El curador y ex director del MADC de Costa Rica, Ernesto Calvo, me envía generosamente un link a una entrevista muy reciente realizada a Virginia Pérez-Ratton, en mayo pasado, publicada en Exit Express. Reproduzco sus comentarios de presentación y la entrevista, también colgada en su recien inaugurado
blog.
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Visibilizar un itsmo dudoso. Entrevista a Virginia Pérez-RattonCon el fallecimiento de Virginia Pérez-Ratton, la región centroamericana pierde quizás a la mayor "arquitecta" de la transformación y visibilidad del arte contemporáneo de los últimos 20 años en el llamado "itsmo dudoso". En esta conversación-entrevista, que le realicé hace unos pocos meses para la revista
Exit Express (n.52, mayo 2010), se expresan algunos de los alcances y logros de la labor realizada por Virginia a lo largo de estos años, pero también sus posiciones críticas y nada complaciente, sus dudas y apuestas a futuro... Ojalá que algunas de esas perspectivas sirvan, en todo caso, más allá de los habituales panegíricos que son tan típicos en estos momentos -incluso por aquellos que nunca apoyaron su visión y esfuerzos- para darle continuidad y profundizar este camino trazado por ella.
Ernesto Calvo
Visibilizar un “istmo dudoso"Luego de casi 20 años aportando su labor de gestora, ensayista y comisaria al frente de algunos de los proyectos más importantes que han dado impulso y una proyección inédita al arte contemporáneo en Centroamérica, a Virginia Pérez-Ratton se le ha concedido en Costa Rica el Premio Magón 2009 (premio nacional de cultura). Tomando como pretexto este merecido reconocimiento, le realizamos está entrevista, donde conversamos acerca de sus múltiples labores al frente de instituciones como el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (1994-1998) y TEOR/éTica (1999-actualidad), así como de los esfuerzos curatoriales y editoriales llevados a cabo desde estas instituciones.
. Teniendo en cuenta que usted ha sido crítica con el conservadurismo y la falta de perspectivas estratégicas, y con la burocracia e improvisación que ha signado a veces a la política cultural en Costa Rica, cómo recibe este premio nacional de cultura?
Pues lo recibo como viene, es decir, producto de circunstancias que permitieron otras opciones en muchos de los premios nacionales: que se premiara a un músico electroacústico como Otto Castro, o que un bloguero ganara el premio a la difusión cultural, representan un nuevo momento en estos reconocimientos. Y lo recibo con alegría por lo que puede contribuir a visibilizar el arte contemporáneo y el trabajo que se realiza en ese campo, todo lo cual, aunque parezca mentira, resulta conocido solo de ciertos grupos.
. Con bastante frecuencia se ha reconocido su labor como gestora o curadora de eventos en Centroamérica, pero a veces ha quedado relegado el importante trabajo editorial desplegado en el MADC primero, pero sobre todo desde TEOR/éTica. Podría conversar un poco sobre esta imprescindible faceta?
Para mí es una labor fundamental desde el momento en que se comienza a trabajar en la organización de exposiciones o eventos, en cualquier lugar, pues es parte de una construcción de memoria que quedará para el uso e interpretación de otros. Cuando comencé a investigar sobre el arte en Centroamérica y sobre sus relaciones con la situación política regional, me encontré con una situación de carencia de referencias, poca documentación, y sobre todo, mucha publicación incompleta, sin fechas de obras, sin las informaciones mínimas del trabajo. Todo esto dificultaba la investigación. En el Caribe, excepto Cuba, la mayor parte de las escenas artísticas tenían el mismo problema. Por ello es que me propuse desde el MADC y luego más intensamente desde TEORéTica, tratar de paliar al menos en parte esas carencias, empezando por las exposiciones que íbamos haciendo, y por apoyar la iniciativa de Luis Fernando Quirós, curador de diseño y jefe del Centro de Documentación del MADC, para la publicación de la revista Fanal, que tuvo 16 números durante mis casi 5 años de gestión (94 a 98) . No pude hacer todos los catálogos que hubiera querido en el MADC, pero en TEOR/éTica lo hemos logrado de forma sistemática desde 1999, todos bilingües, para poder acceder a públicos de otras latitudes. Para los años que vienen, quisiera poder editar una colección de pequeñas monografías de un buen grupo de artistas centroamericanos.
Es cierto que no se mencionan tanto las publicaciones, y tampoco hay un reconocimiento de TEORética como una verdadera editorial de arte. Pero tampoco se reconoce a lo interno la labor crítica, tanto a través de mis propios ensayos como a través de aquellos comisionados a criticos externos al MADC o a TEOR/éTica. Desde fuera constantemente se me solicita ya sea colaborar con textos o autorizaciones para reproducir otros, pero localmente, es bastante poco estimulante.
. Considera que esta permanente labor editorial, que implica un gran esfuerzo no solo financiero, sino de activación de la memoria y la reflexión regional, recibe el apoyo suficiente tanto de financiamiento como de lectores, sobre todo en el contexto centroamericano?
No, no recibe el apoyo suficiente, definitivamente. Ni siquiera las pequeñas librerías, en San José y Guatemala por ejemplo, que parecieran interesarse en las publicaciones, cumplen con informar sobre las ventas o con el pago de las mismas. Y los lectores, pues no son muy locuaces! Se termina distribuyendo gratuitamente con tal de que circulen, y esto nos ha traído muchas visitas de profesionales de fuera, incluso libreros, interesados en consultarlas o que nos piden que les sean enviadas. Localmente, solo un grupo de estudiosos son los asiduos “clientes”.
