martes, agosto 11, 2009

Conversaciones: Un chat room con 4 curadores y críticos del Ecuador - Miguel Alvear

Reproduzco un artículo reciente publicado en Latinart, en torno a prácticas curatoriales y políticas instituciones en Ecuador, uno de los países cuya producción artística se ha mantenido siempre fuera de las revisiones recientes del llamado arte latinoamericano, y no precisamente El presente documento presenta algunas lineas de reflexiones reciente por cuatro curadores y críticos bastante activos en esa escena: Rodolfo Kronfle, crítico y curador de Guayaquil y editor del blog más dinámico y completo del arte contemporáneo ecuatoriano Río Revuelto; la curadora e historiadora María Fernanda Cartagena; la curadora María del Carmen Carrión y el crítico de arte y ex curador de la Bienal de Pintura de Cuenca, Cristóbal Zapata. La conversación fue coordinada y editada por Miguel Alvear
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Conversaciones: Un chat room con 4 curadores y críticos del Ecuador
Miguel Alvear


Desde hace unos años se viene interpelando en el Ecuador el rol de las instituciones estatales de la cultura en relación a las demandas de la escena de arte contemporáneo en ese país. Muchos artistas curadores y críticos sostienen que las estructuras caducas de estas instituciones son incapaces de sostener, impulsar y difundir la producción artística local que desde finales de los años noventa evidencia un distanciamiento de las formas tradicionales de gestión y lectura a las que estas instituciones han estado acostumbradas. Estos cuestionamientos han logrado provocar algunos desplazamientos como por ejemplo que la Bienal de Cuenca, el evento internacional de arte más importante del Ecuador, acepte obras de arte en otros medios y soportes que el estrictamente pictórico, y que algunos de los Salones hayan revisado sus mecanismos de convocatoria y selección. Sin embargo, estos logros son vistos como insuficientes y con la apertura de cada Salón o evento gestado desde la institución pública el malestar rebrota y se manifiesta en álgidas polémicas.

A propósito de la última edición del Salón Mariano Aguilera, convocado por el Centro Cultural Metropolitano, Miguel Alvear, artista ecuatoriano, invitó a un grupo de críticos y curadores jóvenes del país a conversar en un chat room sobre sus perspectivas y opiniones en relación a la gestión pública del arte contemporáneo en el Ecuador. Los ‘chateadores’ invitados fueron:

Rodolfo Kronfle, historiador y crítico de arte, publica una columna semanal sobre arte contemporáneo en el diario El Universo de la ciudad de Guayaquil; María Fernanda Cartagena, curadora e historiadora del arte, hasta hace poco Directora de Museos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana; María del Carmen Carrión, curadora del controversial proyecto ‘Divas de la Tecnocumbia’, producido por el Museo de la Ciudad (Quito); Cristóbal Zapata, crítico de arte y ex curador de la Bienal Internacional de Pintura de Cuenca.

Miguel_alvear: Quiero empezar hablando del Salón Mariano Aguilera ya que ha despertado mucha polemica por diversos motivos. Maria Fernanda Cartagena quisiera primero tu apreciacion general del evento.

mfcartagena: Creo que el Salón Mariano Aguilera está destinado al fracaso si los organizadores no revisan los mecanismos mediante los cuales seleccionan a los curadores y permanentemente buscan generar estímulos para los diferentes sectores artísticos. Un Consejo Asesor, remunerado, de especialistas que a lo largo del año vaya diseñando estrategias sería desde mi punto de vista lo más aconsejable. Así no se improvisa en contenidos y las gestiones administrativas toman su rumbo. Lamentablemente hasta hoy la mayoría de curadurías han sido encomendadas a personas que no tienen trayectoria ni interés en el arte contemporáneo, la curaduría o en el pensamiento crítico cultural. Domina una suerte de amateurismo. Se ha extendido la perjudicial noción de que organizar una muestra colectiva en base a un tema es ejercer la curaduría, hay un gran vacío en cuanto a argumentos y tesis sobre los cuales se estructuran las muestras. En la última edición, a cargo de Omar Ospina, quedó claro que no alcanza la buena voluntad de un aficionado, por lo que el resultado estimula únicamente a la crítica depresiva. Las audiencias se enfrentan con casi cien obras amontonadas, la gran mayoría de calidad muy pobre y pertenecientes a sectores y circuitos artísticos disímiles, donde todas salen mal paradas por el enredo. Obviamente, esa no es la realidad del arte contemporáneo en el Ecuador y la muestra cancela toda posibilidad de construir su público.

