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Performance completado
por Yoani Sánchez
Sin la declaración hecha por el Comité Organizador de la Décima Bienal de La Habana sobre lo ocurrido el domingo en el centro Wifredo Lam, el performance de Tania Bruguera no hubiera estado completo. Al minuto de libertad frente al micrófono le correspondía el necesario castigo. Ausente de reprimenda, la acción plástica hubiera parecido una señal de que la intolerancia ha cedido, de que es posible subir al podio y expresarse sin miedos. De ahí que deba agradecer a los que redactaron la secuencia de injurias publicada en La Jiribilla. Sin ella, todo habría quedado en el plano de lo permitido, habría sido visto como algo fabricado para dar una apariencia de apertura.
Con esos cinco párrafos cerraron –de la mejor manera posible– el performance. Nos recordaron, a los atrevidos que hicimos uso del breve tiempo de libertad, que la penalización y la reprimenda siguen siendo aquí la respuesta ante la libre opinión. El Comité Organizador ha confirmado, en su texto cargado de insultos, el por qué tantos gritos de libertad salieron desde esa tribuna. Con sus acusaciones han dejado al descubierto la razón por la que muchos no se atrevieron –esa noche– a tomar los micrófonos.
* Les anuncio que estamos trabajando en el video completo de lo ocurrido, al que le pondremos subtítulos por las deficiencias del audio. Lo publicaré en cuanto esté listo.
* Les dejo aquí el texto que leí aquella noche.
Si me dieran el micrófono… diría
Cuba es un país rodeado de mar y es también un Isla cercada por la censura. Al muro del control informativo, Internet y especialmente los blogs le han abierto algunas grietas. El fenómeno de la blogósfera alternativa ha ido creciendo y ya es conocido por una buena parte de la población cubana. Somos todavía unos pocos bloggers, pero nuestros sitios acentúan el despertar de la opinión ciudadana.
Las autoridades consideran a las nuevas tecnologías como un “potro salvaje” que hay que domesticar; pero los bloggers independientes queremos que corra libremente. Las dificultades para difundir nuestros sitios son muchas. De mano en mano y gracias a las memorias flash, los Cds y los obsoletos disquetes, el contenido de los blogs recorre la Isla.
Internet se está convirtiendo en una plaza pública de discusión, donde los cubanos escribimos nuestros criterios. La isla real ha comenzado a ser una isla virtual, más democrática y plural.
Lamentablemente, esos aires de libre opinión que recorren la red, apenas si han soplado sobre nuestra vigilada realidad. No sigamos esperando que nos autoricen a entrar a Internet, a tener un blog o a escribir una opinión. Ya es hora de saltarnos el muro del control.
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