. Según he oído, tiene ya preparado para publicar un libro de reflexiones sobre arte contemporáneo en Centroamérica. Podría comentar sobre esto?
Sí, la vice rectoría de cultura de la Universidad de Valencia en España, en la persona de Rafael Gil, me ha invitado a publicar el segundo número de la colección Miradas, que se centra en arte latinoamericano. El primero fue el que se publicó el año pasado con el titulo La Bienal de la Habana para leer. Este segundo volumen contó con la labor de editor de Manuel Picado en San José, y con una presentación de Paulo Herkenhoff. Incluye ocho textos, desde 1996 hasta 2009, que fueron seleccionados pensando en que el libro abarcara la región. No hay ensayos monográficos ni sobre escenas nacionales, más bien se trata de textos que tuvieron una importancia particular en un momento específico, o que contribuyeron a un cambio perceptual del arte centroamericano. El libro esta en maquetación y entra pronto a prensa, creo que estará listo en el transcurso del primer semestre de este año, y hay un par de editoriales anglófonas interesadas en una posible versión en inglés.
. Qué próximos eventos y publicaciones prepara TEOR/éTica, para asegurar la continuidad y a la vez la renovación de esas estrategias que usted ha mantenido a lo largo de estos años, como gestora fundamental del arte contemporáneo en la región centroamericana?
Esperamos poder organizar un simposio a fin de año, un “TEMAS CENTRALES II” para justamente retomar ciertas ideas y planteamientos de ese momento, hace ya 10 años, y analizar el cambio. Tamara Díaz organizó en el 2009 un encuentro llamado “Editadas inéditas” y se tomaron acuerdos para un trabajo conjunto a nivel regional en lo que a comunicación, difusión y diálogo se refiere. Este será uno de los “temas centrales” que abordaremos en el simposio, para dar seguimiento al encuentro del año pasado. En cuanto a publicaciones, está pendiente un volumen sobre la fotografia centroamericana a partir de los 90, que incluirá una contextualización de la emergencia de la fotografía en el desarrollo de la performance. Y la colección de pequeñas monografías es algo que aun tenemos que financiar pero que es parte de los planes. En el plano audiovisual, se han producido 12 videos documentales sobre mujeres artistas, para la televisión, y quisiera poder financiar otros 12 sobre artistas en general, no solo de las figuras femeninas.
. Con respecto al posicionamiento del arte centroamericano a nivel internacional, pienso que en este momento se ha producido una especie de reflujo de los esfuerzos colectivos, y más bien se han potenciado las incursiones y estrategias individuales (tanto de artistas como de curadores) que se posicionaron sobre todo a finales de los noventa. Qué piensa de está relación global-local en este particular momento, teniendo en cuenta específicamente el casi siempre precario contexto de Centroamérica?
Sí, podría considerarse que hay una especie de repliegue en el sentido que apuntas. Es un poco paradójico pues en los noventas, hubo un proceso liberador que condujo a los artistas a erigirse en su yo individual y a plantearse la realidad sin la obligación de una pertenencia política, pero al mismo tiempo, había un sentimiento de colectividad, de comunidad, de responsabilidad social en el arte, lo que se consolidó poco a poco hacia inicios de los 2000. Actualmente, los planteamientos parecen mucho menos densos, hay mucho de ligereza, y al mismo tiempo, un cierto olvido del Otro. Creo que hay una fuerte influencia de los panoramas políticos actuales, que son poco esperanzadores. O digamos que mucho de lo que se produce es en cierta forma el resultado del fracaso de la agenda cultural que propusieron los planes de paz de los noventa: en estos, supuestamente cada estado tendría un papel protagónico en recuperar el espacio cultural con una apertura a todos los sectores. Esta apertura se ha dado gracias al trabajo del sector independiente, pero aparte de Costa Rica, poco se ha hecho desde el estado central en los demás países.
. En un sentido relativamente similar, en años recientes, a pesar de los esfuerzos realizados por diversas instituciones, gestores y artistas, siento una especie de disolución –o incluso involución- de la efervescencia y el entusiasmo que se sentía en los años noventa y hasta fechas recientes dentro del arte contemporáneo centroamericano. Comparte esta percepción?
Comparto esta impresión, a pesar de que al mismo tiempo, se han consolidado ciertas figuras a nivel global y hay una escena emergente con algunas figuras prometedoras. Hay un desencanto político a varios niveles, no solo del artista visual, sino de una generación entera. Es una actitud radicalmente diferente de la esperanza que surgió en los noventas con los planes de paz, y percibo a veces una menor capacidad de riesgo y un mayor cinismo. Se nota una proliferación de objetos, de obras aparentemente articuladas, pero que finalmente no producen mucho sentido, e incluso algunas de ellas son de alguna manera refritos de otras apenas anteriores. Esto fue evidente en la bienal centroamericana del 2008 que tuvo lugar en Honduras. Considero que es preciso retomar la construcción de significados y darle más espacio al pensamiento crítico.
Por otro lado, los esfuerzos de los curadores y de algunas instituciones no han tenido el suficiente acompañamiento por parte del sector de promoción y circulación del arte, el sistema galerístico no ha avanzado mucho, y aun está por ampliarse y consolidarse un coleccionismo un poco más ilustrado. Además, no existe una verdadera labor crítica fuera del trabajo de los mismos curadores, que pueda contribuir a la formación de criterio. Esto afecta también la labor que se hace desde la curaduría y la investigación y la deja aislada.