En su última columna Artes&ensartes de la revista Caretas, el crítico Luis Lama se pronuncia sobre la histigación religiosa y municipal, ahora devenida vergonzosa censura, contra la galería Vértice y la exposición de Cristina Planas. Reproduzco el fragmento del texto con su comentario.
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Intolerancia
Por Luis E. Lama
La muestra de Cristina Planas en Vértice ha originado un conflicto, porque no podemos evitar ser una provincia de los márgenes y escandalizarnos de aquello de lo que no debiéramos. Si creyera en Dios, diría que el cuerpo humano fue su hechura. Los católicos deberán pensar lo mismo, y siendo los santos en primer lugar seres humanos, no imagino las razones del escándalo. Lo verdaderamente obsceno es la avalancha de correos anónimos exigiendo que esta muestra se cancele. Entren a www.fatima.org.pe/contentid-232.html y verán de qué somos capaces en una sociedad escindida donde el oscurantismo intenta imponerse atropellando nuestra libertad de decisión.
Admitamos que lo de Cristina Planas pueda ser esperpéntico en el mejor sentido almodovariano, pero esa es una opción que no invalida la muestra ni justifica la censura, y si bien tengo algunos desacuerdos, basta ver los sillones de combi forrados como bandera peruana y las máscaras de oxígeno que caen del techo creando una perfecta metáfora de nuestra migración. Esa pieza por sí sola con el Cristo morado en el fondo, crea una muestra que permanecerá en la memoria.
Cristina Planas no trasgrede la moral ni las buenas costumbres, pero si viviéramos en un país respetuoso de los demás y practicáramos la tolerancia, se hubiera evitado este escándalo gratuito, porque todo artista tiene derecho a recurrir a íconos que no son exclusividad de la Iglesia Católica, sino de nuestra imaginería popular. Por esta razón allí no se encuentra sacrilegio alguno, más bien una simbiosis de la historia occidental con las manifestaciones populares del Perú contemporáneo. Sin duda, un poquito de blasfemia le hubiera añadido sazón… digamos que unas pepas de rocoto harían todo más provocativo, pero esas son decisiones de una artista valiente que expone en una galería y no ha tenido reparos en exhibir su propuesta. Son dos mujeres corajudas que merecen admiración.
Claro, no debe haber censura.
ResponderBorrarPero tampoco en el muro de la LMQS,
tolerancia dice este viejo pendejo.