Miguel_alvear: Rody, tu has sido públicamente muy critico de este salón…

rodolfito104: En mi artículo de El Universo me centré en los motivos del desastre: falta de criterio institucional (motivo de un análisis aparte dentro de la crisis de instituciones culturales del país) y falta de criterio curatorial. Sobre esto último llegué a la conclusión de que el modelo curatorial le queda -por el momento- grande al Mariano. Creo que a lo que estamos asistiendo, más allá del caos de evento que fue, es al pináculo de las luchas internas del reducido mundillo cultural, en especial en lo que se refiere a la conservación, toma o retoma de los reducidos espacios culturales. Hay por lo menos dos circuitos, que deberían funcionar de manera independiente y que están chocando por este motivo.

Miguel_alvear: A que dos circuitos te estas refiriendo?

rodolfito104: Me refiero por un lado a los productores que han abrazado prácticas artísticas tremendamente heterogéneas, métodos de producción híbridos, estrategias de inserción más amplias y una conciencia crítica muy distinta de los artistas que hoy ya forman parte de lo que muchos llaman "tradición", grupo también muy diverso, pero que tienen en común un uso casi exclusivo de medios de producción afincados en el antiguo sistema de bellas artes (pintura, escultura, dibujo, etc.), un móvil que tiene a la "originalidad" como norte, un sentido romántico de la "expresión" artística, una aspiración por lograr un "estilo" o gramática visual fácilmente identificable por el público, y una complacencia por lógicas de mercado básicas, un ciclo de producción-venta que no tiene necesariamente el ingrediente de la reflexión social, cultural, artística, etc. incorporado como primordial en el tránsito de la obra, en el impacto de su recepción y circulación.

Miguel_alvear: ¿Que opinión te merece la curaduria o la convocatoria?

rodolfito104: creo que todos coincidimos en que los problemas eran inminentes en el momento que leímos la convocatoria. Más allá de la profesión de quien la realizó, de su nombre, o de su procedencia, era evidente que su articulación adolecía de grandes vacíos de conocimiento y en especial estaba preñada de sesgos y prejuicios hacia el arte contemporáneo. Se han hecho muchas críticas y hasta ahora el curador no puede ver el otro punto de vista y mantiene una intransigente posición de defensa. Lo que es más grave es que el curador -que tiene el tiempo- se ha empeñado en tergiversar públicamente conceptos con una actitud maniquea, tratando de convertir el complejo debate de la producción artística local en un ellos contra nosotros. El nivel de incomprensión entre los dos circuitos que mencioné es tal, sus motivaciones e intereses son tan distintos, que por ello creo que es un error propiciar una suerte de debate para ver quien tiene la "razón". En realidad, cada circuito debe mantener el curso que sus circunstancias le determinen, nuevamente pienso que los choques se producen fundamentalmente porque ambos derivan en los mismos -escasos- espacios.

Miguel_alvear: Cristóbal Zapata, con estos antecedentes y como jurado invitado de este salón, sabias en lo que te estabas metiendo?

criszapata68: Sí, desde el comienzo temí lo peor. Pero la muestra de Ospina desbordó cualquier mal augurio. Cuando me invitó a ser jurado (porque fue él quien postuló mi nombre) me aseguró que se asesoraría. Una vez que conocí su "tesis" curatorial le dije que "El artista y su tiempo" era un antibiótico de amplio espectro y que debería desarrollarlo y complejizarlo más. En vano, todo lo eligió a dedo, del modo más indiscriminado. Pero, con esto termino, creí que en este tipo de eventos los jurados como los curadores desde su práctica y misión específicas pueden reparar las fallas de origen, pues en su elección o en el vuelco que le dan a la propuesta original, de algún modo ejercen cierta crítica al organismo emisor, quiero decir a la propuesta central.

Miguel_alvear: Háblanos un poco de la obra ganadora y de la argumentación de los jurados.

criszapata68: Bueno, pero antes una acotación: para mi en el desconocimiento flagrante acerca del papel del curador y en la misteriosa resistencia que provoca su figura está el quid de muchos de los conflictos que vive la escena local. Es (el curador) una figura que intimida, como si se tratara del Gran Inquisidor. El otro día Manuela Ribadeneira hacía una analogía entre un curador indebido y un seleccionador de fútbol. Pues bien, me parece que cuando discutimos temas como los de la pertinencia o no de los cuadores, o del arte contemporáneo (la Bienal de Cuenca amenza con retornar a la pintura) estamos discutiendo como sobre los rudimentos del fútbol. Lo que en otros lados está ya sentado y notarizado.

