione pronto. la cuestión no sería solo volver a abrir la galería porque finalmente la exposición de Planas ya acabó -en términos de calendario-, sino ver qué tipo de respuesta pública se puede generar de la comunidad artística para que esto no se vuelva a repetir. es un terrible precedente para cualquier otro posible hostigamiento municipal y/o religioso. no pueden quedarse con la idea de que, con excusas tontas y vínculos solapados, pueden hacer lo que les da la gana.
un abrazo,
m.