La semana pasada David Flores-Hora colgó una entrevista a los miembros de El Colectivo que están participando en la V BIENAL INTERNACIONAL DE ARTE SIART BOLIVIA 2007 que arranca el próximo 18 de octubre -y donde también estará participando como invitado especial Alfredo Márquez-. La buena entrevista de David permite adentrarse en el trabajo sostenido que ellos han venido realizando desde la toma de la Escuela de Bellas Artes por parte de los alumnos dada la terrible corrupción que allí existía como legado directo del gobierno de Fujimori, y la labor descentralizada, política y esencialmente crítica que tienen frente al lugar del artista dentro de la sociedad.
Con una prácticamente esencialmente callejera y colaborativa los miembros de El Colectivo han logrado marcar una diferencia significativa frente a casi todo el grueso de estudiartes de arte que se encuentran en nuestras escuelas, tan marcadas todas por un énfasis casi delirante en la producción individual. El trabajo de El Colectivo surgió ante la necesidad imperiosa de instalar un modelo reflexivo y ciudadano de estudiante, allí donde la Escuela propugna aún ciertos valores románticos de proyección espiritual. El cuerpo de trabajo de este colectivo, silencioso y casi a espaldas de todo el mundo, es definitivamente uno de los aspectos más interesantes y poco discutidos en nuestro medio cuyo crecimiento parece bastante más orientado al mercado internacional y no necesariamente hacia la democratización de los espacios de comunicación crítica. Y aunque pueda tener comentarios o discrepancias frente a la resolución formal/conceptual de ciertos proyectos me parece loable el esfuerzo y constancia con la que han avanzado. A cada uno de ellos los conocí cuando eran -cuando éramos- estudiantes, y aunque muchos de ellos ya dejaron la Escuela me alegra saber que el espíritu conflictivo sigue siendo el mismo.
A continuación copio cinco preguntas de la entrevista de David. El texto completo lo pueden leer aquí.
Con una prácticamente esencialmente callejera y colaborativa los miembros de El Colectivo han logrado marcar una diferencia significativa frente a casi todo el grueso de estudiartes de arte que se encuentran en nuestras escuelas, tan marcadas todas por un énfasis casi delirante en la producción individual. El trabajo de El Colectivo surgió ante la necesidad imperiosa de instalar un modelo reflexivo y ciudadano de estudiante, allí donde la Escuela propugna aún ciertos valores románticos de proyección espiritual. El cuerpo de trabajo de este colectivo, silencioso y casi a espaldas de todo el mundo, es definitivamente uno de los aspectos más interesantes y poco discutidos en nuestro medio cuyo crecimiento parece bastante más orientado al mercado internacional y no necesariamente hacia la democratización de los espacios de comunicación crítica. Y aunque pueda tener comentarios o discrepancias frente a la resolución formal/conceptual de ciertos proyectos me parece loable el esfuerzo y constancia con la que han avanzado. A cada uno de ellos los conocí cuando eran -cuando éramos- estudiantes, y aunque muchos de ellos ya dejaron la Escuela me alegra saber que el espíritu conflictivo sigue siendo el mismo.
A continuación copio cinco preguntas de la entrevista de David. El texto completo lo pueden leer aquí.
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ENTREVISTA A “EL COLECTIVO”
Por: David Flores-Hora
ENTREVISTA A “EL COLECTIVO”
Por: David Flores-Hora
David Flores-Hora. (D.F.H.). ¿Como surgió “El Colectivo”?.
Renato Pita. (R.P.) Podemos decir que hay una etapa previa al surgimiento de “El Colectivo” que data del año 2000, donde empezaron a surgir experiencias de trabajo colectivo, y no solo entre los miembros de lo que ahora es “El Colectivo”.
En este momento coincidimos en la tendencia que el artista como un “yo creador” estaba superada, y que por el contrario era más importante conversar, discutir, y que se produzcan ideas más interesantes. En esta etapa, que es bastante larga desde el 2000 al 2004, se dan muchas experiencias colectivas.