La obra ganadora La Capilla del hombre: el tamaño si importa, de Roberto Jaramillo, es una foto panorámica (intervenida digitalmente), una suerte de gran angular de una sala de este museo creado por Guayasamín, en el centro de la cual se ve al artista (Jaramillo) sentado en un sillón hipertrofiado (a la manera de Carroll o Swift), como un duendecillo burlón infiltrado y extraviado en la grandilocuente inmensidad de un recinto sagrado, donde lo que se resaltan son las "frases célebres" de Guayasamín que atañan a su visión del artista como gurú, profeta o iluminado. Lo que como miembros del jurado consideramos es que el "gesto profano" de Jaramillo (de profanar -aunque sea virtualmente- un espacio sagrado) además de fresco, pertinente y oportuno, articulaba muy bien con la convocatoria. Y aunque estábamos conscientes de la ambigua y compleja relación entre los trabajos y las tesis curatoriales en todos los grandes eventos, creo que lo que más nos interesó y premiamos o mencionamos eran las propuestas que arriesgaban miradas sobre "el artista y su tiempo", miradas que están íntimamente trabadas a los lenguajes del arte contemporáneo en su registro y visión del tiempo. Además de Jaramillo, Erika Neira, Daniel Adoum, Patricio Ponce, Juana Córdova, otros que sin ser premiados o nominados tomaron en serio la tesis del salón: David Santillán, Patricio Palomeque, Gabriela Bernal por ejemplo.

Miguel_alvear: Maria Fernanda Cartagena, tu estuviste involucrada en un proyecto para reformar el Salón Mariano Aguilera.. ¿En que consistía y que pasó?

mfcartagena: Hace 8 años la cuestión era cómo modernizarlo ya que sus bases eran muy rígidas por la clasificación única por géneros. Las nuevas prácticas artísticas con sus hibridaciones y desbordes no encontraban un espacio justo. El Mariano Aguilera, por diferentes motivos, a lo largo de su larga historia (se inicia en 1917) se ha convertido en el acontecimiento más importante a nivel nacional para las artes. Fueron galardonados tempranamente varios maestros del arte moderno y, con sus altos y bajos, ha sido un referente de avanzada para el circuito local. El proyecto de reestructuración del Salón que presenté en 1998 no fue tomado en cuenta sino algunos años después. Su nueva organización planteaba incentivar a las prácticas curatoriales y a las prácticas artísticas contemporáneas, como eficientes modos de operar para el fortalecimiento de la escena local. Si bien ahora la estructura, modalidad curaduría es la más idónea, tomando en cuenta que hoy por hoy es una práctica legitimada, establecida y "tradicional", el evento no ha crecido.... lo que no tomé en cuenta es que los organizadores no estarían preparados para asumir esa organización, desconocen lo que es curaduría y/o arte contemporáneo.

rodolfito104: en nuestra precariedad, si somos prácticos, habría que por lo menos convencer a las instituciones de lo siguiente: todo salón debe pasar por una estricta selección, solo así se puede proyectar con seriedad en el tiempo y solo así se va a incentivar a los artistas más establecidos que no se la juegan porque el espacio que ocuparan sus obras será compartido con otras poco meritorias.

Miguel_alvear: En Ecuador hay un malestar muy extendido en relacion a las practicas que ejercen las instituciones culturales, sobre todo en relación al arte actual. ¿Maria Fernanda, podrías hablar de este malestar y emplazar un poco las causas/motivos?

mfcartagena: Básicamente porque las instituciones han estado en manos de burócratas, personas con cierto interés en las artes pero donde priman sus alineamientos partidarios o (a cargo de) personas que no actualizaron sus conocimientos y que están muy prejuiciados con las diferentes posturas que existen hoy hacia el arte. Sin embargo, desde las instituciones se han podido llevar a cabo proyectos importantes, sin continuidad, pero que son síntoma del arte contemporáneo del Ecuador. Por ejemplo Ataque de Alas organizado por el MAAC (Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo). Los espacios independientes son una opción que lastimosamente no llegan a tener la proyección y desarrollo de una institución, si estaría bien manejada. La institución tiene grandes potenciales y de eso no hay duda. Para mencionar algunos: conseguir auspicios, construir públicos, insertarse en circuitos internacionales, su patrimonio, etc, etc. Sin embargo resulta muy difícil el trabajo a mediano y largo plazo si no hay una coherencia a nivel de políticas en los altos mandos. Otro problema también tiene que ver con que el Ecuador no está en el mapa del arte contemporáneo, lo que plantea el círculo vicioso de falta de producción, falta de espacios, falta de incentivos. Hay producción interesante, sólida, pero generalmente es eventual. Hasta hoy no se dan las condiciones para sostenerla y proyectarla más adecuadamente.

