sábado, noviembre 01, 2008

Juan Javier Salazar: Un brujo del arte con 'cachita'

A propósito de la actual exposición 'Transportes Aparicio...' de Juan Javier Salazar en la Municipalidad de Miraflores que acaba este fin de semana (!) se ha publicado hoy una entrevista una entrevista en el diario El Comercio que aquí reproduzco.
Espero que no se pierdan la expo!!
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ENTREVISTA A JAVIER SALAZAR

Un brujo del arte con 'cachita'

ESTE ES EL ÚLTIMO FIN DE SEMANA PARA ACERCARSE A LA OBRA DE JUAN JAVIER SALAZAR. "TRANSPORTES APARICIO: 50 GRANDES NO ÉXITOS" SE EXPONE EN EL C.C. RICARDO PALMA, EN MIRAFLORES

Por Gonzalo Galarza Cerf

La suya es una mirada socarrona de la realidad: Juan Javier Salazar teje historias entre el cómic y la crudeza de un anuncio sobre triplay, cuyo foco está centrado en criticar y exorcizar sus orígenes (los vivos y los muertos) y sus relaciones (de pareja y con nuestro país). Esta es la mirada con 'cacha' del ex miembro fundador del grupo Huayco.

Ha dicho que los objetos para usted son una maldición y una esclavitud.
Sí, el arte moderno más contemporáneo y el más antiguo ritual producen momentos y son más inasibles. La gente de teatro, los poetas y los músicos venden eso y es casi como vender aire. Los artistas, en cambio, venden cosas y alrededor de estas está la patología llamada fetichismo. Entonces, en la mitología más clásica, el mundo es divino y completo, pero necesitas un inadaptado para agregar una cosa más.

¿Y quién es ese inadaptado?
Hacer arte y tener que vivir de eso todos los meses es una cosa. Pero hacer arte porque tu maldición es completar el universo es otra. Son como parámetros muy útiles. Yo trato de jugar dentro de las dos cosas.


Emilio Tarazona dice que usted tiene el extraño don de dar vida a los objetos inertes.
En esta exposición me he dado el gusto de que Anne Marie Hocquenghem, una experta francesa en arte e iconografía mochica, se sienta identificada, porque hay un paisaje precolombino que plantea que la cultura peruana es tan rica por su diversidad... Hay un período en la cultura Mochica llamado La Rebelión de los Instrumentos, en que las cosas se humanizan y persiguen a sus dueños.

¿Qué objetos lo persiguen?
El relámpago. Hice un relámpago de madera con fósforos, encendías el de abajo y se prendía todo. Lo estaba prendiendo cuando pensé: "La chispa que enciende la pradera". No he sido trotskista y mi mitología maoísta la veo bien folclórica por estas cosas cachacientas. Pero era 1989, un momento riesgoso, y tenía una familia de hijos pequeños. Entonces, lo apagué. Años después, un crítico americano me dijo que si no lo hubiera apagado habría marcado un antes y un después. Me quedé molesto.

Ahora le compran personas como Mario Testino.
(Luis) Lama ha dicho que soy un artista de culto. Estoy con la frase de arriba a abajo y tengo una novia ayacuchana perfecta para que me chanque el ego. El otro día pensaba que siempre me había corrido del éxito y nunca me había podido alcanzar. Ahora que estoy 'tío' corro a menor velocidad.

¿Hay un temor a asumir las críticas positivas?
Si hubiese puesto una florería, habría hecho mejor negocio. No he vendido tanto como flores he recibido. Todo esto también es un fenómeno moderno. Son personajes armados. Hace cuarenta años era casi imposible no ser diferente. Hoy con los arquetipos y las caricaturas la originalidad se basa en agarrar pedacitos prefabricados de partes hechas y armar tu propia combinación, y en eso consiste ser original. Esta muestra no tiene tecnología, está como en una edad de piedra.

Hay una mirada irónica a los llamados grandes logros del Perú: los espárragos
Siempre manipulo imágenes que están insertadas en el subconsciente colectivo. Entonces puedo agarrar una cajita de fósforos donde está una llama parada y hacer que levante la pata Hay códigos compartidos, puntos de encaje con el espectador.

¿La ruta de Transportes Aparicio es la hoja de ruta de los peruanos que al final siempre terminamos estrellándonos, siempre estamos casi, pero no llegamos al destino final?
Es una cosa bien curiosa la heroicidad perdedora y fallida que tenemos en nuestra tradición histórica. Cuando comencé esta chamba queríamos la revolución cultural, una sociedad con una ética diferente. Nunca me imaginé que podría ser un negocio. Luego te encuentras con esta cosa del fetiche y me ha pasado dos veces que casi podría vender piedras porque es un negocio de hipnosis colectiva, porque no es suficiente hacer arte inteligente: tiene que ser mágico y estar bien armado.

[foto tomada del blog zonadenoticias]

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