La etapa de la toma de la Escuela Nacional de Bellas Artes, fue un proceso político y social que nos marcó mucho, y lo consideramos un antecedente a pesar de ser lejano a nuestra formación como colectivo. El proceso de la toma implicó una gran organización, muchos de nosotros apoyamos la toma de distintos niveles: por ejemplo estuvimos en la calle durmiendo, adentro de la Escuela, recolectando víveres, buscando fondos, etc. Consideramos la Toma como un referente porque nos enfrentó hacia una necesidad de afrontar los problemas, encarar una problemática social de la manera artística y mediante la organización estudiantil.
Renato Pita. (R.P.) Podemos decir que hay una etapa previa al surgimiento de “El Colectivo” que data del año 2000, donde empezaron a surgir experiencias de trabajo colectivo, y no solo entre los miembros de lo que ahora es “El Colectivo”.
En este momento coincidimos en la tendencia que el artista como un “yo creador” estaba superada, y que por el contrario era más importante conversar, discutir, y que se produzcan ideas más interesantes. En esta etapa, que es bastante larga desde el 2000 al 2004, se dan muchas experiencias colectivas.
La etapa de la toma de la Escuela Nacional de Bellas Artes, fue un proceso político y social que nos marcó mucho, y lo consideramos un antecedente a pesar de ser lejano a nuestra formación como colectivo. El proceso de la toma implicó una gran organización, muchos de nosotros apoyamos la toma de distintos niveles: por ejemplo estuvimos en la calle durmiendo, adentro de la Escuela, recolectando víveres, buscando fondos, etc. Consideramos la Toma como un referente porque nos enfrentó hacia una necesidad de afrontar los problemas, encarar una problemática social de la manera artística y mediante la organización estudiantil.
D.F.H. Cual fue la tendencia al interior de la Escuela de Bellas Artes que comenzó a sentirse en esos momentos de “regreso” a la “democracia” y de formación de ustedes como grupo.
Claudia Denegri. (C.D.) La mayor tendencia que pudimos notar es la predisposición a la organización después de la toma, participar activamente en el Centro de Estudiantes. En general en todo el proceso, que era muy político. También existía la tendencia de otras personas para trabajar proyectos artísticos en colectividad, intercambiar información y tener una postura crítica.
Coco polar. (C.P.) Básicamente lo que posibilitó la toma de la escuela fue proponer y reforzar la organización estudiantil, que en ese momento no existía en la escuela. La toma sirvió para que los estudiantes se den cuenta que de forma colectiva se podía encarar muchos problemas.
R.P. Uno de los logros de la toma es que existe el centro de estudiantes, con estatutos y con ingerencia en la escuela. Antes de eso existía acciones espontáneas pero ningún organismo que las articulara dentro de la institución.
C.D. Otro factor que influyo mucho en la toma fue la coyuntura del Perú durante la dictadura de Alberto Fujimori. Es por eso que nosotros consideramos esta coyuntura como parte de la historia del “El Colectivo”, ya que participamos en las marchas en contra de la dictadura, no como grupo, en ese momento como estudiantes de la escuela. Nosotros fuimos muy críticos, estábamos en contra de la dictadura y por ende fuimos muy críticos a las autoridades de la escuela.
Claudia Denegri. (C.D.) La mayor tendencia que pudimos notar es la predisposición a la organización después de la toma, participar activamente en el Centro de Estudiantes. En general en todo el proceso, que era muy político. También existía la tendencia de otras personas para trabajar proyectos artísticos en colectividad, intercambiar información y tener una postura crítica.
Coco polar. (C.P.) Básicamente lo que posibilitó la toma de la escuela fue proponer y reforzar la organización estudiantil, que en ese momento no existía en la escuela. La toma sirvió para que los estudiantes se den cuenta que de forma colectiva se podía encarar muchos problemas.