mdc1carrion: Estoy de acuerdo con el desconocimiento del arte contemporáneo que plantea Maria Fernanda. Además existe una falta de programación o visión a largo plazo dentro de los diversos proyectos que plantean las instituciones. A menos que éstas se modifiquen radicalmente, desde las direcciones y desde los intereses y la influencia que el Estado tiene sobre éstas, creo que es muy difícil que se puedan generar cambios.

Miguel_alvear: ¿Se puede vislumbrar un cambio en el panorama? Casi todos los que que estamos chateando ahora, incluyendo Maria del Carmen, hemos participado dentro de las instituciones y hemos salido con ojo morado. ¿Se puede hacer algo para modificar el status quo?

rodolfito104: lo institucional solo podrá generar chispazos esporádicos de lucidez, pero mientras no se profesionalicen los cuadros que solventan su gestión un trabajo sostenido será imposible de lograr, y con lo burocratizado que está el asunto, y el compadrazgo político que tienen esos cargos veo difícil cualquier cambio significativo. Hace un par de años vengo sosteniendo que los espacios independientes son la única salida.

Miguel_alvear: Rodolfo, tu y un grupo de gente vinculada a la cultura en guayaquil se han agrupado en una ‘veeduría ciudadana’. Explícanos un poco en que consiste, cuales son sus objetivos y mecanismos?

rodolfito104: Lo que buscamos es darle al público argumentos para que puedan hacer juicios y valoraciones en torno a las gestiones culturales de las diversas instituciones públicas. Pensamos que solo si una gran masa logra ver lo limitado de las mismas talvez exigiría un cambio. En la práctica es difícil, por ejemplo la veeduría aparenta -en sus primeras apariciones- ser inocua contra el statu quo, existe todo un entramado social que valida, solo por los vínculos en ese sentido, la gestión que se hace en el MAAC. Como ustedes saben la gestación de este museo supuso una luz al final del túnel para la ampliación del horizonte cultural del país. Más allá de cualquier discusión alrededor de los proyectos allí planteados, estos determinaban un cambio de paradigmas en cuanto a la función de un museo. Los motivos del abandono y desmantelamiento de estos impulsos solo pueden hablar de la mezquindad personal y enanez mental con que los ecuatorianos siempre atentamos contra nosotros mismos. Los argumentos y discusiones intelectuales o académicas se reducen a lo que se quiere ver como rencillas personales, y contra esta manipulación mediática y pública poco se puede hacer. Nosotros circulamos nuestros boletines principalmente por internet, y hasta ahora la prensa ha sido bastante escéptica hacia nosotros, ha habido toda una campaña por contener el fenómeno y aparentemente ha funcionado a nivel de medios. Algunas personas me han comentado que se nos ve como potencialmente peligrosos y todo esto atenta contra el impacto que queremos lograr y las reflexiones que queremos hacer circular. Por esto, varios de los miembros de la veeduría cultural hemos meditado acerca de lo inapropiado que resultan sus métodos y estrategias en un medio donde los debates se ganan en los medios de comunicación y con pocos argumentos.

criszapata68: Yo creo que el tema de la Veeduría abre un importante espacio de debate. Pero contentarse con el rol de vigilantes o vigías no sé si nos va a llevar muy lejos. Hay que implentenar estretegias más beligerantes. Si no tenemos el poder no va a pasar nada, podemos incurrir en un ejercicio colectivo de onanismo, ¿no?

mdc1carrion: De acuerdo, o te integras a la institución para cambiar las cosas o empiezas algo desde afuera. Yo estoy de acuerdo con Ma. Fernanda sobre las posibilidades de recursos y las posibilidades simbólicas que tienen las instituciones y a pesar de todo creo que la mejor forma de fomentar que algo se genere en estas es a partir de una acción directa, de generar proyectos y ejercer toda la negociación posible para que eso suceda. Obviamente creo que -como los presentes en esta discusión lo hemos experimentado- no siempre es posible. Pero es eso o armar algo completamente desde fuera, como algunos proyectos que veo se están gestando en Ecuador. Pero la actitud de querer ser crítico de la institución o vigilante no lleva a mucho, tiene que ser una critica pro-activa, que genere algo y no solo que ponga el dedo en la llaga.

