sábado, diciembre 16, 2006

Puntos de fuga hacia el arte último

Uno de los impulsos más notables al arte contemporáneo local ha sido definitivamente el proyecto de largo aliento Miradas de fin de siglo que impulsa Natalia Majluf desde el Museo de Arte de Lima. La oportunidad de poner en escena cuatro miradas curatoriales distintas del arte del último siglo marca necesariamente un ejercicio de revisión de los dicursos locales. Gustavo Buntinx, Augusto del Valle, Jorge Villacorta y Rodrigo Quijano -los curadores invitados al proyecto- tienen un trabajo activo y dinamizador de la escena, y creo que la elección no ha podido ser más acertada ya que considero que sus miradas son efectivamente las más agudas y críticas que el arte contemporáneo local tiene en la actualidad.

Ayer se inauguró la tercera exposición de la serie. Curada por Jorge Villacorta bajo el nombre Tránsito de imágenes (puntos de fuga hacia el arte último) esta exposición señala un cambio de sensbilidad en el artista limeño durante las últimas cinco décadas. La exhibición tiene una sola dirección, por lo cual el recorrido que el espectador realiza advierte las transformaciones estéticas en el campo artístico, las cuales se desplazan de la idea romántica del artista-genio, que trabaja en su taller y donde la identidad artística parece definida a través algun gesto de 'autor' (Fernando de Szyszlo, por ejemplo), hacia un artista involucrado directamente con su contexto, que toma referentes de lo masivo y de lo popular, y que puede entablar una comunicación horizontal con la calle y sus habitantes. Un cambio que el curador también podría definir como el salto local de las 'artes plásticas' a las 'artes visuales', lo cual antes de ser puramente nominal infiere un giro radical sobre las estrategias del arte actual y que permiten acercar de formas extraordinarias el arte con la vida cotidiana.


En realidad la muestra tiene varios segmentos significativos que voy a comentar con detenimiento en otro post. Dejo dos preguntas que le hice al curador la semana pasada pero por trabajo no he tenido oportunidad de continuar con la entrevista. Espero poder realizarla y colgarla en los próximos días. También cuelgo en otro post un video de la presentación en vivo del grupo The Pastelers ayer en el Museo de Arte de Lima, quienes hicieron algunos covers del sello discográfico 'La Grabadora', lo cual transformó el espacio de forma sorprendente. El proyecto de 'La grabadora' es definitivamente una de las sorpresas más gratas de la exposición (aparecen con un libro y un cd). Hay que verlo, pero sobre todo oírlo.
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Sobre Tránsito de Imágenes

¿De qué va la exposición?

Jorge Villacorta: Es una exposición que se orienta a mostrar el cambio de actitud que ha habido en el artista que trabaja en Lima en los últimos cuarenta años. Esencialmente se orienta hacia el diálogo, intercambio, retroalimentación, entre artes visuales y medios masivos de comunicación. Es cierto que deja de lado un número de expresiones actuales del arte limeño pero enfatiza las que creo que son las más saltantes, las más presentes, aquellas que justamente al estar en diálogo con los medios masivos son resaltadas constantemente por la prensa. Y también rastrea un poco la forma en que las artes visuales en general recogen más aspectos de lo que podríamos llamar la cultura en toda su amplitud, frente a lo que podría considerarse el artista en su torre de marfil.

¿Por qué arranca la exposición con la obra de Fernando de Szyszlo?

JV: Parte con Szyszlo porque él se caracterizó por ser el artista que más denostó el arte pop en el momento en que hizo su aparición en Lima. Es decir, creo que él acababa de llegar de los Estados Unidos y consideró pertinente declarar que el arte pop era una moda pasajera que no iba a durar, le daba una vida cortísima. Hay un artículo de Expreso en el cual justamente se refiere en esos términos. Pero lejos de ser esa moda efímera, su existencia resultó ser una de las formas más difundidas de vinculación de las artes visuales, de la pintura específicamente, con la sociedad en los últimos cuarenta años. Lejos de haber muerto en el 65, estamos en el 2006 y sigue siendo una de las formas más vigentes del arte.

Por otro lado también para un pintor con la formación o con los antecedentes de Szyszlo obviamente cualquier pintura basada en lo fotográfico es una negación de los términos de la pintura, como la conciben. Y precisamente en la exposición se incluye un cierto número de trabajos en pintura que están orientados hacia lo que podríamos llamar una figuración basada en la fotografía: el pintor ha trabajado en base a una imagen. No es hiperrealismo puro y duro pero es la versión peruana.

Y justamente lo que es interesante, en términos generales si se quiere, es que se pasa desde el paradigma de la búsqueda de expresión personal con marca o huella de autor, como signo de autenticidad, a un trabajo que es más impersonal, y en algunos casos francamente impersonal, en donde no puede uno identificar una marca de autor, es decir cierto rastros de ‘expresión’ por la forma en que se trabaja la materia sobre la tela. Es una aproximación más bien fría a la pintura. Fría sin implicar con frío una cualidad negativa. Simplemente se trata de la constatación que el artista busca pintar sin comunicar emoción a través de cómo pinta.


[imagen 1: Miguel Aguirre, Lunes, de la serie La piscina, 1997 / imagen 2: Iván Esquivel, sin título #3, de la instalación tv-set, 2003 / imagen 3: Emilio Hernández Saavedra, Bob Dylan, 1968]

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