R.P. Uno de los logros de la toma es que existe el centro de estudiantes, con estatutos y con ingerencia en la escuela. Antes de eso existía acciones espontáneas pero ningún organismo que las articulara dentro de la institución.
C.D. Otro factor que influyo mucho en la toma fue la coyuntura del Perú durante la dictadura de Alberto Fujimori. Es por eso que nosotros consideramos esta coyuntura como parte de la historia del “El Colectivo”, ya que participamos en las marchas en contra de la dictadura, no como grupo, en ese momento como estudiantes de la escuela. Nosotros fuimos muy críticos, estábamos en contra de la dictadura y por ende fuimos muy críticos a las autoridades de la escuela.
D.F.H. Ahora que mencionan la coyuntura política, ¿Qué tanta importancia tiene el compromiso político en “El colectivo”?
R.P. Nosotros partimos por el hecho de que todo arte es político. De hecho existe un arte que nace desde la indiferencia pero no deja de jugar un rol en el panorama social de la cultura. De alguna forma una obra de arte es un producto que siempre se inscribe en la sociedad.
A partir de esta idea, que todos en “El colectivo” tenemos, sabemos que cada trabajo que hacemos se articula en un contexto histórico, social y coyuntural. Esto nos obliga a replantear nuestra participación y nuestra producción artística en ese contexto.
Además a partir de la experiencia como estudiantes, como individuos y como seres sociales que somos, asumimos una acción y una posición. Consideramos que nuestro trabajo es a partir del arte, un trabajo como cualquier otro, y tenemos derecho a vivir y pronunciarnos desde esto. Con nuestro trabajo podemos aportar a un movimiento, a una fuerza que empuja el coche por un ansia distinta.
Vemos que existe actualmente un sistema que se desarrolla con total prepotencia sobre las mayorías populares. En ese sentido consideramos que nuestra forma de trabajo es una herramienta importante para aportar al cambio a una sociedad distinta, más justa, igualitaria, que no sea excluyente.
R.P. Nosotros partimos por el hecho de que todo arte es político. De hecho existe un arte que nace desde la indiferencia pero no deja de jugar un rol en el panorama social de la cultura. De alguna forma una obra de arte es un producto que siempre se inscribe en la sociedad.
A partir de esta idea, que todos en “El colectivo” tenemos, sabemos que cada trabajo que hacemos se articula en un contexto histórico, social y coyuntural. Esto nos obliga a replantear nuestra participación y nuestra producción artística en ese contexto.
Además a partir de la experiencia como estudiantes, como individuos y como seres sociales que somos, asumimos una acción y una posición. Consideramos que nuestro trabajo es a partir del arte, un trabajo como cualquier otro, y tenemos derecho a vivir y pronunciarnos desde esto. Con nuestro trabajo podemos aportar a un movimiento, a una fuerza que empuja el coche por un ansia distinta.
Vemos que existe actualmente un sistema que se desarrolla con total prepotencia sobre las mayorías populares. En ese sentido consideramos que nuestra forma de trabajo es una herramienta importante para aportar al cambio a una sociedad distinta, más justa, igualitaria, que no sea excluyente.
D.F.H. ¿Qué reacciones ha generado, tanto a compañeros de la escuela como profesores, la formación de “El Colectivo” y su forma de trabajo?
C.D. El trabajo de “El Colectivo” básicamente ha tenido un proceso: nos hemos iniciado con el desarrollo de un trabajo político, muy crítico, de trabajar en colectividad. Era romper con lo que nos imponían en la escuela, se cuestionó lo individual, intimista, del artista ¨genio¨ metido en su taller.
Esto causó una reacción y extrañeza de los profesores y alumnos a quienes invitábamos a los conversatorios que organizamos. Para ellos fue muy extraño que alguien rompa esos márgenes a los cuales estábamos acostumbrados.