Miguel_alvear: Todos uds. han tenido participación en proyectos gestados institucionalmente. ¿Podrían compartir brevemente sus experiencias?

mfcartagena: Un proyecto importante fue Traslado: de la Mitad del Mundo llega a la Casa de la Cultura, el mismo que fue posible cuando sustentaba el cargo de Directora del Museo de la Casa de la Cultura e invité a Artes No Decorativas S.A., integrado por Manuela Ribadeneira y Nelson García a desarrollar este proyecto. La Casa de la Cultura es un espacio lo suficientemente polémico para convertirlo en el "centro del mundo" y también estaba totalmente ajeno al arte contemporáneo. Convocar a nuevos públicos, sondear el potencial de ejecutar arte público desde la institución fue constatar las posibilidades que tienen las instituciones frente a estas prácticas. La producción del monumento fue posible gracias a los auspicios levantados, bien o mal por el capital simbólico de la institución.

Miguel_alvear: ¿Porque dejaste tu cargo de directora de museos de la CCE?

mfcartagena: Porque llega a ser agotador el trabajo cuando no hay una mínima y adecuada asignación de recursos financieros, lo que traducía las incoherencias en cuanto a políticas culturales desde las altas esferas. En mi concepto, las prioridades deben tender hacia un direccionamiento que permita que los Museos ocupen un lugar destacado en el ámbito cultural, fomentando la puesta en valor de las colecciones, como requisito básico para una reapertura a niveles técnicos apropiados. Asimismo, debe implementarse con urgencia la realización del inventario y catalogación integral de los bienes patrimoniales. Un equipamiento básico es otra de las herramientas fundamentales, así como la contratación o nombramiento de personal técnico especializado, para dar inicio a una eficiente gestión. Existían muchísimas carencias que llegado el momento no fueron atendidas por los altos mandos.

mdc1carrion: El trabajo que realicé en el Museo de la Ciudad estuvo orientado a impulsar una mayor participación del arte contemporáneo dentro de la programación del Museo, como una expresión en la ciudad. Busqué incluir en equipos de investigación a artistas jóvenes, abrir los espacios para artistas de diferentes disciplinas por el valor de su trabajo y no por las recomendaciones que pudieran traer consigo, y comisionar obras nuevas impulsando la producción del arte contemporáneo. Lastimosamente la falta de visión por parte de la administración del Museo impidió que se concreten otros proyectos y colaboraciones con curadores y artistas de Ecuador y de otros países.

criszapata68: Lo primero que se me ocurre es la exposición Follar o morir de Wilson Paccha que presentamos en el CCE, Núcleo del Azuay (Cuenca). Sabía que esa obra tenía un potencial provocador por su contenido "sexualmente explícito", y sacudió un poco las buenas conciencias, pero sobre todo, obligó a debatir sobre los otros usos posibles de la pintura. Y bueno, mientras estuvo a mi cargo ese spacio, se dinamizó la escena, se creó una plataforma de intercambio muy vital, sobre todo.

rodolfito104: ahora sí me tengo que ir, les mando un abrazo a todos y de repente lo repetimos pero la próxima en persona.....chao

mfcartagena: chao rody

Miguel_alvear: chao y gracias!

mdc1carrion: chao rody

Miguel_alvear: Hablemos un poco del proyecto Divas de la tecnocumbia. Maria del Carmen, ¿cómo lo planteaste dentro del museo y cual fue el desenlace? Yo veo que dentro de las instituciones no se respetan los roles, el curador es un empleado mas, susceptible de ser atropellado por los gustos de la administración o los gustos de sus partidarios politicos quienes opinan e intervienen sobre proyectos curatoriales…

mdc1carrion: En general creo que ese irrespeto corresponde a un desconocimiento de la estructura y funcionamiento de un museo, dice mucho además de lo que es hacer curaduría en el Ecuador en donde todas las esferas son permeables: la política se mezcla con lo personal, lo económico y cultural, etc. El proyecto Divas fue una comisión a 4 artistas alrededor de un fenómeno de música popular conocido como Tecnocumbia. Además de fomentar una mayor participación del arte contemporáneo dentro de los proyectos del museo, se buscaba presentar un proyecto que resultara de interés para el público del Centro Histórico (el Museo está situado en el centro de Quito en un área de negocios y donde viven familias de bajos recursos económicos). Parte de la intención del proyecto era generar una exhibición cuya temática fuera familiar al público cercano al museo. Además de reflexionar acerca de la tensión entre el arte contemporáneo y la cultura popular.

