lunes, mayo 23, 2011

Del No a Keiko al Sí a Ollanta - Juan Carlos Ubilluz

Viendo a Alvaro Vargas Llosa en Prensa Libre, me convenzo más y más de la insuficiencia de la campaña del No a Keiko. Si uno se enfoca demasiado en el No, se propone al voto a Humala como el mal menor y entonces todo está perdido... Jugar dentro de la ica del mal menor es apelar a lo más conservador del electorado, a su deseo de que no se muevan mucho las aguas, de que las cosas no cambien mucho. Y ya sabemos quién es la candidata que representa mejor esta opción. No basta combatir el miedo a Ollanta con el miedo a Keiko. Hay que producir un deseo afirmativo en los electores. Y por tanto, hay que pasar del No a Keiko al Sí a Ollanta. Esta noche Alvaro Vargas Llosa ha apoyado a Ollanta con alegría y entusiasmo. Desde su posición liberal (con la cual discrepo), ha encontrado una manera --su manera-- de inspirar optimismo y confianza en un futuro gobierno de Gana Perú. Y cada uno de nosotros debe encontrar su manera singular de decir Sí a Ollanta y de sostenerlo en todos los espcacios que nos sea posible en estas tres semanas que quedan de elección. Por eso, en lo que sigue, doy mi versión del Sí. Yo voto por Ollanta para que se politice el país. Si Ollanta llega al poder e intenta llevar a cabo ciertas reformas, encontrará la oposición de los grupos de poder y se producirá un desacuerdo sobre la dirección que debe tomar el país. Sin duda, los medios de comunicación criticarán este desacuerdo como "polarización". Y esto porque habrán intuido que el desacuerdo (como lo dice Ranciere) es la esencia de lo político. A fin de cuentas, los medios quieren la despolitización, por eso apoyan a Keiko: mano dura y dádivas a los pobres para mantenerlos agradecidos... y en su lugar, este es el "consenso democrático" al que aspiran. Entonces, yo voto por Ollanta para que en los próximos cinco años se socave la idea de que el modelo neoliberal es el único modelo posible, de que las mineras pagan suficientes impuestos, de que el consumidor debería estar contento con la tarifas de la telefonía y con las comisiones de las AFP, de que hace falta crecer todavía más antes de invertir en la educación y en programas asistenciales de corte universal y de que las comunidades campesinas deben ser educadas en "lo que les conviene".... Que en un reciente video se diga sin verguenza alguna que "el Perú es una marca" y que este dicho no genere en nosotros demasiada verguenza, es porque llevamos varias décadas bajo un "consenso democrático" en que la nación no es más que un apéndice del gran capital. Y yo voto por Ollanta por la posibilidad de que el Perú pueda ser mucho más que una marca.

4 comentarios:

  1. De acuerdo y creo que ese "Sí" se tiene que dar en varios sentidos. Un amigo (Jean-Pierre Vaudenay) me contaba que estaba en un mercado y que un pata decía "no voten por Ollanta, nos va a quitar todo", otro dice "y a ti, qué te van a expropiar?" corto silencio y motivo de risa para el resto del mercado. No creo que son sólo los votos de los indecisos los que pueden convertirse a O. K tiene un voto, sin duda amoral, que vota por ella porque piensa que eso significa que va a poder conservar lo que tiene... en un contexto en el que salvarse el pellejo es la chamba y creo que ese es ahora el "chip" que hay que cambiar. La posibilidad de techo/comida/salud/educación para todos no sé si exceda a la imaginación pero de lejos excede a la experiencia. Los medios y su lavado cerebral también han hecho lo suyo dibujando a los intereses de algunos como intereses de todos (quasi patrios). No sé cuanto se puede hacer, demostrar la inviabilidad del modelo actual (no es difícil encontrar ejemplos) puede ser una estrategia, haciéndolo del modo positivo... es decir, cómo sería el Perú con un estado que vela por todos.

    Janine

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  2. La campaña de No a Keiko, para mi no es una campaña que se deba o pueda trasladar hacia el otro candidato, ya que los mismos motivos por los que muchos de nosotros nunca votaríamos por Keiko, son los mismos por los que nunca votaremos por Humala, en ambos bandos hay criticas claras entorno a Derechos Humanos, totalitarismo y desde luego corrupción, desde los candidatos y pronunciadamente en su entorno, así que si le digo NO A KEIKO también digo que NUNCA VOTARÍA POR HUMALA por los mismos motivos y ademas por que no convence, todo lo contrario confunde, por que si bien propuso el cambio hoy por hoy propone la continuidad o lo que es peor no se sabe bien cual es su propuesta real, por que ninguno de los 2 aclara el financiamiento de su campaña, por que para mi es obvio que ambos son ciervos de la dictadura, una nacional y el otro extranjera, por que yo si recuerdo el asqueroso clima y la falta de libertad de prensa de fines de los 90's pero también recuerdo la ineficiencia del estado como administrador de empresas, y no quiero que nuestro país retroceda pero sin embargo tampoco quiero comprometer mi dignidad, ni mis principios.

    Por tanto pueden decir que soy indeciso pero yo la tengo clara, no pienso comprometerme a unas elecciones que me producen arcadas, pueden decir que soy irresponsable con nuestra patria pero nunca seré irresponsable con mis principios.

    NO A KEIKO, pero también NO A HUMALA, por que para mi ambos representan y no solo uno de ellos representan lo peor y lo mas asqueroso de nuestra política.

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  3. Ojalá puedas ir más allá de las arcadas y tomes una decisión, la brecha es demasiado corta como para dárselas de bueno.

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  4. La familia Alonso siguen siendo los corruptos acomodados de bellas artes (uruguay), fuera paria de la educación y la cultura. La facultad necesita verdaderos docentes con conocimientos verdaderos. Basta de educar arte a partir de la anécdota.
    Exigimos conocimientos sólidos y cambios.

    C.R

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