C.P. En el contexto de formación de “El colectivo”, mucha gente por afinidad se ha integrado a nosotros. Esto refuerza nuestra idea desde el inicio: el trabajo en conjunto desde la organización como forma de resolver problemas.
(...)
D.F.H. ¿Ustedes consideran que hay muchos artistas que trabajan una apuesta crítica desde la política en el Perú?
R.P. La política no solo la concebimos nosotros como una acción de sacar un manifiesto, que lo hemos hecho, eso es solo una parte. Creemos que actualmente existe una tendencia dentro de un proceso cultural, histórico y social en el que vivimos aquí en el Perú, que nos encarna ciertas realidades.
Creemos que hay varios espacios y artistas que tienen una apuesta crítica. Esta apuesta es desde el panorama artístico-cultural hacia un panorama más amplia de lo nacional. Creemos que existe una corriente que tiende hacia eso, pero esos espacios y artistas no pueden quedarse aislados, tienen que gradualmente irse vinculándose y fortaleciéndose.
El panorama artístico-político no podemos desligarlo de procesos sociales mayores. De hecho los noventas implicaron un repliegue a nivel de organizaciones, además hubo una fuerte represión. En la Escuela de Bellas Artes se cerró el Centro de Estudiantes y se dieron las intervenciones en las universidades. Existía una política en la dictadura de Alberto Fujimori de represión a todo lo que implicara una organización. Eso repercutió en los actores sociales como son los artistas en varios aspectos, por ejemplo: en el intimismo, en un cierre en el individuo, desvincular el arte de un panorama social más amplio. Es importante señalar que esta coyuntura afectó todos los campos.
Posteriormente a la derrota de la dictadura empezaron a surgir nuevos espacios de organización y muchos espacios que ya existían comienzan de cero. Considerar que la propuesta crítica y política del artista no existió en lo últimos años es una media verdad, pero esto es parte de un proceso que hay que comprenderlo.
Hace poco en el marco del III Congreso de las Artes se vio esa realidad donde la gente tenia no solo la idea de manifestarse, también de asumir una posición y de vincularse.
En ese sentido “El Colectivo”, como parte de un trabajo en arte, quiere hacer sólido ese vinculo entre los distintos grupos para realmente generar una posición sólida como conjunto, como generación y como distintos actores. De esa forma evidenciar la necesidad de este nivel de trabajo en conjunto y articulado como única salida para generar procesos sociales de construcción más sólidos en comparación de los que nos precedieron.
C.D. En el contexto de reconocimiento de algunos sectores, o del debate de quién conoce el trabajo de quién, “El Colectivo” si se siente parte de ese grupo de gente que está trabajando, que está creciendo y que si se reconoce unos a otros. Podríamos ir a los espacios artísticos convencionales, pero consideramos también que nuestro trabajo está presente junto con otras organizaciones, con el dialogo y relaciones que podamos establecer mientras trabajamos.
[fotografías y texto tomado de la entrevista de D.F.H. / Foto 1: Los 9 miembros del “El Colectivo”: Juncalí Durand, Oscar Salvatierra, Lizbeth Ramirez, Yuri Castañeda, Cesar Rivera, Claudia Denegri, Renato Pita, Ormar Colán y Coco Polar. / Foto 2: Adhesivo de la toma de la Escuela de Bellas Artes, en mayo del 2001. Considerado como antecedente a la formación de “El Colectivo”. / Foto 3: Participación de “El Colectivo” en la marcha Extradición de Fujimori. Embajada de Chile.]
C.D. El trabajo de “El Colectivo” básicamente ha tenido un proceso: nos hemos iniciado con el desarrollo de un trabajo político, muy crítico, de trabajar en colectividad. Era romper con lo que nos imponían en la escuela, se cuestionó lo individual, intimista, del artista ¨genio¨ metido en su taller.