mfcartagena: ‘Divas’ generaba polémica, revisiones; cuestiona, deconstruye y es justamente ese potencial el que no quisieron enfrentar. La Directora no sabía como canalizar ni enfrentar el tema, no estaba preparada y optó por la peor salida, la censura.

mdc1carrion: Después de un año de trabajo en un proyecto y de toda la inversión simbólica y económica para realizar ese proyecto desde el Museo, la censura no era solo al artista sino hacia las políticas culturales que el Museo mismo presentaba, hacia el discurso que durante más de un año manejó el propio Museo de la Ciudad.

criszapata68: Pero sumarse a instituciones que exhiben negligencia, incuria y un enorme desconocimiento de los asuntos que manejan es una situación peliaguda, conflictiva. Las experiencias de Maria Fernanda y Maria del Carmen son ilustrativas. Hay que operar con otros espacios que están al margen del sistema artístico (universidades por ejemplo), y mejor aún, inventar otros. Pero lo que no debemos dejar de hacer es suscitar lugares de conocimiento y discusión. El nivel intelectual de la escena ecuatoriana es pobrísimo. Hay que obligarlo a pensar sobre los asuntos inminentemente artísticos pues hay al riesgo de ahogarnos en el debate de lo insitucional, mientras el 98% de nuestros artistas no tiene una idea clara de los presupuestos esenciales que orientan el trabajo artístico. El Salón Mariano Aguilera, 2004 dedicado al ready-made es un ejemplo clarísimo.

Miguel_alvear: ¿Como curadores, están actualmente desarrollando proyectos/estrategias ‘desde afuera’, como todos han dicho?

mfcartagena: Desde hace varios años vengo trabajando ‘desde adentro’ impulsando el arte contemporáneo desde el ámbito independiente o institucional, y si bien no existe una plataforma o escena sólida que garantice el desarrollo sostenido de la curaduría, crítica, y/o exhibiciones, se han llegado a cristalizar propuestas, desde diferentes frentes, muy sólidas y de gran calidad. Desde mi experiencia, hasta el momento ha sido un poco frustrante ya que colocar las mismas en un circuito más amplio resulta complicado. Aparte del trabajo interno que suele ser agotador, te toca empezar desde cero hacia afuera, o sea es un doble trabajo, y generalmente el contexto te suele boicotear antes que impulsar. Generar propuestas o coordinar exhibiciones en el Ecuador no es lo mismo que hacerlas en el DF., Sao Paulo, Bogota o Buenos Aires, donde de alguna manera ya tienes garantizado un apoyo, soporte y visibilidad internacional. Ingresar a la red y colocarte en el mapa desde el Ecuador es una tarea titánica. Muy poco de lo que pasa en el Ecuador llega a bienales, encuentros teóricos, retrospectivas o curadurías de envergadura, aunque estos encuentros o eventos sean realizados en nuestros países vecinos, bajo marcos teóricos que promulgan la inclusión de la periferia, minorías, etc.. Esto no quiere decir que gran parte de esa responsabilidad recaiga sobre los que trabajamos adentro, pero así hagamos mucho, el eje del poder, decisiones, contactos, etc. está en otro lado. Mucha obra que he promocionado, coordinado, producido o curado, sale del país a través de curadores extranjeros, a quienes les tengo una sana envidia justamente por poder atravesar las fronteras. Por esto creo, con respecto a la producción del Ecuador, que puedo hacer más estando afuera que adentro, y esa es parte de la estrategia que he iniciado desde Buenos Aires donde me encuentro radicada.

mdc1carrion: Como ejemplo de trabajar desde fuera de la institución y generar nuevos espacios. Al momento estoy co-curando un proyecto que se llama Feel at Home, junto con uno de mis compañeros de casa. La exhibición se hará justamente en nuestra casa, abriendo este espacio para artistas y público. Además estoy preparando una muestra sobre artistas que trabajan sobre películas de Hollywod con la idea de mostrarla en una sala de cine de San Francisco.

Miguel_alvear: OK DARLINGS entonces aquí termina este experimento, besos a todos.

mfcartagena: ok, ciao

criszapata68: kisses

Messenger: criszapata68, and everybody else, has left the conference.

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