Esto causó una reacción y extrañeza de los profesores y alumnos a quienes invitábamos a los conversatorios que organizamos. Para ellos fue muy extraño que alguien rompa esos márgenes a los cuales estábamos acostumbrados.
C.P. En el contexto de formación de “El colectivo”, mucha gente por afinidad se ha integrado a nosotros. Esto refuerza nuestra idea desde el inicio: el trabajo en conjunto desde la organización como forma de resolver problemas.
(...)
D.F.H. ¿Ustedes consideran que hay muchos artistas que trabajan una apuesta crítica desde la política en el Perú?
R.P. La política no solo la concebimos nosotros como una acción de sacar un manifiesto, que lo hemos hecho, eso es solo una parte. Creemos que actualmente existe una tendencia dentro de un proceso cultural, histórico y social en el que vivimos aquí en el Perú, que nos encarna ciertas realidades.
Creemos que hay varios espacios y artistas que tienen una apuesta crítica. Esta apuesta es desde el panorama artístico-cultural hacia un panorama más amplia de lo nacional. Creemos que existe una corriente que tiende hacia eso, pero esos espacios y artistas no pueden quedarse aislados, tienen que gradualmente irse vinculándose y fortaleciéndose.
El panorama artístico-político no podemos desligarlo de procesos sociales mayores. De hecho los noventas implicaron un repliegue a nivel de organizaciones, además hubo una fuerte represión. En la Escuela de Bellas Artes se cerró el Centro de Estudiantes y se dieron las intervenciones en las universidades. Existía una política en la dictadura de Alberto Fujimori de represión a todo lo que implicara una organización. Eso repercutió en los actores sociales como son los artistas en varios aspectos, por ejemplo: en el intimismo, en un cierre en el individuo, desvincular el arte de un panorama social más amplio. Es importante señalar que esta coyuntura afectó todos los campos.
Posteriormente a la derrota de la dictadura empezaron a surgir nuevos espacios de organización y muchos espacios que ya existían comienzan de cero. Considerar que la propuesta crítica y política del artista no existió en lo últimos años es una media verdad, pero esto es parte de un proceso que hay que comprenderlo.
Hace poco en el marco del III Congreso de las Artes se vio esa realidad donde la gente tenia no solo la idea de manifestarse, también de asumir una posición y de vincularse.
En ese sentido “El Colectivo”, como parte de un trabajo en arte, quiere hacer sólido ese vinculo entre los distintos grupos para realmente generar una posición sólida como conjunto, como generación y como distintos actores. De esa forma evidenciar la necesidad de este nivel de trabajo en conjunto y articulado como única salida para generar procesos sociales de construcción más sólidos en comparación de los que nos precedieron.
C.D. En el contexto de reconocimiento de algunos sectores, o del debate de quién conoce el trabajo de quién, “El Colectivo” si se siente parte de ese grupo de gente que está trabajando, que está creciendo y que si se reconoce unos a otros. Podríamos ir a los espacios artísticos convencionales, pero consideramos también que nuestro trabajo está presente junto con otras organizaciones, con el dialogo y relaciones que podamos establecer mientras trabajamos.
[fotografías y texto tomado de la entrevista de D.F.H. / Foto 1: Los 9 miembros del “El Colectivo”: Juncalí Durand, Oscar Salvatierra, Lizbeth Ramirez, Yuri Castañeda, Cesar Rivera, Claudia Denegri, Renato Pita, Ormar Colán y Coco Polar. / Foto 2: Adhesivo de la toma de la Escuela de Bellas Artes, en mayo del 2001. Considerado como antecedente a la formación de “El Colectivo”. / Foto 3: Participación de “El Colectivo” en la marcha Extradición de Fujimori. Embajada de Chile.]
Una entrevista sui géneris, las preguntas estan monses y repetitivas, pero las respuesta geniales, apoyo al colectivo!
ResponderBorrarcolectivamente del colectivo el colectivo
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